¿Les preocupa a los ciudadanos la violencia de género que asesina en España en torno a 60 mujeres cada año y genera 120.000 denuncias anuales por malos tratos? A estas escalofriantes cifras hay que sumar los miles de malos tratos sufridos por mujeres que, aterrorizadas por sus parejas, no se atreven a denunciarlas por el pánico a las represalias. Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, la violencia de género ocupa el puesto número 20 entre las preocupaciones más importantes de los españoles. ¿Y por qué les preocupan tan poco a los españoles estos asesinatos y malos tratos, a los que también hay que sumar los asesinatos y malos tratos de mujeres sexualmente explotadas en las redes del tráfico? ¿Por qué los partidos políticos no se unen para lograr un pacto de Estado que luche contra estos crímenes? Hay muchas razones. Pero la misoginia y la infravaloración de la mujer, incluso en una época en que las mujeres han alcanzado en España cotas altísimas de desarrollo profesional e independencia económica, explican este desinterés nacional por una tragedia que, además, conlleva la desgracia de miles de niños huérfanos marcados con los letales traumas de los malos tratos. Algunas personas, no obstante, luchan contra esta lacra. La asociación Ve-la-luz lleva ya casi un mes en huelga de hambre en la madrileña Puerta del Sol exigiendo la aplicación inmediata del Protocolo de Estambul, que dicta medidas para atajar los feminicidios.