Es un ingrediente que tiene amantes y detractores por su característico sabor, aunque cada vez más personas se pasan al «lado blanco» por todo lo que aporta este fruto tan refrescante

La Voz

Cuando oímos hablar de coco, enseguida lo asociamos a algo remoto. Se nos viene a la cabeza la imagen de alguien disfrutando sobre una tumbona coco en mano o pajita en boca, pero realmente no es tan lejano cuando hablamos de gastronomía de proximidad. Por ejemplo, el coco rallado se usa muchísimo en pastelería, más de lo que nos podemos imaginar. Vamos a darte unas pinceladas sobre todas las ventajas de su consumo y proponerte tres sabrosas recetas con las que disfrutar de toda la esencia del coco.

Lo primero que debemos destacar es su versaltilidad ya que el coco presenta formatos que se adaptan a todas las texturas: la pulpa propiamente dicha, pero también rallado, líquido como agua o aceite, en crema, deshidratado, etc. A este fruto de origen tropical se le atribuyen propiedades antioxidantes, antiparasitarias, hepatoprotectoras o inmunoestimulantes. Según la FEN (Fundación Española de la Nutrición), también aporta nutrientes como calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, yodo o flúor, entre otros.

Y hoy le damos protagonismo porque está considerado como un endulzante natural alternativo al azúcar. Aunque es cierto que el coco se considera calórico, las cantidades que se utilizan son pequeñas ya que aporta muchísimo sabor y matices tanto a platos dulces como salados.

Las barritas de anacardos con semillas y coco son una elección perfecta para poder tomar un tentempié en cualquier parte. Es energético y saludable al mismo tiempo, además de aportar textura y sabor, algo que habitualmente no caracteriza a las barritas. La receta incluye otros endulzantes naturales como son los dátiles o la miel, cantidades que podemos reducir sin ningún problema a la hora de elaborar la receta.

Nuestra segunda propuesta es una granola casera de coco, un básico para tener siempre en la despensa y que permita resolver de forma fácil un desayuno o una merienda acompañándola de yogur o fruta fresca. En este caso combinamos el coco en dos formatos: rallado y aceite, en ambos casos en pequeñas cantidades ya que, como hemos dicho, por poco que echemos ya aporta ese sabor dulzón que se busca. ¿Has probado a coronar tus ensaladas con granola? Prueba con esta y verás que toque le da.

Y cómo no, siempre nos gusta añadir una propuesta algo diferente. La de hoy son unas trufas crudiveganas de zanahoria y coco, cuyo sabor recuerda mucho al de la tarta de zanahoria. Sus ingredientes son puramente crudos y veganos, por lo que son una opción muy saludable y nutritiva para disfrutar de un buen dulce sin renunciar a cuidarnos. También son una opción perfecta para llevar encima cuando nos apetezca un tentempié a media mañana, estemos o no en casa. Además, son también una buena manera de introducir fruta y verdura.

Más sobre gastronomía saludable en
La Salud Sabe Bien.