Hace años que se ha perdido el significado de sostenibilidad, y de paraíso natural en Asturias. Hace años que esas palabras son sólo slogans, marcas publicitarias. Cuando vemos por la televisión un producto de limpieza que anuncian como no tóxico, que limpia de maravilla y no hace daño al medio ambiente, ya nadie se lo cree, ¿verdad?, pues con los slogans de turismo pasa algo similar.
¿De que paraíso se está hablando si cada día aprueban una ley en contra del mismo?
Cuando se gobierna para contentar a cuatro votantes que queman y quedan impunes, sin pensar en el futuro de las generaciones venideras, no se puede luego vender Paraísos Naturales, porque es sólo humo.
¿Cómo se puede hablar de sostenibilidad cuando se pretende exterminar la fauna salvaje o las aves que molestan a los pescadores? Lobos colgados de señales de tráfico, peticiones para matanzas de cormoranes, destrucciones de nidos de martín pescador, propaganda con las garzas y las nutrias..., hay que liquidarlo todo porque todo nos estorba.
¿Cómo se puede hablar de turismo sostenible si sólo se promueve desde las instituciones maratones y avistamientos de fauna salvaje? ¿Cuánto dinero público se gasta en estos eventos que organizan empresas privadas que son las únicas beneficiadas? ¿Qué turismo queremos si pretendemos malvender la naturaleza que nos rodea? ¿Cuánto dinero se gasta en hacer protocolos para intercomunicarnos con los osos cuando lo que hay que hacer era no molestarles, no acercarlos a los pueblos ni a los seres humanos? ¿Qué empeño en echar la culpa de los males de los ganaderos a los daños de lobo para eludir hablar de los daños reales que padecen fruto de las políticas nefastas llevadas a cabo contra el mundo rural?
Si queremos un paraíso con gente, debemos ayudar a fijar población, y para ello garantizar los servicios básicos, como educación y sanidad, vivas dónde vivas dentro del paraíso y en igualdad de condiciones. Si queremos fijar población tendremos que revisar nuestra política fiscal y ver hasta qué punto nos interesa cobrar por reparar una vivienda en el medio rural, cuando a la vez estamos implorando que alguien viva ahí y que las casas no se caigan de viejas.
Y hablando de cosas que se caen de viejas, ¿Qué pasa con nuestro patrimonio etnográfico y cultural? ¿Alguien está haciendo algo efectivo?
Para fijar población hay que hacer un trabajo mucho más serio y responsable, no se hace con cuatro charlas entre amigos que no nos llevan la contraria en nada, que solo nos aplauden. Es fundamental asegurar los servicios básicos, debemos trabajar la diversificación dela economía del mundo rural, buscar el emponderamiento económico de la mujer rural.
No es admisible que haya pueblos que no tienen saneamiento o que no tengan recogida de basura selectiva.
Para terminar hablando de paraíso natural, de biodiversidad, de sostenibilidad podemos hablar de las minas a cielo abierto, de la contaminación de los ríos, de la quema de los bosques.
Podemos seguir vendiendo humo o dar marcha atrás y luchar porque este nuestro paraíso pueda seguir viviendo.
La ganadería y la agricultura son muy necesarias, sin eso no hay soberanía alimentaria y ponemos en peligro nuestra propia supervivivencia, debemos conseguir que este sector económico sea viable. Pero eso no se consigue sin cumplir las normas sociales, de convivencia y medioambientales. Y las instituciones deben preocuparse de ello.
Ayudemos a que la gente del campo pueda vivir dignamente de su trabajo, ayudemos a que la biodiversidad sea una realidad.
Queremos que «Asturias paraíso natural» no sea sólo un marca.
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