El actor la veía como «demasiado decidida y ardiente» y eso, aunque le atraía, también le echaba para atrás
03 may 2017 . Actualizado a las 17:53 h.Javier Bardem se pensó dos veces salir con Penélope Cruz, su esposa, porque es tan «decidida y ardiente». Son contadas las ocasiones en las que nuestro actor más internacional concede una entrevista en la que hable sobre su vida personal y la revista QC británica ha logrado el más difícil todavía con una portada y una amplia charla con motivo del estreno de su última película, Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar.
El actor de 48 años confesó a la publicación que la pasión de la actriz madrileña fue lo que más le atrajo de ella, pero también lo que más le preocupaba de cara al futuro.
El matrimonio inició su actual relación durante el rodaje de Vicky Cristina Barcelona. El intérprete de 48 años admite que su esposa tiene la misma personalidad que su personaje en la obra de Woody Allen, María Elena, y por eso llegó a preguntarse si la madrileña era la adecuada para él. «Oh, chico. Ella tienen es espíritu de lucha. Hay escenas en las que discutíamos y ella me lanzaba platos. Me pregunté: ¿Realmente quiero esto para mí? Ella tiene eso que yo llamo sangre amorosa. Pasión por todo», añadió el canario.
Sin embargo, fue esa fuerte personalidad, «hermosa y sexy», lo que hizo que cayera rendido en su brazos. «Eso es lo que me parece atractivo. Hay belleza y hay que ser sexy. Penélope tiene ambas cosas», continuó. Dos años después del rodaje de la cinta junto al cineasta neoyorquino, Javier y Pe contrajeron matrimonio y llevan felizmente casados siete años. Fruto de esta unión nacieron sus hijos Leonardo y Luna, de seis y cuatro años, respectivamente.
Asimismo, el hijo de Pilar Bardem admitió pasarlo realmente mal con las escenas de violencia, a pesar de que muchos de sus personajes son un colmado de maldad. Una pelea en la juventud, que tuvo como consecuencia la rotura de su tabique nasal, fue el detonante de esa fobia. «A partir de ese momento no pude soportar la violencia», señaló la estrella. Pero a pesar de esa aversión, Bardem protagonizó No es país para viejos, una cinta cargada de crueldad. «Deberías haberme visto fuera de cámara, haciendo a Anton en esa película... cuando la cámara dejaba de rodar le rogaba a los hermanos Coen que me quitasen de la cara aquella pistola», señaló el oscarizado.