El fundador de Desokupa acusa también al supuesto asesor de emprendimiento y fitness de organización criminal. Ejecuta acciones legales contra el «coach motivacional» tras conocer casos de jóvenes arruinados y alejados de su familia y amigos por seguir sus polémicos métodos
01 ago 2024 . Actualizado a las 08:28 h.Más de tres millones de seguidores en las redes sociales idolatran a Amadeo Llados (Tres Cantos, Madrid, 1991). Aparentemente, en el contenido que sube a plataformas como Instagram o TikTok se rodea en Miami de una vida de lujo, entre mansiones, piscinas, «lambos» y mujeres sumamente atractivas. Vende una imagen de éxito, basada en el esfuerzo personal, recordando insistentemente que pasó de ser un simple lavaplatos al millonario que hoy es. Su negocio es asesorar a quienes quieren llegar a ser como él, ingresando en su «club», viendo sus charlas y mentorías a cambio de dinero. Y corriendo la voz. Cuantos más caigan en su red, mejor.
Sus declaraciones, además, nunca están exentas de polémica, asegurando que estando gordo y sin esfuerzo no se triunfará en la vida. Según su lenguaje, «hay que levantarse al amanecer, bro, si pones la alarma a las 9 eres un comemierda». Como un «fuckin' panzas no vas a ser nadie», así que propone «marcarse unos burpees» -ejercicio que conjuga flexión y salto- para empezar el día. Solo así, según su filosofía vital, conseguirás tu propósito y dejarás de ser un «fuckin' mileurista» (si es que eso supone una preocupación para ti). Varios programas y expertos en finanzas han cuestionado sus métodos, de dudosa efectividad, considerando que engaña a aquellos que deciden formar parte de su asociación.
Macroquerella contra Llados
Daniel Esteve, fundador de Desokupa, empresa que media entre propietarios y okupas para el desalojo, se ha propuesto defender a todos aquellos que se consideran estafados por Llados. Su cruzada empezó después de que una madre contactase con él después de que un joven seguidor del coach se quedase en la ruina y se alejase de su círculo familiar tras seguir sus consejos. Decidía entonces interponer una denuncia contra el creador de contenido con el objetivo de que dejase de manipular a sus seguidores.
«Cuando Ricardo -el nombre del hijo de la persona que contacta con Esteve- se ha visto arruinado económicamente, sin novia y sin amigos influido por Llados, ha intentado suicidarse dos veces, y eso no lo vamos a permitir», explicaba el líder de Desokupa, argumentando los motivos que le llevan a querellarse contra el influencer madrileño. La denuncia se ha convertido ya en una macroquerella, dado que Daniel Esteve abría la puerta a quienes se considerasen estafados a unirse al proceso judicial que iba a encabezar.
En las últimas horas Esteve ha comunicado que la querella ha sido admitida a trámite por el Juzgado Nº 4 de la Audiencia Nacional por delito de estafa agravada, organización criminal y delito de odio, entre otros. «¿Qué pasa Llados, unos burpees para celebrarlo?», se mofaba el empresario al hacer público este proceso que llevará al coach a los tribunales. Este proceso alimenta las sospechas de que Llados encabeza una especie de secta enriqueciéndose mediante un sistema muy parecido al de cualquier otra estafa piramidal.
Un zamorano pagó 10.000 euros sin obtener ningún tipo de beneficio
El programa Equipo de Investigación, conducido por Gloria Serra, dedicaba este mismo año uno de sus capítulos a estudiar el fenómeno Llados, para ver si realmente puede tratarse de un negocio fraudulento o, cuando menos, de dudosa rentabilidad para quienes pagan por las asesorías del coach madrileño. En este trabajo periodístico contactan con un seguidor de Llados, Javier Moro. El joven dice pertenecer al «círculo de confianza» del emprendedor y, aunque ha perdido contacto con su familia y amigos tras haberse mudado de Zamora a Gandía considera «todo positivo».
Tras confirmar el equipo de reporteros que participó en una clase magistral con Llados, le preguntan cómo ha cambiado su vida «en la práctica» a este trabajador de supermercado tras pagar cursos por valor de 10.000 euros. «No estoy generando nada, pero me da absolutamente igual. Como me siento yo es lo que más vale». La emisión de este programa de La Sexta suscitó comentarios considerando como una «secta» y una supuesta «estafa» el modus operandi del creador de contenido.