Los momentazos más inolvidables de «El Diario de Patricia»: del «¿pero usted quién es?» al embarazo por inyección

P. V. LA VOZ

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ANTENA 3

Jorge Javier Vázquez volverá a primera línea de Telecinco con «El Diario de Jorge», que recupera uno de los formatos más exitosos de la televisión y que más momentazos dejó para el recuerdo

20 jun 2024 . Actualizado a las 18:05 h.

Telecinco ha decidido darle una nueva oportunidad a Jorge Javier Vázquez, y lo hará resucitando un formato que marcó toda una época, El diario de Patricia, presentado primero por la bilbaína Patricia Gaztañaga desde su estreno en junio del 2001 hasta el 2008, y después ya, sin nombre propio en su título, por otros como Juan Y Medio, Ainhoa Arbizu, Mónica Martínez o Yolanda Vázquez. Un programa emitido en las tardes veraniegas de Antena 3 por el que desfilaron todo tipo de personas —y personajes— con la intención de dar una sorpresa a alguien a quien querían o con quien deseaban ajustar cuentas.

En una época marcada por los inicios de internet, con los cibercafés como novedoso método para conocer personas que vivían a kilómetros de distancia, los miles de programas dejaron un amplio legado televisivo que sigue resonando a día de hoy, con varios momentazos para el recuerdo.

Ese es el espíritu que intentará recuperar Jorge Javier Vázquez en su nuevo programa para este verano, por lo que ya se han puesto manos a la obra para buscar participantes que quieran hacerle una encerrona a alguien cercano compartiendo un número de teléfono para que los interesados contacten vía WhatsApp. 

Pero mientras esperamos, y para ir abriendo boca ante el inminente estreno de El Diario de Jorge, recordamos algunos de los momentos más inolvidables.

«¿Pero usted quién es?»

Una escena de El Diario de Patricia que ya se ha convertido en un meme imperecedero en las redes sociales. Jesús había acudido al programa para hacerle una encerrona a la mujer de la que estaba enamorado, Lina. Ya cara a cara, se armó de valor, se le declaró y le pidió comenzar una relación juntos ante la atónita y desconcertada mirada de la mujer, que, tras escuchar toda la perorata, solo tuvo una respuesta: «¿Pero usted quién es?». A Lina, claramente, no le había calado Jesús, que era compañero de trabajo de su hermana.

Primeros encuentros

De declaraciones amorosas estuvo el programa lleno. Por alguna razón, muchas personas se veían en la necesidad de revelar sus sentimientos en directo en el programa en vez de hacerlo en la intimidad. Es cierto que todo esto coincidió con el primer auge de internet, cuando se popularizaron los «cibernovios» o ligues virtuales, que surgían a distancia en una época mucho menos digital e hiperconectada que la actual. El plató de Antena 3 suponía, para muchos, su primera vez cara a cara. «Me he enamorado sin conocerla», contaba Joaquín sobre su cibernovia, a la que le dio una sorpresa al aparecer cantando como presentación, mientras ella no podía ocultar su cara de «tierra, trágame».

Rechazado en directo

A quien no le salió tan bien —pobrecillo— fue a Manuel Quesada, que llevó allí a su excompañera en el ejército, Carolina, para confesarle su amor. El chico era un manojo de nervios, mientras ella permanecía tiesa y desconcertada ante las bonitas palabras del joven. Cuando le tocó el turno a ella, le dio la mala noticia —con todo el cariño del mundo, eso sí—: lo veía solo como un amigo, porque, además, ya tenía novio. Y no solo eso: su pareja estaba allí mismo, entre el público, también muerto de la vergüenza.

Para amigos así…

Había casos en los que la cosa no iba de amor, sino de amistad. De darles a los amigos consejos para que cambien y dejen de quejarse. Lo que, así dicho, parece una buena acción irreprochable. Pero hay veces en las que a las grandes intenciones no las acompañan los mejores métodos. Dos íntimos colegas de María del Mar ya se habían cansado de aguantar sus inseguridades, así que quisieron hacerle terapia de choque llevándola al plató. Y es que ella se tomaba mal todos los comentarios que le decían. Vete tú a saber por qué. Los espectadores no tardaron en entenderla: sus colegas la calificaban, sin vacilar ni un segundo, de «facilona» y de «fea». «Bueno, no es tan fea», decía intentando mostrar al menos un ápice de corazón su amiga. En el encuentro entre los tres se podía intuir por qué se tomaba tan mal los intentos de ánimo de sus amigos. «Te hemos traído aquí para decirte delante de toda España que cambies; que en verdad tan fea no eres, lo que pasa es que tienes que arreglarte un poco», le recomendaban con pretendida consideración. Y una absoluta falta de tacto.

Amigas con deudas

Teresa acudió al Diario de Patricia a darle un dejarle algo muy claro a su amiga Ana, a la que había ayudado con sus deudas: no iba a avalarla más. Al parecer, lo había hecho para que Ana pudiese pedir un crédito y, ante la morosidad de su amiga, ahora era ella quien tenía que hacerse cargo de los pagos, bajo la amenaza por parte de la entidad financiera de embargar sus bienes. Ana ni siquiera levantó una ceja ante los problemas que su amiga había heredado de ella. «Me da igual que la embarguen, que no hubiera sido mi aval», decía con toda la jeta ante la indignación del público, y justo antes de presumir de que, mientras su amiga podía perder su única vivienda, ella tenía dos en propiedad, una habitual y otra para sus vacaciones. «Yo no lo veo terrible», decía.

Lanzamientos de temazos en exclusiva

Pupano acudió al Diario de Patricia con la intención de hacerse un hueco en la música: concretamente, en el black metal satánico, un estilo que quería popularizar. Como no podía ser de otra forma, la presentadora, en su magnanimidad, le dio la oportunidad de presentar, en primicia, el que podría ser su primer single, Gangrena. Quizás no sea para todos los gustos, pero su título sí expresa muy bien el efecto que tiene en nuestros oídos.

Pero ojo, que este informático de gustos satánicos intentó continuar su carrera, y en el 2018 probó suerte en los cástings de Factor X en Telecinco, repitiendo su particular talento con una canción que hablaba del miedo a los payasos.

Un mentiroso compulsivo

«Soy sincero, demasiado», decía el que quedó ante las cámaras del Diario de Patricia como uno de los hombres más mentirosos de España, que hacía todo lo posible por ocultar la verdad ante su pareja allí presente. Ella lo había pillado compartiendo fotos subiditas de tono en internet para ligar con otras mujeres, algo que él no hacía más que negar. Al final, acabó llevándolo al programa para ver si así, ante toda España, decía alguna verdad. No lo consiguió. Los minutos que dura el rifirrafe entre ambos son buena prueba de la desvergüenza del joven, que pasa de hacerle luz de gas a recriminarle falta de pruebas. Todo eran excusas: «Te lo habrás imaginado»; «yo quito las fotos, pero luego alguien me las roba y las sube a internet», «no puedo encender el móvil porque no recuerdo el pin» y una sarta de mentiras en las que incluso se acaba contradiciendo en directo. Poco después, resulta que sí que se acordaba del pin, pero es que el móvil, mágicamente, no funcionaba. Un ejemplo en directo de cómo funcionan la mente y los rápidos reflejos de un caradura profesional.

Ataques de risa

La propia presentadora dio en algunos programas verdaderos momentazos. Especialmente, por una naturalidad que en muchas ocasiones le jugaba malas pasadas, como cuando un ataque de risa le impidió continuar con la entrevista con normalidad. Todo partió de un error suyo. Presentó a la invitada, Fernanda, pero al dirigirse a ella le dijo: «Juan, buenas tardes». 

Fue un fallo que ella misma arregló y por el que pidió perdón instantáneamente —«Perdón, Fernanda»—, pero se ve que ya no se lo pudo sacar más de la cabeza. Durante dos minutos, Patricia no fue capaz de continuar, interrumpida constantemente por su propio ataque de risa. Hasta las lágrimas le cayeron de tanto reírse.

Vestido de gato por falta de amor

Los ataques de risa de Patricia Gaztañaga eran una institución en sus programas, y uno de los más conocidos fue cuando se tuvo que enfrentar a un tierno señor que en casa se vestía de gato porque creía que era la única forma de que su mujer le diese cariño.

Embarazada por una inyección

Ya cuando el programa había perdido el nombre propio de su primera presentadora y se llamaba El diario, sucedió uno de esos momentos para el recuerdo, cuando Jordi Giménez afirmaba que su novia Esther le aseguraba que se había quedado embarazada «por una inyección» de espermatozoides, mientras la presentadora intentaba aguantarse la risa. Jordi intentaría excusarse años después en varios medios de comunicación, donde reveló que desde el programa le habían preparado un guion previo. Pero había una parte de la falsedad de su pareja que era verdad. Esther le había robado unos anillos de oro durante uno de sus primeros encuentros, y él había contado en el programa la historia del embarazo por inyección como venganza para dejarla en ridículo. ¿Lo consiguió? Es debatible quién salió peor parado de los dos.

Sobrepasando los límites del horario infantil

El Diario de Patricia se emitía en directo por las tardes, en pleno horario infantil. Si ya muchas veces las temáticas no parecían demasiado apropiadas para esas horas, había momentos en los que el programa se pasaba, muchas veces sin quererlo, el código de autorregulación de las cadenas televisivas. Uno de los casos más famosos fue el de Bianca Ordóñez, una mujer trans que, agobiada por las preguntas de la presentadora, se despidió demostrando a los espectadores, como había dicho antes, que no llevaba bragas bajo la falda.

Son cosas del directo, algo tan indomable como apasionante. Veremos cómo consigue salir del paso Jorge Javier a partir de ahora ante este tipo de rocambolescas historias.