Él es un adicto al juego

José Manuel Recouso EN LIÑA

OPINIÓN

02 jul 2019 . Actualizado a las 07:29 h.

El trastorno de juego se encuentra categorizado dentro del apartado de trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos. Según el DSM-5 (APA, 2013), se define como una conducta de juego problemático persistente y recurrente, que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo y se manifiesta por la presencia de diferentes criterios establecidos.

 Este comportamiento de juego implica la pérdida de control, la dependencia emocional, la tolerancia y la interferencia, de dicho comportamiento, con la vida cotidiana. Se adquiere con la repetición de los comportamientos, que en un principio resultan agradables, pero que con posterioridad solo aportan consecuencias negativas.

La forma de conocer si existe dicho trastorno, es identificar los siguientes factores:

1.- Cambios de carácter.

2.- Falta de comunicación.

3.- Aislamiento, tanto social como familiar

4.- Perdida de horas de sueño.

5.- Retirar dinero varias veces al día.

6.- Pedir préstamos a las entidades financieras.

7.- Abuso de confianza con los amigos y familiares.

8.- Baja tolerancia a la frustración.

9.- Baja autoestima.

10.- Negación de la propia actividad de juego.

11.- Intentos de recuperar pérdidas.

12.- Falta de capacidad de gestión económica.

13.- Fracaso académico.

14.- Bajo rendimiento laboral

15.- Apropiaciones en el ámbito laboral o familiar.

La mejor forma de encontrar solución al problema es acudir a las unidades de conductas adictivas, de salud mental, o a Agalure o Agaja.