La madre de Isabel Preysler habla por primera vez en un plató

la voz REDACCIÓN

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JuanJo Martin

Sus nietos, Tamara y Julio José, le dieron una sorpresa en el programa «Volverte a ver», de Carlos Sobera

23 feb 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Se llama Betty Arrastia, y es la madre de Isabel Preysler,  uno de los personajes más mediáticos de los últimos cincuenta años. Pero ella siempre se ha mantenido alejada de los focos. El viernes, dos de sus nietos, Tamara y Julio José, quisieron darle una sorpresa en el programa de Carlos Sobera, y lograron sentarla frente a las cámaras. 

A sus 95 años, Betty hizo gala de un gran ingenio y sentido del humor, a pesar de no estar acostumbrada a la exposición mediática. La propia Tamara reconocía que «le echa para atrás». Los dos hermanos, además, coincidían también por primera vez juntos en televisión, pero ambos estaban emocionados por poder sorprender a su abuela. Julio Iglesias Jr. confesó que cuando viene a España se lo pasa fenomenal con su abuela, que vive actualmente en casa de su madre. «Es una abuela muy especial -aseguraba-, siempre que vengo a España una de las razones por las que me lo paso mejor es por estar con ella en mi casa: desayuno con ella, almuerzo con ella, le pido consejos. Es maravillosa, una gran persona con un corazón gigante, te ríes mucho con ella». 

Uno de los momentos más buenos de la noche fue, sin duda, cuando Tamara confesó que su abuela fue quien consiguió que entrase en su vida la fe católica. «Es un ejemplo para mi -afirmó la hija de Isabel-, nunca dio su brazo a torcer. Y gracias a sus rezos consiguió que yo me convirtiera. Cuando le dije que me quería confesar, mi abuela tardó veinte minutos en encontrar a un sacerdote. No iba a perder la oportunidad de salvarme». Y añadió también que Betty era de misa diaria y en casa todos se metían mucho con ella por eso. 

«Oh my God, I didn't expect it» 

Cuando la madre de Isabel Preysler entró en el programa soltó un expresivo: «Oh my god, I didn't expect it!». Reconoció que nunca había estado en un programa de televisión. Pero no estaba nerviosa. Sus primeras palabras fueron para Isabel: «Tengo una hija maravillosa que vale su peso en oro». También tuvo unas emotivas palabras para sus nietos. «Mis nietos son maravillosos, no tengo palabras para expresar el cariño que les tengo. Ese cariño tan importante en la vida, que me sale del alma. Son dos chicos que me conocen bien y, cualquier cosa que quiera, me abrazan o me dicen 'ya se lo que quieres, Beba'». 

Afirmó también que sería imposible escoger entre sus nietos, y, aunque Sobera intentó que hablase de los maridos de su hija, ella, discreta como su hija, solo llegó a decir: «Mi hija Isabel está divinamente, estoy muy a gusto. Me han gustado todos mis yernos».