Parece que una de las cosas que menos gusta a los enemigos del asturiano es la introducción de la llingua en la escuela. Niños y niñas estudiando asturiano, o peor aún, estudiando en asturiano ¡Qué horror! Desde este flanco, su arma predilecta se puede resumir en una pregunta lapidaria: ¿Prefieres que tus hijos estudien asturiano en lugar de una lengua más útil, como el inglés o el chino? Llama la atención que en este tipo de opiniones el chino haya sustituido al francés o al alemán como estereotipo de lengua útil, aunque no tengo muy claro a que lengua de China se refieren cuando dicen «chino» ¿mandarín o cantonés?
Revindicar la importancia del inglés en la educación en pleno 2018 tiene un aire como muy retro, muy de la década de los noventa. Como si la persona que lo dice no supiera que el inglés hoy en día es no ya importante, sino esencial para cualquier carrera profesional que implique formación universitaria. Algo tan obvio que ni se menciona. De la misma forma que es de conocimiento común que para el buen dominio de la lengua de Shakespeare son necesarias actividades extraescolares y si acaso, pasar un mes o dos en las islas británicas (o cualquier lugar de habla inglesa) practicando el idioma.
Dejando a un lado este detalle y aquello de la utilidad de las lenguas (de eso hablaré otro día), la cuestión de «inglés o asturiano» parte de la premisa falsa de que estudiar inglés no es incompatible con estudiar asturiano.
Estudiar asturiano, además, no es aprender una lengua desde cero, con la que los estudiantes de Asturias nunca han tenido ningún contacto, sino aprender a manejar correctamente una lengua que ya conocen y que en algunos casos podría ser su lengua materna. La asignatura de «asturiano», como ya pasa en comunidades con más de una lengua oficial, estaría más cerca de ser como la asignatura de lengua y literatura que como la de inglés. Decir «¿Prefieres que tus hijos estudien lengua castellana o lengua asturiana?» sería mucho más apropiado, aunque igual de falso: estudiar una cosa no te quita de estudiar otra, al igual que estudiar lengua no es restar horas al estudio de las matemáticas. Regalo esa pregunta, mucho más precisa, a los antibablistas. De nada.
Pero como en la mayoría de los argumentos en contra de la cooficialidad, aquí también hay gato encerrado. Cuando hablamos de la importancia de introducir el asturiano en la educación asturiana, no hablamos de una sencilla asignatura de asturiano, sino de poder dar la opción (mejor aún, dar varias opciones) de poder estudiar en asturiano un porcentaje mayor o menor de todas las asignaturas.
De forma inconsciente, asociamos la lengua en la que recibimos conocimiento y cultura con el propio concepto de «cultura» y por oposición, tendemos a considerar como lenguas poco cultas a las lenguas con las que convivimos sin que funcionen como transmisores de cultura. De ahí que tanta gente asocie a la lengua leonesa con el hogar y con lo rústico, pero no con lo culto. De ahí que tantos miles de asturianos vayan abandonando el asturleonés, en favor del castellano a medida que avanzan en su educación y de ahí que sea tan importante que nuestra educación se realice en nuestros dos idiomas: dar a las futuras generaciones la opción de escoger que lengua utilizar sin que los prejuicios lingüísticos influyan en su decisión.
Oponerse a la inclusión del leonés como lengua vehicular en la enseñanza pública de Asturias, al igual que estar en contra de su cooficialidad, es defender la situación sociolingüística actual de Asturias: una lengua «alta» para la política, la cultura y cualquier tipo de discurso «elevado» y otra «baja» para lo hogareño, lo rural, lo «aldeano». En definitiva, mantener una relación desigual entre las lenguas que forman parte del bagaje cultural de nuestro principado, cosa que siempre se acaba traduciendo en desigualdad entre los hablantes de estas. No se puede defender esta posición y estar a favor ni del asturiano, ni de sus hablantes.
¿Podría ser esta la razón por la que algunas y algunos no quieren que sus hijos sean obligados a estudiar asturiano en la escuela? (obligar en el mismo sentido en el que se obliga a un niño a estudiar matemáticas o música) Puedo entender que muchos no quieran que sus hijos aprendan y hagan suya una lengua que, hoy en día, les daría varios problemas sociales e incluso legales. Pero a esas personas les digo: podéis estar tranquilos, esas trabas, esos obstáculos desaparecerían poco a poco una vez oficializada la lengua asturleonesa en Asturias.
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