El papa empeora: sufrió una crisis respiratoria y necesitó oxígeno y una transfusión de sangre

La Voz REDACCIÓN

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La Santa Sede reconoce que el pontífice «continúa crítico», pero indica que está lúcido y que ha pasado el día en un sillón

22 feb 2025 . Actualizado a las 21:32 h.

La salud del papa ha empeoradoFrancisco sufrió este sábado una «crisis respiratoria asmática de duración prolongada, lo que requirió la aplicación de oxígeno». La nota difundida por la sala de prensa de la Santa Sede a última hora de la tarde explicaba que Francisco tiene una «trombocitopenia (disminución de plaquetas), asociada a una anemia, lo que hizo necesaria la administración de una transfusión de sangre». El Vaticano insistía en que las condiciones del paciente son delicadas, «su estado sigue siendo crítico», por lo que, «como se explicó el viernes, no está fuera de peligro». El comunicado añadía que Francisco continuaba estando consciente y que había pasado el día sentado en un sillón, «aunque con más sufrimiento que en la jornada anterior». «Por el momento, el pronóstico es reservado», concluía el texto. Desaparecían las referencias al buen humor del argentino o a sus actividad laboral, cuestiones que sí estaban presentes en otros partes emitidos durante la semana.

En la mañana de este sábado, el Vaticano apuntaba que Bergoglio había «descansado bien» durante la noche del viernes al sábado. Pero después sufrió una crisis. El pontífice, de 88 años de edad, tiene una neumonía bilateral derivada de una bronquitis que lo apartó de sus actividades desde mediados de este mes de febrero y que lo mantiene ingresado en el Hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero. Su organismo lucha contra una infección polimicrobiana de virus, hongos y bacterias.

Durante la rueda de prensa ofrecida el pasado viernes en el hospital, el doctor Sergio Alfieri, director del departamento médico-quirúrgico del Hospital Gemelli, confirmó que, en comparación con cuando llegó, el papa estaba «mucho mejor», pero admitía que la situación podía variar. El médico también destacó que el tratamiento inicial fue «apropiado y correcto» y que se le estaba administrando cortisona, que «hace que bajen las defensas inmunitarias y que suba la glucemia, lo que favorece las infecciones».

En esa comparecencia no se ocultó que la situación ya era delicada. «Hay que introducir ciertos tratamientos e ir reduciendo otros: nuestro trabajo no es fácil. Por lo tanto, si la pregunta es: ¿está el papa fuera de peligro? No», explicaron. Señalaban también que el mayor riesgo era una sepsis, que los patógenos pasaran al torrente sanguíneo.

El corazón del pontífice es fuerte, según confirmaron los propios sanitarios que se ocupan de asistir al paciente. En días anteriores, a Bergoglio ya le había faltado el aire, «una sensación que no es agradable», pero hasta este sábado respiraba de forma espontánea.

Siempre consciente

Desde que fue ingresado en el Gemelli, uno de los mejores hospitales de Italia (allí fue tratado en su momento también Juan Pablo II), siempre ha estado consciente y ha seguido reuniéndose con dos o tres colaboradores cercanos. «La cabeza sigue siendo la de un sexagenario», y ha aceptado el tratamiento con docilidad y buen ánimo, decía Alfieri a los periodistas.

Antes de emitir el parte médico que detallaba los nuevos problemas del papa, el Vaticano ya había confirmado que, como era de esperar, Bergoglio no tendría presencia en el tradicional Ángelusde este domingo. Quedaba descartada su participación telemática o incluso un saludo desde la ventana de su habitación hospitalaria, algo que sí se organizó en anteriores hospitalizaciones del pontífice.