Ana Obregón a Alessandro Lequio: «No sé qué te pasa, tu nieta está deseando conocerte»

Martín Bastos

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La actriz y presentadora aseguró en la rueda de prensa que había recibido una llamada de su hijo cuando estaba muerto: «Su móvil estaba apagado en un cajón»

07 jun 2023 . Actualizado a las 17:32 h.

Ana Obregón ha reaparecido radiante y emocionada en la presentación del libro que ha escrito junto a su hijo Álex Lequio, fallecido en el 2020 a los 27 años víctima de un cáncer. Lo hizo posando en un fotocol en medio de una gran expectación, muy emocionada. Antes de que ella hablara, lo ha hecho la representante de la editorial y ha dado paso a un vídeo que ha hecho llorar a Obregón. 

Minutos antes Alessandro Lequio, en directo en El programa de Ana Rosa ha sido muy tajante al opinar de un libro que asegura que no ha leído. «Es lo único que voy a decir sobre el libro. Cada uno lleva las cosas como quiere o como puede... Me parece tremendo que la gente diga que esto es fantástico. Que un chico de 27 años se muera no tiene nada de fantástico. ¡Es una historia de terror! ¡Es una historia de terror, del terror de los terrores!», aseguraba. «No he leído el libro porque nadie tiene que contarme la historia de mi hijo. No tiene nada que ver el libro con las páginas que mi hijo dejó escritas. Ana cuenta su historia, es la historia de Ana, no tiene nada que ver con mi hijo», añadía, mientras que comentaba que Ana Obregón «está guapa y radiante, está en su salsa, es lo que le gusta». 

Obregón envió en directo un mensaje a Alessandro Lequio desde el evento de presentación: «No sé si se ha leído el libro o no. Alessandro, ya te vale, que no sé qué te pasa porque hace un mes que no me escribes, pero en mi casa está tu nieta deseando conocerte». 

«Que quede muy claro, a todas estas personas que dicen que es una historia preciosa», respondía desde plató Lequio volviendo a incidir en lo que había dicho previamente. Además, ha desmentido que haya problemas con la madre de su hijo Álex. «No tengo por qué compartir con España todo lo que haga con esta criatura», le explicaba a Ana Rosa Quintana. 

Sobre la gestación subrogada, la controvertida técnica a través de la que nació su nieta (hija biológica de Álex Lequio), una cuestión sobre la que le han preguntado en la rueda de prensa, Ana Obregón ha querido evitar la polémica. «Ha entrado una avispa, ves que no hay que hablar de esto, hay que hablar del libro. Allí (en Miami)  no se habla de España, a mí no se interesa nada lo que se habla. No me ha llegado nada de críticas. Cuando tienes que enterrar a tu único hijo, cualquier crítica te hace cosquillas», explicaba. «Las críticas me hacen cosquillas y cuantas más críticas más cosquillas. A los políticos les ha venido bien para no ver todas las chapuzas que están haciendo», aseguraba. 

«Tenía muchas inseguridades a la hora de finalizar este libro», explicó Obregón. «Uno de sus deseos era publicar un libro que estaba escribiendo. Era agosto del 2018, se estaba haciendo un tratamiento muy agresivo y, con todo y eso, con todas las consecuencias. yo lo oía teclear por la noche», añadía. «Mamá estoy escribiendo un libro, lo que quiero cuando lo termine es donar todo a la investigación del cáncer. Se llama El chico de las musarañas. 'Que me decías desde pequeño: ya estás otra vez con las musarañas'», recordaba. 

«Ahí terminó todo, mi hijo no pudo finalizar este libro por culpa del maldito cáncer. He intentado cumplir su última voluntad. Tuve que esperar dos años para poder leer lo que había escrito. Se me ocurrió empezar todo desde el principio. He estado nueve meses encerrada con esto», proseguía.

«Está escrita por una madre con el corazón mutilado, con tinta roja de sangre. Quería que se publicara lo que había escrito mi hijo, yo no sé escribir, escribe mi corazón... Esta obra es un canto a la vida y a la muerte», dice emocionada.

«Es un homenaje a mi hijo, y a todos los valientes que con coraje luchan por vivir. Inspira a darnos cuenta de que la vida no está garantizada para nadie, crees que lo tienes todo y no está garantizado, es una lección de vida. He conocido el mundo de las plantas de oncología, donde están los enfermos terminales, pero con una sonrisa. Y otro mundo que era en el que vivía yo que era el mundo de las quejas, las críticas...», afirmaba.  

«Mi hijo, allá donde esté, estará feliz. Ojalá pudiera estar aquí sentado. No hay mayor tragedia que perder a un hijo. En toda tragedia hay un rayito de luz. Seguir su legado y cumplir sus deseos ha sido el mío», explicó. 

«No quería vivir, poco a poco he ido pensando que si no está aquí, no puede terminar las cosas que él quería, tengo que hacerlo yo», explicó recordando que hubo momentos en los que pensó en quitarse la vida.

Ana Obregón recibió una llamada de su hijo Álex después de morir

A continuación contó algo que ocurrió que para ella fue una señal definitiva de que debía escribir este libro. «He leído sobre las almas, que el ser humano es energía. No sé si debería contar lo que me me pasó... El día que tuvimos la primera reunión con la editorial, llegamos a una comida y puse mi móvil encima de la mesa. Me estaban intentando convencer, no sabía si tenía fuerzas...», continuaba. «Escribir el libro ha sido una catarsis donde he tenido que revivir momentos profundamente dolorosos. Entonces, empieza a sonar mi móvil y tenía una llamada de Aless. Se lo enseñé primero a Susana (Uribarri)... Como comprenderéis fue un momento mágico, su teléfono está en un cajón apagado desde hace años. Fue una señal, tengo que hacerlo», reveló. 

Ana Obregón aseguró que con la publicación del libro «cierro sus tres deseos: tener una hija, que se publicara su libro y hacer una fundación para investigar el cáncer con su nombre para investigar el cáncer, la Fundación Aless Lequio que estamos financiando proyectos importantísimos a nivel europeo del sarcoma de Ewing».

«Anita es un milagro, es lo que más deseaba mi hijo, nos lo pidió a Alessandro y a mí. Era su deseo de siempre, pero justo dos semanas antes fue lo que nos pidió. Pero ya con esto... No va a haber más bebés», explicaba, cerrando la puerta a una posibilidad que ella misma dijo en una entrevista. «Anita va a recibir todo el amor, el mío por lo menos, el de sus tíos que tiene 12, el de sus primos... va a tener una familia inmensa y cuando yo no esté va a estar más protegida que la hija de Robert de Niro», terminó lanzando una pulla a los que la han criticado por la edad, 68 años, con la que tendrá que criar a su nieta biológica.