Nuevo vuelco en el caso de la muerte de Mario Biondo

Martín Bastos

INFORMACIÓN

CLAUDIO ONORATI

Una empresa logra identificar a las dos últimas personas que habrían visto con vida al marido de Raquel Sánchez Silva

02 jun 2021 . Actualizado a las 10:52 h.

Ocho años después de su muerte, el caso de Mario Biondo parece que acaba de dar un nuevo vuelco. La familia del cámara italiano, marido de la presentadora Raquel Sánchez Silva, nunca aceptó la versión oficial de su muerte, que habría sido accidental o un suicidio, y no ha dejado de investigar durante estos años. Los Biondo mantienen que Mario fue asesinado y además poco después del fatal desenlace, rompieron toda relación con su viuda, que llegó a denunciar una campaña de difamación en su contra a través de las redes sociales, donde recibía amenazas muy graves.

Ahora una empresa italoamericana, especializada en delitos telemáticos, habría descubierto la identidad de las dos personas que estuvieron junto al cámara de MasterChef la noche de su muerte. Lo ha hecho a través de sus smartphones, que se conectaron a la red wifi que compartía la pareja. El padre de Biondo, Giuseppe, declaró a La Razón que se trata de «un hombre, de unos cincuenta años y cercano a la viuda». La familia tiene la esperanza de que, con estas nuevas informaciones, se reabra el caso.

Ocho años de litigios en los juzgados

Empeñados en conocer el verdadero motivo de la muerte de Mario Biondo, sus familiares han estado intentando reabrir el caso en Italia y en España, y por ese motivo han ido revelándose escabrosos detalles de la vida del cámara y Raquel Sánchez Silva. Han realizado varias autopsias al cuerpo y llegaron a incriminar a su viuda en su supuesto asesinato.  En el año 2019 incluso se hizo público en un programa italiano llamado Le iene (Las hienas), que emite Mediaset, un extracto de la declaración de Raquel Sánchez Silva ante los fiscales italianos en los juzgados de Plaza de Castilla.

En un determinado momento, la extremeña perdía os nervios y pedía amparo al juez. «Necesito pedirle amparo, señor juez. ¿Por qué estamos hablando de mi móvil? Es mi vida privada. Yo, que soy ciudadana española, tengo que aguantar que me amenacen con investigarme en Italia, señor juez, no me parece justo».

Aludía a su teléfono porque previamente a Sánchez Silva se le escuchaba exponer que Mario Biondo había hecho varias llamadas repetidas a un número de teléfono. ¿A quién?, le preguntaban. «Alguien me dijo que era a alguien que vendía droga», respondía, asegurando no conocerle. El juez dudaba de su relato ya que, señalaba, ella tenía ese mismo número, el del traficante, guardado en su propia agenda. ¿Cómo sabía eso el fiscal? Porque, antes de morir, Biondo había hecho una copia de seguridad del móvil de su mujer en su ordenador, revelaba el fiscal a la presentadora.

En el mismo vídeo, Sánchez Silva insistía en que jamás vio a Biondo consumir drogas durante el tiempo que convivieron juntos. Sin embargo, en su declaración ante la Policía española había afirmado que su marido era «consumidor habitual». «Había varios mensajes SMS intercambiados con Nacho Leonardi (el vendedor)», le decía el fiscal. «Es mi intimidad, no me acuerdo», respondía ella. «Teniendo en cuenta que fueron varias llamadas y varios SMS resulta un poco incongruente o por lo menos incomprensible que no recuerde...», le replicaba.

Días después de su muerte, las especulaciones sobre lo que había pasado se dispararon e incluso se llegó a barajar la teoría de que Biondo falleció practicando algún tipo de juego sexual. Los rumores obligaron a Sánchez Silva a admitir que su marido «jugaba a estrangularse con su hermana cuando eran pequeños». Según la investigación, Mario Biondo realizó «búsquedas frenéticas por Internet de trapos sucios de su mujer». Poco después, Raquel Sánchez Silva aseguró a la policía que Biondo había pensado en quitarse la vida en al menos una ocasión y que realizaba prácticas de riesgo desde que era pequeño.

La justicia española dictaminó que se había tratado de un suicidio y que por lo tanto no había ningún indicio de muerte violenta, aunque la justicia italiana siempre ha dudado de ello y por eso sigue investigando.

La nueva vida de Raquel Sánchez Silva

La paz entre Sánchez Silva y los Biondo apenas duró tras el entierro del cámara de televisión y llevan años luchando en los juzgados italianos por reabrir un caso que la justicia española consideró un suicidio.

Mientras que la presentadora rehacía su vida junto a Matías Dumont y tenía dos hijos mellizos, los Biondo continuaban su cruzada. La denuncia interpuesta hace unos meses por la presentadora, recoge que años después de la muerte de Mario Biondo, al que conoció durante la grabación de Supervivientes, la presentadora «seguía encontrándose sometida a una campaña de acoso a través de redes sociales y con la ayuda del grupo Mediaset».

Los letrados de Sánchez Silva adjuntaban un documento con todas las acusaciones que los Biondo habían hecho sobre ella a través de las redes sociales. «Se está viendo sometida a una auténtica campaña de acoso por personas que, por increíble que parezca, la acusan de ocultar información relevante sobre este hecho, cuando no de ser la responsable directa», añadía el escrito.

La situación no era nueva para Raquel Sánchez Silva, que tuvo que declarar en Italia cuando se reabrió el caso, pero es cierto que la emisión de un documental sobre la muerte de Biondo emitido en el mes de octubre del 2020 recrudeció los ataques a través de las redes. La presentadora hace años que no habla de este caso.

Algunas de estas amenazas y ataques incluso harían referencia a sus dos hijos, por lo que la presentadora habría tomado la decisión de acudir a la justicia para protegerlos.