La hermana del rey Felipe reaparece públicamente en Barcelona con un aspecto más juvenil y cuidado. Ya no es la que era, pero sigue llevando alianza
06 jul 2022 . Actualizado a las 14:17 h.Ya han pasado siete meses desde que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, por aquel entonces pareja, decidieran tomar caminos separados. Y, tras la ruptura de un matrimonio, cada parte se ve obligada a construir una nueva vida siguiendo sus propios estándares. La infanta ha decidido enfrentarse a este cambio radicalmente, marcando una línea definida entre lo que ya es su pasado y lo que, ahora, levanta sola.
Para pasar página cuanto antes, para avanzar, es habitual recurrir a la transformación física. Con un cambio en la apariencia uno se desliga simbólicamente de su pasado. Y los demás, atentos, lo perciben. Según informa la revista Lecturas, la hermana pequeña del rey Felipe ha conseguido dejar atrás una de las épocas más oscuras de su vida, y esto se refleja con un aspecto físico cada vez más cuidado y rejuvenecido.
Acompañada de su hijo Pablo, Cristina reapareció en Barcelona, donde acudió a un evento en el Cosmocaixa. Las señales de cambio fueron más que evidentes: en su físico, en su pelo y en su estilo al vestir.
Primero, llama la atención el peinado, que, sin abandonar su rubio característico, luce un aspecto más juvenil gracias a un corte en capas a la altura de los hombros. Tal y como informaba la revista, una de las primeras cosas que hizo tras la separación fue acudir a la peluquería. En su cuerpo se notan las sesiones de gimnasio, al que, también a raíz del divorcio, acude tres veces por semana para practicar algo de deporte.
No obstante, lo que más llama la atención a simple vista es su característica verruga cerca de la nariz, o, mejor dicho, la ausencia de esta. Según Lecturas, la infanta ha pasado por quirófano en los últimos meses para deshacerse de ella. Tampoco presenta cicatriz, ninguna marca del pasado. Su cara, acompañada de un cuidado conjunto de traje pantalón en tonos claros, se mantiene luminosa.
Quizás, lo más contradictorio está en sus manos. Aún lleva su alianza de matrimonio, que afirmó que no se quitaría hasta llegar el divorcio, que aún sigue en trámite.