29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Viendo lo que está ocurriendo en el PSOE me acuerdo de la historia de mi amiga Sandra. Mi amiga era una chica muy guapa, la más guapa, pero era un poco tonta y follaba mal. Todos sus novios, digo 'sus novios' pero no refiriéndome a su trayectoria sentimental pues ella siempre mantenía varias relaciones al mismo tiempo, le hacían lo que está haciendo el partido socialista con Sánchez. Al principio ella les encandilaba con su belleza, ciertos dotes de impostura que hacían que pasase como chica culta, y con una entrega brutal. En el momento importante, que es el de irse con alguien a la cama, pese a todo esto, ella no daba la talla. Les juro que se esforzaba, que era una trabajadora incansable, pero nada. Sus novios, aborreciendo esta falta de dotes y debido a su falta de mano izquierda, acababan por conjurarse y amenazaban con romper todos a la vez. Ella les llamaba y trataba de convencerles, cuando veía que con esto no hay manera se hacía la dura y hablaba con otros, se dejaba querer por extraños. Buscando esa forma de celos que unen a las parejas. Llegó hasta concertar citas con hombres que sabía que la destituirían y la dejarían como un juguete roto y ajado, sin futuro. Hartos de tanto paripé, y mirando ya no por sus propios intereses, sino por el del colectivo de novios y hasta por ella, decidían concretar una cita y dejarla, definitivamente, todos a la vez. Siempre había algún tonto enamorado que se hacía el díscolo y permanecía fiel, pero a estos acaba con ellos el futuro, y sus familias pasaban a recoger sus huesos de alguna cuneta.

Pues eso, amigos, saquen sus propias conclusiones. Si esto les parece similar a lo que le está ocurriendo a Pedro Sánchez, recuerden, es pura coincidencia.