El 29 de abril ya será tarde. Este es el mensaje que toca decir en este último día de campaña electoral, porque ya mañana estará prohibido pedir el voto. Comparto que estamos en un momento en el que no hay excusas que valgan para no participar el domingo. España se juega mucho y, aunque espero que se produzca la victoria de la izquierda plural en su conjunto, es verdad que no hay que confiarse, porque las tres derechas de Colón tienen a su electorado muy movilizado, y debemos tener por seguro que si suman 176 gobernarán juntos las riendas de este país. Y no nos conviene en absoluto retroceder a épocas negras pasadas.
He visto por redes sociales que hay gente esperando tres horas de cola para votar por correo. Buen síntoma. Cada voto cuenta, y ante la involución de la que hablaba PACMA en su spot, los progresistas de este país no nos podemos quedar en casa. Haga sol, llueva o nieve hay que votar sí o sí.
Sí que creo que psicológicamente habrá un ganador para todos. Saquen lo que saquen, que un partido como Vox consiga representación rompe todos los moldes de los últimos años. Si UPyD celebraba en su día el escaño de Rosa Díez como casi una victoria electoral, la irrupción de la ultraderecha será todavía más grande. La gran afluencia de gente que han tenido a sus mítines lleva a pensar que arañarán muchos votos al PP, y Pablo Casado puede que tenga complicado mantenerse en la presidencia del partido si no llega a La Moncloa. Todo esto unido al golpe de efecto de Ángel Garrido, que de aceptar el número cuatro de la lista europea del Partido Popular se ha cambiado de chaqueta para pasar a la decimotercera posición para la candidatura autonómica de Ciudadanos en Madrid. Un sinsentido, una falta de ética y de moral y una puñalada a sus excompañeros que, sin que yo tenga la más mínima empatía política con el PP, me parece que no se hacen las cosas así.
Los dos debates celebrados entre Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera no sé si habrán despejado las dudas de los indecisos (y otros tantos que he podido ver, como en los que participaron, entre otras, Cayetana Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas), pero espero que la estrategia de utilizar la situación de Cataluña por parte de la derecha fracase. Sé que este discurso le suena bien a su electorado pero España es plural, es diversa y de esta manera hay que entenderla para construir el futuro. Espero y deseo que el PSOE logre una victoria contundente y que el nuevo parlamento cuente con una mayoría absoluta de izquierdas que deje atrás los recortes de la derecha y la conveniencia o no del nacionalismo en aprobar o tumbar leyes (como la de los presupuestos).
Hay que elegir: o un gobierno de derechos o un gobierno de derechas. Como demócrata animo a acudir y a llenar las urnas para que el sentir de la mayoría de los españoles quede más que claro en las urnas. Ni un voto progresista en casa. Hay que ir a votar, por favor.
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