Por favor, que nadie interprete este artículo como una humillación hacia los adversarios políticos. Desde la experiencia de quien tiene en el currículum algunas derrotas hay que saber respetar a quien se presenta a unas elecciones y no obtiene los resultados apetecidos. Pero es que hay cosas que, por evidentes, conviene ponerlas de manifiesto porque a la sensación de alegría de la Coalición PP-FORO tras salir victoriosa de unas elecciones generales en las que machaconamente nos habían pronosticado unos malos resultados a costa del sorpasso y otras gaitas, se une el regodeo de contemplar a los intérpretes del ridículo más notable de la historia democrática española: las empresas demoscópicas y medios afines.
No será porque los asturianos no tuviésemos experiencia relevante en semejante materia. En 2011, renombrados politólogos, analistas, sociólogos y opinadores despreciaron la llegada de FORO a las elecciones autonómicas de aquel Mayo en las que Francisco Álvarez-Cascos obtuvo una sobresaliente victoria que impulsó además, a los candidatos municipales y permitió la obtención de alcaldías en localidades muy importantes. Algunos de aquellos profetas continúan hoy impartiendo doctrina desde diferentes tribunas sin haber acusado recibo de su fiasco. Desde el domingo 26 de Junio de 2016 tienen otro gatillazo electoral en la mochila y también otra sucesión de malabarismos y requiebros para explicar este nuevo fracaso en sus pronósticos. Resulta divertido e incluso hilarante ver, escuchar y leer a tanto metepatas tratando de reinterpretar los irrefutables datos de las urnas.
Al igual que en la gran mayoría de las Comunidades españolas, en Asturias la Coalición Electoral PP-FORO reeditó su éxito del pasado 20 de Diciembre e incrementó notablemente el número de votantes hasta superar los 208.000 votos (35%) lo que equivale a tres escaños en el Congreso de los Diputados y otros tres en el Senado. Eso, unido a los buenos resultados obtenidos por el Partido Popular en el conjunto de España significa que, salvo disparate mayúsculo, Mariano Rajoy será presidente del gobierno y podrá poner en marcha un programa específico para afrontar algunas de las grandes prioridades de Asturias. Esa es la contrapartida a cambio de recibir el voto de FORO en la sesión de Investidura y a ello nos aplicaremos en esta próxima Legislatura para que materias cruciales como son la Financiación Autonómica, los Transportes e Infraestructuras, la Industria, Energía y Minería, la Agroganadería y la Pesca puedan recibir el estímulo que, a su vez, genere puestos de trabajo para los asturianos.
Finalmente cabe subrayar que el éxito de la Coalición PP-FORO tiene dos protagonistas principales y muy destacadas: Mercedes Fernández y Cristina Coto, presidentas de ambos partidos y garantes de un acuerdo claro, diáfano y transparente refrendado por los asturianos que, además, respalda el trabajo que ambos partidos están desarrollando en la Junta General frente a la inacción de Javier Fernández como presidente del Principado. Gracias a ellas, con el intenso trabajo de los dos partidos y el respaldo amplio de los votantes, Asturias sumó para que España ganase.