La nieta mayor del dictador ha finalizado los trámites para la obtención del título
22 jul 2019 . Actualizado a las 20:29 h.Carmen Martínez-Bordiú, nieta del dictador Francisco Franco, ha sido nombrada oficialmente duquesa de Franco con Grandeza de España. En mayo, el Rey Felipe VI firmó la herencia del título casi un año después de que el gobierno del PP autorizara la sucesión tras el fallecimiento de Carmen Franco. En mayo de 2018, el ministro de Justicia Rafael Catalá firmó la sucesión del ducado de Franco, que pasaba a ser propiedad de la nieta mayor del dictador Carmen Martínez-Bordiú. En Julio, ya con el gobierno socialista en el poder, el Boletín Oficial del Estado publicó la decisión, a falta de que Martínez-Bordiú abonara las tasas correspondientes, que suman unos 2.750 euros, para que el documento pudiera ser enviado al Rey y se añadiera su firma a la de la ministra de Justícia Dolores Delgado.
El ducado de Franco fue creado por el Rey don Juan Carlos para Carmen Franco Polo en 1975 por sus «excepcionales circunstancias y merecimientos». La primogénita de los marqueses de Villaverde solicitó al Ministerio de Justícia la expedición de este título. Gracias a la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios de 2006, que acabó con la prevalencia del varón a la hora de heredar títulos nobiliarios, Carmen Martínez-Bordiú se convirtió así en la hereda legal tanto del ducado de Franco como del señorío de Meirás. Por decisión de su abuela, Carmen Polo, este último título fue a parar en manos de Francis Franco, el tercero de los hermanos y actual marqués de Villaverde.
La nieta mayor de Francisco Franco, que actualmente se encuentra viviendo en Portugal con su pareja, el australiano Tinothy Mckeague, se apartó progresivamente de la vida pública tras el fallecimiento de su madre. El pasado mes de septiembre, se supo que la Agencia Tributaria obligó a Martínez-Bordiú a pagar 525.063 euros por un desfase a la hora de realizar su declaración de la renta, algo que ella misma se encargó de desmentir en un comunicado alegando que «declaré la totalidad de las cantidades oportunamente en forma y plazo y me acogí a una bonificación prevista en la normativa tributaria vigente». En dicho comunicado se afirmaba también que la deuda había sido completamente abonada y que en ningún momento entró en la vía ejecutiva.