Errores de principiante

Jaime Miquel
Jaime Miquel LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

19 jun 2016 . Actualizado a las 10:41 h.

Las estimaciones de la intención de voto de Sondaxe son coherentes con los resultados del 20D y coincidentes con todas las encuestas que se vienen publicando. Lo que nos dice que los espacios electorales están consolidados y que nadie se atreve a salirse del escenario del sorpasso; la coalición entre Podemos, sus confluencias e Izquierda Unida, superará al PSOE en número de votos y muy probablemente también en escaños. Sondaxe estima que ganará el PP con unos siete millones de votos, el 29,2 % de los válidos y un resultado muy parecido al del 20D que se concreta en 121 escaños, dos menos que en aquellos comicios. Todas las encuestas sitúan en segunda posición al entorno de Unidos Podemos, pero Sondaxe nos precisa que totalizan el 26,1 % de los votos válidos, unos 6,2 millones de electores y 90 escaños (+19). Detrás viene el PSOE con el 21,4 % y 85 escaños (-5), lo que equivale a 5,1 millones de votos, cuatrocientos mil menos que el 20D. Lo mismo que Ciudadanos, con 34 escaños (-6), un 12,9 % de los votos válidos, un punto menos que el 20D. Vienen distanciados y definen una serie de los entornos 30 % -25 % -20 % -15 %. La pregunta a hacerse es si esto terminará así, y la respuesta es que en términos del comportamiento electoral los resultados del 26J consolidarán la estructura definida el 20D, aunque en términos políticos o de escaños, en dos puntos de votos válidos varían hasta quince actas entre los cuatro contendientes. Luego la nueva pregunta a hacerse es si alguno de los cuatro puede progresar o retroceder más de un punto de votos válidos, y la respuesta es que sí, porque Pablo Iglesias ya ha cometido dos errores de los que cuestan votos o no tienen arreglo. Primero abandonó el lugar estratégico inexpugnable, que es la certidumbre plurinacional del Estado, despreciando el refrendo de los catalanes, a quienes llamó diversidad en el debate a cuatro. Esto afloja las tuercas de las confluencias y le complica la campaña a En Comú Podem, a Unidos Podemos en el País Vasco y menos a En Marea aunque sí para autonómicas, así como a terceros que quieren negociar como el PNV o la CDC. El segundo error de Pablo Iglesias fue declararse admirador de José Luis Rodríguez Zapatero, porque significa situarse enfrente del 15M, tragarse la reforma laboral del año 2010, la reforma del artículo 135 de la Constitución y participar en la España del pelotazo, con sus aeropuertos sin aviones, carreteras radiales rescatadas, trenes a ninguna parte y licencias para perforar en los mares del archipiélago canario. En definitiva, Pablo Iglesias no está entendiendo nada, se manifiesta como la vieja izquierda española del siglo XX, uninacional inmóvil y clientelar, y ya ha perdido los dos puntos de votos válidos que comentábamos. El otro es Albert Rivera, que puede mejorar su resultado si se dedica a exigir la abstención del PSOE, porque la gente sabe que ganará Rajoy, ese es el papel del cuarto y el que esperan los votantes de Ciudadanos. Y esto, lo contrario que poner dificultades.