Sus enormes ojos negros podrían haber conquistado al mismísimo Julio Romero de Torres… Y es que María Gracia, cantante y actriz sevillana, parece haber nacido para recrear mitos y leyendas culturales españolas.
Literalmente enamorada de la Generación del 27, María es la gran musa contemporánea de Rafael de León, al que recita apasionadamente dentro y fuera de cada escenario.
María siente que la copla es una de las joyas del patrimonio cultural y musical español, y así lo defiende en cada foro en el que tiene voz y voto.
Si viajas con ella, Andalucía, su Andalucía del alma siempre está presente, es como si llevara en su equipaje a Federico García Lorca, a Ignacio Sánchez Mejías, a Pablo Ruiz Picasso, y por supuesto a su eterno amor, Rafael de León…
María es una metáfora viviente de Andalucía: Poderosa, imponente, temperamental. Con su larga melena, con su chorro de voz, con su sentida interpretación, con todo su colorismo escénico.
Y en el medio del cielo de los grandes del 27, la gran rapsoda sevillana, que tiene la mesura de las vírgenes andaluzas en plena semana santa, y lo desgarrador de los cristos que enjuagan su sangre en el Guadalquivir.
María Gracia, humilde por vocación, voz de los humildes, voz de los olvidados, de los que ya no están de moda. Una mujer contracorriente, que no es nada corriente.
La melodiosa María ha puesto su voz en los teatros, en la radio, en la tele. O en lugares menos convencionales pero muy gratificantes para ella, que muestra y demuestra una humanidad tan grande como el Gernika: en los asilos, en los hospitales, en las cárceles…
Si hubiera nacido cuando Federico, me la puedo imaginar en la residencia de estudiantes, absorbiendo todo el saber de aquellos gloriosos años para la intelectualidad y la cultura española. Me la puedo imaginar cantándole a Dalí, o rodando una película con Buñuel, o escuchando anonadada a Severo Ochoa.
Porque como buena géminis, todo le interesa, y su inteligencia se desparrama por los cauces más diversos.
Y por si fuera poco, adora el norte y es una devota peregrina del Camino de Santiago.
María Gracia García Rueda, digna hija del pueblo andaluz, acaba de hacer su gran debut como actriz en la serie de televisión Acacias 38, y es como si acabara de salir de la escuela de arte dramático, con todos los conocimientos frescos y unas ganas infinitas de comerse el mundo.
Si Federico la viera, seguro que le diría: Querida María, tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, una andaluza tan clara, tan rica de aventura…
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