Los duques de Sussex participaron en un programa junto a padres cuyos hijos se habían quitado la vida
05 ago 2024 . Actualizado a las 17:04 h.«Cuando has pasado por cualquier nivel de dolor o trauma, creo que parte de nuestro proceso de sanación, y ciertamente parte del mío, es poder hablar abiertamente de ello», reveló Meghan Markle en su última entrevista junto al príncipe Harry, que emitió la pasada noche el programa Sunday Morning, en la CBS.
«Realmente he rozado los límites con mi experiencia y creo que nunca querría que alguien más se sintiera así, nunca querría que alguien más hiciera ese tipo de planes y nunca querría que a alguien no le creyeran», reveló Markle, muy emocionada, hablando sobre el momento en el que tuvo «pensamientos suicidas». El motivo de esta aparición en televisión del matrimonio es un nuevo proyecto de su Fundación Archewell junto a The Parents Network para proteger a los menores de los peligros de las redes sociales y el suicidio.
La pareja hace unos años decidió separarse de la familia real británica y desde entonces ha protagonizado sonados escándalos, como la entrevista que ofrecieron a Oprah Winfrey en la que acusaron a un miembro de la casa real británica de racismo.
«Realmente no he tocado la superficie de mi experiencia, pero creo que nunca querría que alguien más se sintiera así y nunca querría que alguien más hiciera ese tipo de planes», añadió la actriz de Suits. Y recordó que para ella, verbalizar lo que le ocurría fue su mejor terapia. «Si expresar lo que he superado salvara a alguien o animara a alguien en su vida a controlarlo y no asumir que la apariencia es buena y que todo está bien, entonces vale la pena», añadió.
Los duques de Sussex compartieron tiempo en la entrevista grabada con otros padres que habían perdido a sus hijos por suicidio. «Nuestros hijos son pequeños, tienen tres y cinco años, son increíbles, pero lo único que queremos hacer como padres es protegerlos. En los viejos tiempos, si había niños bajo tu techo, sabías lo que estaban haciendo. Al menos estaban a salvo. Pero ahora, en la habitación de al lado, a través de una tablet o un teléfono, podrían bajar a estas madrigueras de conejos y en 24 horas podrían estar quitándose la vida», aseguró Meghan Markle.
«Es lo más aterrador, le puede pasar a cualquiera. Siempre hablamos de que, en los viejos tiempos, si tus hijos vivían bajo tu techo, estaban a salvo, sabías lo que estaban haciendo», dijo Harry, haciendo especial hincapié en el ciberacoso.
Y terminaron la entrevista recordando que su organización está dispuesta a ayudar en estos problemas. ««Para cualquiera que tenga un hijo afectado por los daños de las redes sociales, estamos aquí para apoyarlo. Nuestra organización, segura y solidaria, está disponible para todos los padres y cuidadores que navegan por el complejo mundo digital», aseguraron.
Esta grabación vio la luz el mismo día en el que Meghan Markle cumplía 43 años. Como siempre ocurre desde que comenzó su noviazgo con el hijo menor del rey Carlos III y Diana de Gales, su estilismo ha sido uno de los más comentados durante la entrevista.
Meghan Markle optó por lo que se ha dado en llamar «lujo silencioso». Escogió un conjunto de lino en color malva de la firma Ralph Lauren, bautizado como una camisa Adrien y pantalón Evanne. La parte de arriba «es la versión italiana de la camisa Adrien, inspirada en la sastrería masculina, con un look ultrafemenino. Este modelo, adornado con botones de nácar auténtico, se ha tejido cuidadosamente con una mezcla de lino fresco y compacto seleccionada especialmente por su tacto suave», según detallan en la página web de la firma, donde está a la venta por 890 euros. El pantalón, con un coste de 1.050, «es de tiro medio y se ha confeccionado en una silueta tradicional con pliegues en las perneras y pinzas en la cintura», en la misma tela que la camisa.
Al conjunto de casi 2.000 euros se le sumó joyas de la firma Cartier, que ya se ha puesto en otros momentos. Se trata del collar Clou, en oro amarillo y diamantes, que tiene un valor aproximado de 15.000 euros. El reloj Tank Français, de unos 5.000 euros y la pulsera Love, sobre unos 8.000.