Sofía, la duquesa de Edimburgo, un valor en alza en la familia real británica

Martín Bastos

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Andrew Matthews | Cordon Press

A sus 60 años, es uno de los miembro de la monarquía más querida y valorada por el pueblo

12 abr 2025 . Actualizado a las 10:59 h.

En un contexto normal, Sofía de Edimburgo tendría un papel muy secundario en la familia real británica. La mujer del príncipe Eduardo, hermano menor de Carlos III de Inglaterra lleva años en un discreto segundo, por no decir tercer plano, pero en los últimos tiempos está participando en cada vez más actos públicos en representación de la monarquía. Y algunos expertos aconsejan que aún se le debería dar más peso.

Y es que con todo lo ocurrido en los últimos años en la monarquía inglesa, todas las manos parecen pocas a la hora de desempeñar las labores propias de una casa real como la británica.

El cáncer de Carlos III, que aunque no se ha revelado ni su gravedad ni la zona afectada, ha mantenido apartado al rey de sus funciones durante varios meses. El último susto lo sufrió hace unas semanas, cuando tuvo que ser ingresado en el hospital por los efectos del tratamiento que estaría siguiendo (y que algunas fuentes aseguran que no tendría base científica). Esto coincidió en el tiempo con la convalecencia también por cáncer de la princesa Kate Middleton, y con la dedicación de su marido, el príncipe Guillermo, en cuidar a su esposa y a sus tres hijos. Esto, con el príncipe Enrique y Meghan Markle fuera de la familia real por decisión propia, terminó dejando a la reina Camila casi como única representante en activo. El príncipe Andrés, salpicado por el caso Epstein también fue retirado de la vida pública para que no perjudicase la imagen del rey.

Así, con la princesa Ana, hermana de Carlos III, con 74 años también algunos problemas de salud, son los actuales duques de Edimburgo, Eduardo y Sofía, casi los únicos que podían ayudar en los múltiples actos que se organizan desde el palacio de Buckingham.

A sus 60 años recién cumplidos, Sofía de Edimburgo, fue según decían «la nuera favorita de Isabel II», apenas ha tenido escándalos a su alrededor y los ciudadanos tienen una buena imagen sobre su figura. Contrajo matrimonio en 1999 con el príncipe Eduardo, y en su currículo a lo largo de estos años, solo hay una mancha: fue acusada de aprovecharse de su posición en la familia real para hacer negocio, y terminó cerrando su empresa. Esa experiencia la hizo ser más prudente y medir mucho más sus pasos en su vida pública y privada.

Madre de dos hijos, Luisa y Jacobo, publicó unas fotografías tomadas por Christina Ebenezer por su 60 cumpleaños junto a una breve declaración de intenciones. «Su alteza real tiene un sentimiento renovado de entusiasmo y compromiso con su trabajo en torno a la igualdad de género y espera seguir adoptando y defendiendo este tema en los años venideros. La duquesa de Edimburgo estaba interesada en el estilo creativo de fotografía de Ebenezer y quería apoyar a una fotógrafa en ascenso», aseguró en las redes sociales.

La única miembro de la familia real que visitó Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa, también ha viajado recientemente a otros países. En sus apariciones públicas, siempre muestra gran sintonía con los príncipes de Gales. En un contexto de incertidumbre, no es de extrañar que su presencia sea cada vez más frecuente. El último fue ayer mismo una visita a la academia militar de Sandhurst, donde lució un impecable estilismo en tonos azules, compuesto por tocado, abrigo, bolso y zapatos en el mismo color.