Después de los estrepitosos fracasos del Sporting y del Real Oviedo, el deporte asturiano necesita una terapia de choque para abandonar la UVI y subir a planta. Y el electroshock milagroso puede llegar este domingo con una victoria en la carrera de resistencia más famosa del mundo del motor. Fernando Alonso necesita dos títulos (24 Horas de Le Mans y 500 Millas de Indianápolis) para conquistar la Triple Corona y plantar la bandera de Asturias en la cumbre del automovilismo mundial. La cita francesa de este fin de semana es el primer reto para el hiperactivo piloto carbayón, que sueña con emular a Graham Hill (1929-1975). ¡Y hasta dejarse el característico bigotillo sesentero del británico, si hace falta! Desde luego, energías no le faltan a nuestro campeón.
«¡Yo estoy más cerca de la Triple Corona que Fernando Alonso!». Ha repetido varias veces, con sonrisa fanfarrona, Juan Pablo Montoya. Y su afirmación es verdad… ¡pero solo a medias! Si nos ceñimos al número de «coronas», el piloto colombiano tan sólo necesita un triunfo en las 24 Horas de Le Mans para convertirse en el segundo piloto de la historia en conquistar el histórico triplete. Pero ese título que le falta está, todavía, lejos de su volante (salvo una enorme sorpresa). Montoya, que debuta esta temporada en la categoría LMP2, no es, ni por asomo, el favorito para la prueba de este fin de semana, en la que participarán otros viejos rockeros del circo de la Fórmula 1, como Jenson Button.
Los ingenieros del Circuito de la Sarthe coinciden que el Toyota TS050 Hybrid de Fernando es un bólido muy superior al Ligier de United Autosports con el que rodará el colombiano. Y, mientras Alonso aparece como favorito a la victoria en la mayoría de las quinielas, Montoya se sacude la presión en las ruedas de prensa y asegura que solo corre para divertirse. ¡Graham Hill puede descansar tranquilo! (de momento).
Otro motivo de optimismo para la hinchada asturiana es que ganar la Triple Corona se ha convertido en la única obsesión de Fernando, en un momento deportivo en el que McLaren no le permite saciar su hambre de podio. Y cuando Alonso se fija un objetivo, pelea hasta el final. Soñar con la Triple Corona es su ‘gasolina’ para afrontar una agenda de locura. Pocos deportistas españoles ?me atrevería a decir que ninguno-, tienen la agenda (y los viajes interminables en avión) de Alonso esta temporada. Una vorágine de acontecimientos deportivos a lo largo y ancho del planeta, que parece no tener fin. Después de abandonar el GP de Canadá por problemas en los escapes del coche, Alonso volaba esa misma noche a Le Mans para comenzar a entrenar, al día siguiente, a primera hora de la mañana. El asturiano correrá al completo el Mundial de F-1 con McLaren y todas las citas del Mundial de Resistencia (salvo las ‘6 Horas de Fuji’ porque coinciden con el GP de Austin y, de momento, no han inventado ninguna «máquina de clonación» para que nuestro piloto pueda competir en dos citas a la vez).
¡Vamos, Fernando, a por la victoria en Le Mans! ¡Puxa Asturias!
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