Responde a quiénes dudan de la enfermedad de su mujer y tachan su separación de montaje
08 jun 2022 . Actualizado a las 18:24 h.«¿Tiene que suicidarse como por desgracia en otros casos, para que se sepa que es verdad? ¿Qué narices está pasando en este mundo? Ojalá fuese una mentira, porque no le deseo a nadie lo que ella está viviendo desde hace años, y por supuesto yo también como compañero de vida. Pero como ahora empieza a sonreír, ya no vale, ya es mentira…». Ezequiel Garay ha estallado contra todos los que ponen en duda primero la enfermedad de su mujer, Tamara Gorro, y también los que creen que su separación temporal (se acaban de dar una segunda oportunidad), fue un montaje.
«Nunca he hecho ninguna declaración sobre lo que lleva sucediendo estos meses. Pero es el momento de hacerlo, porque creo que todo tiene un límite y se está sobrepasando. Cuando mi mujer y yo nos separamos, recibía miles y miles de mensajes de pena, tristeza y apoyo, mucho apoyo… incluidos los medios de comunicación. Hoy estamos juntos de nuevo y se está diciendo que todo era una mentira y nadie se alegra», añade en un extenso comunicado.
«Estamos viviendo en un mundo al revés, en el que prevalece lo malo, sobre lo bueno. Nos alegramos cuando a las personas les va mal y criticamos cuando les va bien. Pongámonos de acuerdo, por favor, y demos ejemplo a esta sociedad y a las nuevas generaciones. Tuve que aguantar cómo se especulaba sobre mí y mi separación con mentiras. Dando voz a personas que inventan todo para hacer daño, qué triste», prosigue. «También quiero decir que estoy cansado de que se insinúe que la enfermedad de mi mujer es una farsa», continúa refiriéndose a la depresión severa que sufre desde hace tiempo Tamara Gorro, que incluso habría intentado quitarse la vida hace un tiempo.
«Dejemos que la gente se pelee, se arreglen o se separen de por vida, dejemos a la gente vivir su vida. Estoy convencido de que viviremos en un mundo mucho mejor. Termino diciendo que respeto el trabajo y opinión de cada uno (incluidos los medios) y así siempre lo mostré, pero la mentira no», termina muy tajante.
Nueva oportunidad
Este rotundo comunicado del exfutbolista llega apenas unos días después de que Tamara Gorro confirmase que se habían reconciliado. Con una romántica foto en blanco y negro de los dos juntos y la frase «Mejor juntos», entre corazones, la propia influencer confirmaba la feliz noticia. Un poco después compartía varias stories en Instagram donde se les veía a los dos riendo.
La pareja llevaba más de 12 años juntos y son padres de dos hijos, Shaila y Antonio. Tamara Gorro anunciaba ante sus seguidores el pasado mes de enero que se habían dado un tiempo, rota de dolor y sin poder evitar llorar. «Jamás hubiese deseado grabar este vídeo», comenzaba a explicar Tamara Gorro llorando. «Ezequiel y yo nos vamos a tomar un tiempo como pareja, nos vamos a separar, que no divorciar», anunciaba. Eso sí, ambos mantenían la «esperanza de volver a recuperar y de terminar la vida juntos», algo finalmente ha ocurrido.
Unos meses muy complicados
El caso es que en los últimos meses, y con motivo de la publicación de su último libro, Cuando el corazón llora, Tamara Gorro desvelaba algunos de los pasajes más traumáticos de su vida. De la relación con su padre, drogadicto y que terminó muriendo siendo una niña, su secuestro por parte de su familia paterna, los abusos sexuales que sufrió, hasta cómo la relación con Garay se fue deteriorando tras varios años viviendo fuera de España (primero en Portugal y después en Rusia), los problemas para quedarse embarazada y sus múltiples intentos, el nacimiento de Shaila por gestación subrogada y el embarazo de Antonio. Todo ello fue haciendo mella en la convivencia con el futbolista y terminaron dándose un tiempo.
Hace poco confesaba que Garay no quería tener más hijos después de todo el calvario que había sufrido primero con los intentos fallidos. Y que no la apoyó cuando en el 2017 ella intentó quedarse embarazada y finalmente lo logró de su hijo Antonio. «Él ni quería más hijos ni mucho menos que yo pasase de nuevo por todo lo que pasé con mi niña», aseguraba Gorro, que llegó a someterse a 18 intentos de fecundación in vitro sin éxito.
El caso es que durante estos meses separados, Tamara Gorro ha seguido hablando sin tapujos de sus problemas de salud mental e incluso aseguró que hace un tiempo intentó quitarse la vida. «Nunca me lo podré perdonar, y mis hijos no deberían perdonármelo nunca. Fui muy cobarde. Su mamá hubo un momento que dijo: ‘¿Qué hago aquí? Yo me voy'. Y les estaba quitando la vida a ellos, porque yo soy la vida de mis hijos», explicaba a Anne Igartiburu en una entrevista.