Se están transformando los grandes números del comportamiento electoral en España, lo que es una consecuencia del progreso educacional de las personas en el proceso demográfico, viabilizada por una revolución tecnológica previa, la que dio lugar a la sociedad en red. Lo explica el creador de este concepto, Manuel Castells, pero cualquiera puede comprobar en el barómetro de abril del CIS que las personas más jóvenes eligen sobre todo a los partidos nuevos o emergentes, mientras que las personas más mayores votan significativamente más al PP o al PSOE.
Se trata de un proceso irreversible del que ya tenemos muchos datos, como los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre del 2015. La suma lineal de los resultados de Podemos, sus confluencias e Izquierda Unida, aventajó en 2,3 puntos de votos válidos al PSOE, lo que les habría proporcionado 85 escaños por 88 de los socialistas. Es decir, Unidos Podemos y sus confluencias necesitan alrededor de 2,5 puntos de ventaja sobre el PSOE para empatar con este partido en escaños. Se puede decir que esto no es así, porque la coalición entre IU y el entorno de Podemos no alcanzará la suma lineal del 20D y esto es cierto, pero el PSOE tampoco igualará los 5,5 millones de votos que obtuvo en esas elecciones.
Ahora, Unidos Podemos aventaja en 3,6 puntos de votos válidos al PSOE (24,4 % -20,8 %) y en consecuencia también lo hace en escaños (88 -79). Los de Iglesias y Garzón consiguen diecisiete escaños más que en las elecciones del 20D, concurriendo IU por separado, mientras que el PSOE pierde once actas.
Sin embargo, no es sorpasso todo lo que reluce. Los partidos del actual Unidos Podemos y sus confluencias ganaron al PSOE en votos en Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Valencia, Navarra, Barcelona, Madrid, Pontevedra, Baleares, Las Palmas, Asturias, A Coruña, Castellón, Alicante, Tarragona, Girona, Zaragoza, Lérida, Santa Cruz de Tenerife y Burgos. Por el contrario, el PSOE sumó muchos más votos que los posibilistas en Albacete, Toledo, Melilla, Almería, Ciudad Real, Cuenca, Cáceres, Huelva, Jaén, Badajoz, Salamanca, Palencia, Ceuta, Sevilla, Córdoba y Granada. Luego ya se produjo el sorpasso el 20D, aunque no en Andalucía y Extremadura ni en las dos comunidades castellanas, ámbitos donde tampoco se producirá el 26J.
Resumiendo, el actual Unidos Podemos aventajó al PSOE en unos 2,5 puntos para empatar en escaños el 20D, pero un punto más de ventaja les proporciona otra de nueve actas. El PSOE pierde los escaños que gana Unidos Podemos en Álava, Alicante, Jaén, Sevilla, Baleares, Cáceres, A Coruña, Pontevedra y Santa Cruz de Tenerife, pero se mantiene por delante de los posibilistas en una extensión enorme del territorio. Llegarán en fila india el 26J con el PP por delante y Ciudadanos por detrás, tanto más atrás cuanto más se empeñen en descalificar a los posibilistas, porque son hegemónicos en la mitad más joven del censo y definen el nuevo lado izquierdo del sistema, como sucede con Syriza en Grecia.