«No hay mal que por bien no venga», dice el refrán español y eso es lo que piensan todos los partidos euroescépticos y populistas antieuropeos, esperando dar el «sorpasso» y acabar de una vez con la UE, sin darse cuenta de lo que esto podría significar para ellos mismos. «Cuanto peor vaya la UE, tanto mejor para nosotros», así piensan. Pero los que estamos convencidos de la necesidad de MAS EUROPA, de una Unión Europea auténticamente democrática, es decir de una UE diferente de la actual, en la que no sean los Gobiernos ni los partidos políticos los protagonistas, sino el ciudadano europeo, también pensamos que tras el Brexit y tras la victoria de Trump, ha llegado el momento de que abramos los ojos y cambiemos todas las piezas averiadas de nuestra democracia y de esta «máquina llamada UE».
Pero, ¿somos conscientes de la necesidad de este recambio de piezas? No basta, sin embargo, con que los ciudadanos seamos conscientes. ¿Serán conscientes nuestros partidos políticos de esta necesidad?, ¿querrán hacer el recambio? Es aquí donde empieza el problema. Han pasado ya varios meses desde el Brexit, y hasta ahora apenas hemos visto reacción alguna. Si tampoco hay reacción, tras la victoria de Trump, el enfermo más que grave, es que está muerto. Si el enfermo no reacciona ante los antibióticos o el tratamiento de choque, ¿qué se puede hacer con la UE? La solución no depende de los ciudadanos, depende de los políticos. La solución es MÁS EUROPA, pero esto significa MENOS PODER para los gobiernos y para los partidos políticos, y normalmente no se suele renunciar pacífica ni democráticamente al poder.
Y como ahora se trata de un problema de subsistencia, pues están en juego unas conquistas sociales y unos valores democráticos que nos ha costado siglos alcanzar y que en el mundo globalizado de hoy, regido por China (comunismo/capitalismo) y por Trump (capitalismo/imperialismo), podríamos perder en cualquier momento, no tomarse las cosas en serio es una grave irresponsabilidad.
Necesitamos MAS EUROPA para no sucumbir ante las presiones ni de Rusia ni de América ni a los chantajes de Turquía. Necesitamos MAS EUROPA para ser independientes militar y energéticamente, sin tener que abandonar la NATO o prescindir del petróleo o del gas natural de Rusia. MÁS EUROPA para tener unas relaciones normales con Rusia y con EEUU, para no creernos superiores pero tampoco inferiores a estos dos países y para no seguir perdiendo nuestras conquistas sociales.
Hemos observado impasibles como el estado del bienestar social de los europeos se nos ha derrumbado durante la última década, impasibles seguimos tras el Brexit y, al parecer, no vamos a reaccionar ante Trump. Cuando la UE quiera despertar, quizás sea demasiado tarde.
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