La presentadora explica en una entrevista cómo han cambiado sus prioridades desde que nació su hija Laia el pasado mes de julio y de lo difícil que está siendo conciliar todas las facetas de su vida: «no quiero descuidar la profesional que soy ni la mujer, la amiga, la pareja, la hija que soy»
21 feb 2024 . Actualizado a las 14:26 h.El pasado 14 de julio Cristina Pedroche (Madrid, 1988) se convertía en madre de Laia, fruto de su matrimonio con Dabiz Muñoz. Y desde aquel día, las prioridades de la presentadora cambiaron. En una entrevista para la revista Elle, Pedroche cuenta cómo es el tipo de madre que espera ser para su hija, muy consciente de que el vínculo que las une ahora irá evolucionando a medida que Laia crezca. «Yo soy la cuidadora de mi hija, pero no es de mi propiedad. Los hijos no nos pertenecen. Por eso no quiero descuidar la profesional que soy ni la mujer, la amiga, la pareja, la hija que soy».
Pedroche, que aclara que siempre ha sido un poco controladora —«cuando controlas todo, vas con seguridad: a un examen, a una prueba...»—, explica que la maternidad la ha hecho cambiar: «da exactamente igual lo que yo planifique, la que manda es mi hija».
Habla en la entrevista de la dificultad de conciliar todas las facetas de su vida, y de la culpa y la autoexigencia que eso conlleva. «Estoy feliz, porque veo a mi hija y es que la amo. Aunque no consigo conciliarlo todo, porque yo quiero continuar siendo la profesional y la mujer que soy», explica la comunicadora. «Quiero seguir teniendo mis ratos para leer, para ir al cine, para seguir formándome como persona... pero cuando lo estoy haciendo, me siento mal por no estar a su lado», reconoce Pedroche. «Me siento mala madre por estar aquí sin ella, como si esto fuera superficial, como que lo verdaderamente importante es estar con mi hija».
Con el nacimiento de Laia, Cristina Pedroche descubrió la mayor felicidad, pero también otras muchas emociones y sensaciones —-«trabajo mucho con mi psicóloga—. «Personalmente, creo que el término "depresión posparto" se usa un poco a la ligera y es algo que debe ser diagnosticado por un especialista», aclara. «No es mi caso, yo solo estoy más sensible, lloro más...». La presentadora explica que en este tiempo se ha juntado con profesionales y que ha intentado «hacer tribu con mujeres que ya han sido madres». Solo pide las persona que le rodean que «validen» sus sentimientos. «No busco que intenten darme soluciones, creo que soy bastante inteligente para saber cuáles son... ¡Solo quiero poder quejarme!», explica en la entrevista, en la que reconoce cuánto le duele dejar a su hija, aunque sea unas horas. «Ser madre es una maravilla, pero también... ¡qué duro!».
¿Qué ha aprendido Cristina Pedroche este año que se ha convertido en madre? La comunicadora no ha tenido reparos en mostrarse más vulnerable que nunca, y después de estos meses es más consciente todavía de que «la perfección no existe», tampoco en la maternidad, por lo que va a intentar ser una madre «presente» que comparta tiempo de calidad con su hija —«cuando estoy a su lado, suelto el móvil»—, y que aunque sabe que puede con todo, ahora se repite muchas veces que «no con todo a la vez».
Explica que siempre se ha esforzado mucho pero tener a su familia detrás recordándole la importancia del esfuerzo ha sido fundamental. «Siempre he tenido a mis padres recordándome de dónde venimos, lo que somos, lo que cuestan las cosas. El valor del trabajo y el sacrificio. Y eso mismo voy a intentar inculcárselo a mi hija», cuenta la comunicadora.
Consciente de la repercusión que adquieren siempre sus palabras, Cristina Pedroche reconoce que las críticas no le hacen mucho daño. «Si pudiera hablar con cada una de esas personas que me juzgan y analizar cada caso, seguramente cambiarían de opinión. ¡Es que a lo mejor solo necesitan un abrazo!». Sí le molesta que le hablen con paternalismo o que piensen que es «una carita mona de la tele y nada más» y que se cuestione su trayectoria profesional. «Da igual las carreras que tengas, a mí particularmente me gusta estudiar... Pero que no vean que, sin ningún tipo de padrino ni madrina, he llegado hasta donde estoy solo por mi trabajo y esfuerzo y viniendo de un barrio como Vallecas... me parece la hostia que se me cuestione. O que piensen que simplemente he tenido suerte». A pesar de su discurso público, Pedroche no se siente aún ni libre ni empoderada. «No creo que todavía lo haya logrado, pero estoy trabajando en ello».
Tras catorce años en la televisión, reconoce que sigue sintiendo «maripositas en el estómago» antes de arrancar una entrevista, un programa o un rodaje. Pero advierte: «el día que no las note diré: "Pues a otra cosa"».