El mítico logotipo de Levi's retorna del pasado y conquista las calles de nuevo
17 jul 2018 . Actualizado a las 21:11 h.¿Qué tendrá este logo que nos vuelve locos? Del Resu al Portamérica, el verano se mide en camisetas. La de este puede que ya la tengas en casa. Si eres de los que guardaba bien los tesoros de la adolescencia esta camiseta de Levi’s, con su logo en rojo bien grande sobre el pecho, seguro que te suena. La misma con la que tú (o tu padre y tu madre) bajabas los fines de semana de julio siempre por dentro de los míticos vaqueros 501 y con unas Converse blancas en los pies.
La camiseta, tan simple como efectiva, forma parte de la nostalgia de la industria de la moda por marcas de los ochenta y los noventa. Y, también, por el resurgir de los logos. Este es el año de la logomanía, de presumir de etiqueta. Del bolso monograma de Fendi -del que no se separa Bella Hadid- a una simple camiseta blanca de manga corta. La de Levi’s, que recrea la pequeña etiqueta roja que llevan los vaqueros de la marca en el bolsillo trasero, es un éxito de ventas. Solo el año pasado, cuando el logotipo cumplió 50 años, la firma vendió seis millones de su básica en todo el mundo. ¿Su éxito? El precio, unos 20 euros, y su capacidad de conquistar a todos los públicos: los mayores porque recuerdan su adolescencia y los más pequeños porque sus ídolos las llevan en Instagram.
Pero hay más prendas nostálgicas. De la fiebre por las camisetas de Friends de Zara (con la mítica escena de Rachel vestida de novia en el sofá del Central Perk impresa en el pecho) al resurgir de marcas futboleras como Kappa. ¿Quién no se quedó hasta las tantas jugando una pachanga con un chándal de puños y el mítico logo de la doble silueta recorriendo el lateral de las perneras? Ahora son carne de festival musical y en las tiendas las camisetas con el logo de la marca italiana se venden como churros. Más firmas de los noventa que viven una segunda juventud este verano: Fila. Pasó de las clases de gimnasia en los institutos de los noventa, a objeto de culto en 2018. Sus Disruptor, zapatillas feas con suela bruta con el que seguro que te has cruzado más de una vez, son el modelo del verano.