Ana Obregón: «Yo no he comprado un bebé; lo he heredado»

LA VOZ REDACCIÓN

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Ana Obregón, en el programa «¡De Viernes!»
Ana Obregón, en el programa «¡De Viernes!» TELECINCO

La bióloga dice ahora que su hijo dejó por escrito su deseo expreso de utilizar su semen para tener descendencia, y asegura que fue Alessandro Lequio quien le dio la idea de la gestación subrogada

20 abr 2024 . Actualizado a las 21:18 h.

Ana Obregón vuelve a estar en el centro de la polémica tras su última entrevista en el programa ¡De Viernes! en Telecinco, donde se refirió a la última voluntad de su hijo Aless Lequio antes de morir y a la posterior concepción de su nieta Ana Sandra por gestación subrogada.

En un momento de la entrevista, la bióloga defendió que tanto ella como su hermana Celia y el padre de su hijo, Alessandro Lequio, estaban presentes momentos antes del fallecimiento, cuando el joven Aless dejó escrito en un papel su deseo post-mortem: «Doy derecho a mis padres a que utilicen las muestras de semen que hay en el laboratorio de Nueva York para que quede algún hijo o hija mía en la tierra». Un documento que, según la actriz, está firmado también tanto por Alessandro Lequio como por las hermanas Obregón.

Fue en ese momento cuando, amparándose en el testamento ológrafo de su hijo, Ana Obregón negó que su nieta, Ana Sandra, fuese un bebé comprado. «Yo no he comprado un bebé; lo he heredado», defendió la actriz, en una declaración muy criticada por la audiencia y los usuarios de redes sociales, que la acusan de comparar un ser vivo con un bien material. Una idea que queda recalcada con el ejemplo usado por ella misma para que justificar su actuación: «Es como cuando un padre se muere y heredas una casa», matizó para intentar que se entendiera.

La actriz minimizó la actitud evasiva de Alessandro Lequio desde el nacimiento de Ana Sandra y, de hecho, ha recalcado que fue él quien le dio la idea de acudir a la gestación subrogada. Y que, además, con esa sugerencia le salvó la vida a la actriz de Ana y los 7.

Sucedió justo después de la muerte de su hijo. Ana Obregón se fue junto a sus hermanas y a Alessandro Lequio a su apartamento y, en ese momento de dolor de madre, la actriz pensó en quitarse la vida. «Lo tenía calculado: desde el séptimo piso», declaró entre lágrimas, «así que salí al balcón y sentía la atracción por ese final, por irme con él».

Fue en ese momento cuando Alessandro Lequio, que según ella «tiene un sexto sentido», empezó a llamarla al otro lado de la puerta que da al balcón. «Él no sabe que en ese momento me salvó la vida», declara Ana Obregón, que finalmente decidió abrir la puerta para hablar con el padre de su hijo fallecido.

«Me dijo: "Ana, tienes algo muy importante que hacer; tienes que cumplir la última voluntad de nuestro hijo"», asegura la bióloga que le dijo Alessandro Lequio en ese momento de desesperación. Habría sido ese estímulo, en la versión de la actriz, la que la haría utilizar las muestras de semen que estaban guardadas en la clínica estadounidense, extraídas antes de la quimioterapia ante la alta posibilidad de infertilidad, para tener, por el polémico proceso de gestación subrogada, a la pequeña Ana Sandra.