Si Alcoa cierra, toda Asturias pierde.
La industria asturiana vive momentos difíciles. El anuncio por parte de la multinacional norteamérica Alcoa de cerrar sus plantas en Avilés y A Coruña supone un duro golpe para nuestra economía y para las vidas de 700 familias cuya vida depende los empleos en el gigante del aluminio. En los años 80 y 90 los gobiernos de Felipe González y José María Aznar malvendieron nuestra industria pública después de multimillonarias inyecciones de dinero público para «sanearlas» y hacerlas más atractivas a los compradores. De aquellas privatizaciones estos lodos. Nuestro patrimonio industrial entregado alegremente a grandes corporaciones sin ningún control democrático ni compromiso con el territorio en el que están instaladas. Los 55 de Trubia, que pasaron de empleados de Santa Bárbara a despedidos de General Dynamics, saben bien lo que es.
Ahora es la gente de Alcoa la que sufre ese poder sin límites de una empresa que juega al Monopoly con nuestro futuro. Tras una década beneficiándose de ayudas públicas, el gigante norteamericano del aluminio anuncia el cierre y decide boicotear la venta a otro comprador de las instalaciones de la antigua empresa pública Inespal. El Gobierno tiene que intervenir para paralizar el cierre, y si es necesario entrar en el accionariado a través de la SEPI y asegurar así la continuidad de la producción industrial en España. En 1998 los sindicatos ya propusieron eso mismo para evitar el riesgo de algo como lo que desgraciadamente está pasando ahora: una multinacional se beneficia de las ayudas públicas para luego echar el cierre y marchar a Arabia Saudí donde puede producir más barato. Este jueves estaré en la manifestación que se celebrará en Avilés contra el cierre de Alcoa. Los trabajadores de Alcoa no son sólo vecinos y vecinas de Avilés y de su comarca, sino que también los hay de Oviedo, Gijón, Siero... La destrucción de empleo en la gran industria es una pésima noticia para esta comunidad. Necesitamos poner una alternativa viable y realista encima de la mesa. Si Alcoa cierra, toda Asturias pierde. Nos jugamos mucho en esta batalla.