El matrimonio acudió a la boda de unos amigos en Cádiz, a la que cada uno llegó por separado
27 ago 2023 . Actualizado a las 18:52 h.Después de disfrutar de una ostentosa luna de miel de lujo y sufragada con la publicidad de su boda, Tamara Falcó e Íñigo Onieva se encuentran ya desde hace unos días en España, descansando con amigos en Sotogrande. Este sábado han tenido su primera aparición pública con motivo de la boda de dos amigos suyos, Luisa Bergel y Christian Flórez, que se casaron en Cádiz y con numerosos rostros conocidos entre los invitados.
Después de vivir el día más especial de su vida el pasado 8 de julio en el Palacio El Rincón, ahora les ha tocado ser testigos del amor de otra pareja que pare ellos resulta muy especial, puesto que fue la novia quien los presentó hace años.
Un detalle curioso de la llegada del matrimonio fue que ambos llegaron a la boda por separado. Primero llegó él, parco en palabras y sin querer desvelar cómo se lo ha pasado en su luna de miel. Minutos más tarde llegó la hija de Isabel Preysler, mucho más simpática y sonriente que su marido. Confesaba a su llegada que la luna de miel ha ido «muy bien, fenomenal». Tamara llevaba un vestido con grandes flores rojas de su propia colección.
En las últimas semanas, la marquesa de Griñón y Onieva compartieron en Instagram las postales de su luna de miel, que incluyó escalas en Sudáfrica, Zambia, París, Tahití y Bora Bora.
Una luna de miel de ensueño que comenzaba tres días después de su boda, el pasado 8 de julio, y que les ha llevado a conocer lugares tan impresionantes como Ciudad del Cabo, la Reserva del Parque Nacional Kruger —donde realizaron un safari privado en el que vieron de cerca animales como elefantes, tigres, cebras o hipopótamos— o las cataratas Victoria, en la frontera entre Zambia y Zimbabue, según Chance.
Una experiencia inolvidable al más puro estilo Memorias de África con la que Tamara ha cumplido un sueño que tenía desde niña y que terminaba después de 29 días recorriendo alguno de los grandes tesoros que esconde el continente africano.
La segunda parte del viaje de novios consistió en un viaje a la Polinesia Francesa, en el Pacífico Sur, donde estuvieron en las islas paradisíacas de Tahití y Bora Bora. En los vídeos e imágenes que han publicado en redes sociales se puede ver a Tamara Falcó sentada en una embarcación disfrutando de las vistas mientras comentaban juntos las especies marinas que pasaban cerca de ellos, aunque ella le corrige a la hora de nombrar una de las muchas especies exóticas que están ante sus ojos, como tiburones y mantas raya. También se puede ver a un Íñigo intrépido buceando con aletas entre varias rayas.
Entre los planes de futuro de la pareja pasa el proyecto de convertirse en padres «cuando Dios quiera», como ha reconocido Tamara con una gran sonrisa. «Claro que tengo ganas, la verdad es que por ahora cuando Dios quiera, que yo creo mucho en él, así que...», confiesa.