Una futura duquesa de Alba en camino

Martín Bastos

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16 abr 2020 . Actualizado a las 20:42 h.

La Casa de Alba solo ha tenido hasta ahora una duquesa por derecho propio: la inigualable Cayetana. Pero en un futuro todavía lejano habrá otra duquesa de Alba que ya está en camino. Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo esperan para el próximo otoño la llegada de su primer hijo, que será una niña, tal como avanzan esta semana las revistas del corazón. Dicen en sus páginas Semana y ¡Hola! que la futura madre se encuentra en el cuarto mes de embarazo y que lo está llevando sin complicaciones. Los duques de Huéscar se casaron en una multitudinaria boda en el palacio de Liria, de Madrid, el 6 de octubre de 2018. El bebé convertirá al actual duque de Alba en abuelo. Y, para ahondar en los problemas y el distanciamiento de esta familia, el portal Vanitatis revela que Cayetano Martínez de Irujo se ha enterado por la prensa de la futura paternidad de su sobrino.

Crisis sanitaria

Chenoa deja su boda en pausa. No es que Chenoa y Miguel Sánchez Encinas hayan decidido no casarse. Es que, al igual que tantas parejas que esperaban su boda con ilusión, han decidido dejar sus planes en suspenso debido a la actual crisis sanitaria y buscar una fecha mejor en la que sea posible reunir a sus invitados. La cantante ha revelado a la revista ¡Hola! que la boda estaba prevista para el 14 de junio, día en el que su prometido cumple años. «La boda está en pausa», explica la cantante sin saber muy bien qué sucederá con su enlace. Y es que a falta de una certeza sobre las futuras restricciones que dicte el Gobierno, Chenoa tiene claro que casarse se casará con su pareja, eso sí, que haya invitados ya es otra cosa. Otro motivo de nervios para la cantante es el trabajo de su pareja. Médico en un hospital de Madrid, Miguel ha tenido que hacer frente al brote de coronavirus desde la primera línea de batalla.

  

Noches en vela

Toñi Moreno, superada por la maternidad. Toñi Moreno logró cumplir en enero su sueño de convertirse en madre de la pequeña Lola, pero después del sueño ha llegado la vida real y la presentadora confiesa que está desbordada y todo es más difícil de lo que pensaba. «Las noches para mí son infernales, pero cuando me despierto y le veo la cara, se me pasa. Las madres saben de lo que hablo y los padres -confiesa-. Me resulta difícil todo, valoro muchísimo a las que son madres, no tienen ayuda y tienen tres o cuatro hijos. Nunca me había parado a pensar en lo difícil que es todo esto».