Tamara Falcó y el colorido vestido regalo de su suegra

Martín Bastos

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Francisco Guerra

La marquesa de Griñón acudió junto a su marido, Íñigo Onieva, a la boda de su primo, desmintiendo una vez más los rumores de crisis

24 feb 2024 . Actualizado a las 17:11 h.

La marquesa de Griñón, Tamara Falcó, ha estrenado la temporada de bodas, bautizos y comuniones, acudiendo como invitada al enlace de su primo, Felipe Matossian, con Ina Morenés. A la ceremonia acudió junto su marido, Íñigo Onieva, poniendo fin así a los insistentes rumores de crisis matrimonial que llevan semana rodeándoles. Allí coincidieron con parte de su familia paterna, como su hermana Xandra Falcó, su primo Álvaro Falcó y su mujer, Isabelle Junot, y su hermano Manolo Falcó junto con Amparo Corsini. Además también asistieron el duque de Alba y la Infanta Elena.

A la salida Tamara Falcó ha asegurado que la boda había sido «muy bonita», según recoge Chance.

Tras el enlace, la hija de Isabel Preysler ha confesado que el enlace ha sido «muy bonito». Y la sorpresa saltaba al preguntarle por su estilismo, siempre en el centro de todas las miradas. La marquesa, que acaba de estrenar una colección diseñada por ella misma inspirada en su luna de miel, confesaba que «es un vestido que me regaló mi suegra». Esta afirmación confirmaba que su relación es muy cercana con Carolina Molas, ya que su ausencia hace poco en su cumpleaños también disparó las especulaciones sobre si se habrían distanciando.

Tamara Falcó, Íñigo Onieva y los rumores de crisis continuos

Tamara Falcó estalló contra la prensa hace unas semanas en El Hormiguero. Harta de los rumores de crisis que persiguen a su matrimonio con Íñigo Onieva, y de la presión mediática que está sufriendo a raíz de salir a la luz su presunta discusión con su marido en un restaurante hace dos semanas, la marquesa ha dejado claro que está cansada de escuchar mentiras sobre ella y su relación en los medios de comunicación.

«Hay noticias de mentira, claro que hay noticias de mentira. Yo vivo noticias de mentira continuamente. Hay gente que se piensa que tiene derecho a mirar desde la calle con prismáticos. He tenido prensa desde toda la semana y miran desde la calle con prismáticos y debería estar prohibido», sentenció molesta con los reporteros que hacen guardia a las puertas de su casa para preguntarle sobre su vida privada.

Aunque asegura que intenta que la presión no le «agobie», Tamara Falcó sí ha admitido que en los últimos días ni siquiera ha salido a pasear a sus perros porque «no tengo necesidad de enfrentarme a un periodista preguntándome por mi familia, por Íñigo... No tengo la necesidad», insistía. Sin entender la expectación que despierta cada uno de sus movimientos: «Nosotros llegamos a nuestras casas y queremos llevar una vida seminormal. Una cosa es que te pidan una foto en la calle y otra que te acosen. Muchas veces no puedes andar porque te están persiguiendo. Es muy agresivo». «A un camarero cuando termina su trabajo, nadie le pide una ración de calamares en la calle», sentenció su alegato contra la prensa.

Unas declaraciones con las que ha zanjado los rumores de crisis en su matrimonio, aunque su actitud sigue siendo del todo incomprensible, ya que tras finalizar El Hormiguero las cámaras de Europa Press han sido testigos de cómo Tamara Falcó se ha ido a pasar la noche a la residencia familiar de Isabel Preysler en lugar de al ático que comparte con Íñigo.

Aunque se ha justificado que la presencia de la marquesa en la casa de su madre desde que surgieron los rumores se debía a las reuniones profesionales que ha tenido recientemente, un jueves a las 23.30 horas este movimiento resulta cuanto menos llamativo.

Por su parte, una horas antes, Íñigo Onieva estallaba ante las cámaras cuando le preguntaban por la supuesta crisis con la marquesa de Griñón. «A ver si acaban los rumores porque es todo mentira», añadió. «Está todo bien, muchísimas gracias», zanjó. 

Al mismo tiempo que ellos lo desmienten, los rumores siguen circulando por las redacciones de los programas y revistas del corazón. Uno de los últimos en hacerse eco de ellos fue Así es la vida. «Ha llegado a nuestra redacción una información que podría ser definitiva para el futuro de esta pareja», anunciaba Sandra Barneda dando paso a una reportera. «Una fuente muy solvente nos ha confirmado que existe una fuerte crisis entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva», aseguraba. 

«No nos hablan de ruptura, pero sí de una fuerte crisis», matizaba. Mientras tanto otra compañera del programa aseguraba que «la pareja ha decidido que no va a separase por el momento», ya que «Tamara habría decidido tragar con ciertos hábitos de Íñigo Onieva que antes no asimilaba»

 Una relación rodeada de problemas

La relación entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva nunca ha dejado de estar rodeada de rumores de crisis. Es cierto que la agitada vida laboral de Onieva, con horarios nocturnos y en locales de ocio, era bastante contrapuesta a la de la marquesa de Griñón, y el rumor de la infidelidad, que se confirmó finalmente poco después, nunca dejó de rondarles. Ahora, casi siete meses después de su gran boda por todo lo alto, su matrimonio y crisis siguen yendo de la mano en numerosas conversaciones.

¿Los motivos? Pues no se puede hablar solo de uno, aunque una de las versiones que circulan por los mentideros del cuore es la tensa discusión que protagonizaron (con aspavientos incluidos) en un conocido restaurante de Madrid. Así lo recoge el pódcast En todas las salsas

Tras salir a la luz este desencuentro que habría acabado con la pareja abandonando el local por separado, Íñigo Onieva ponía tierra de por medio y se iba a pasar el fin de semana a Baqueira Beret con su grupo de amigos mientras la marquesa se quedaba con su familia en la mansión de Isabel Preysler en Puerta de Hierro, como la propia Ana Boyer compartía a través de sus redes sociales.