SÍ HAY UNA CIFRA Sin entrar en particularidades, los «family banker» estiman con cuánto dinero tenemos una economía saneada. Si tu nómina te ahoga sigue al menos estas claves: gasta con control y deja espacio para el ahorro y el ocio.
11 mar 2017 . Actualizado a las 19:30 h.Loquillo quería un camión para ser feliz. Roberto Carlos un millón de amigos y Carrie Bradshaw unos Manolo Blahnik. No hay límites a la hora de ponerse a soñar con la felicidad, y mientras para algunos disfrutar de una mañana soleada con un café representa el paradigma de lo idílico, otros tienen sus expectativas mucho, mucho más alejadas. En lo relativo a la satisfacción económica entran factores como el estatus social, el nivel cultural, la localización geográfica o la situación familiar. Pero, ¿puede decirse que hay un umbral a partir del cual uno se sienta feliz económicamente? Atendiendo a generalidades, sí. Solo hay que tener cubiertas una serie de necesidades -y poder hacer frente a pequeños placeres- para decir a boca llena que lo que ingresamos al mes nos satisface personalmente. Eso sí, esto también implica un ahorro mensual. No todo iba a ser un camino de rosas. «La serenidad financiera se logra cuando no hay sobresaltos y nuestros gastos y nuestro ahorro no superan nuestros ingresos. Parece obvio, pero hay familias que no tienen un control adecuado sobre sus finanzas, que no saben en qué se les va el dinero, y eso genera sobresaltos, tensiones y situaciones angustiosas». explica Ivonne Pousa, responsable de Banco Mediolanum en Galicia. Y añade: «Si además de tener claro cuánto ingresamos y cuánto ahorramos y gastamos, planificamos nuestro futuro financiero, aumentaremos la tranquilidad con la que afrontamos ese futuro y nos permitiremos soñar: porque la planificación deja espacio a los sueños». Si eres de esos cientos de gallegos que ahora mismo están suspirando, pensando que esas jornadas maratonianas de trabajo culminan con una nómina que no alcanza para el desahogo diario y cuando llegan las facturas te acuerdas de toda la familia de Maslow y su pirámide, sigue leyendo: quizás nunca te habías parado a pensar en lo sencillo que puede resultar encontrar la estabilidad económica. Y te sorprenderá, pero quizás tu sueldo no se aleje de lo que los family banker consideran un salario óptimo para ser felices. Al menos, en el noroeste español.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que los gastos se dividen en cuatro grupos: la vivienda, la comida -y educación en el caso de tener hijos-, el transporte y los gastos variables. Es decir, ropa, ocio, tecnología, regalos, viajes... Y después está el ahorro, para el que también hay que tener en cuenta cuatro períodos de tiempo. Es indispensable guardar unos euros mes a mes para imprevistos -averías, por ejemplo-. Después habría que hacer caja para un ahorro a medio plazo para cuestiones como un cambio de coche y otro que se plantea para mucho más adelante y que estaría pensado para cuestiones como la compra de un piso o el pago de la universidad de los hijos. Que tire la primera piedra quien cumpla a rajatabla estos requisitos tan básicos. Y eso que, según Ivonne Pousa, «aún debemos dejar algo para la jubilación y la vejez».
Todo esto está muy bien, pero hablemos en casos prácticos. Desde el Banco Mediolanum proponen tres modelos de familia que, salvando particularidades, reflejan a buena parte de la sociedad gallega. El primer caso sería un joven de unos 28 años que tiene un vehículo de gama baja, que vive de alquiler y cuya afición principal es el running. ¿Cuáles serían los ingresos ideales para tener una economía saneada? Unos 1.600 euros. Con esto, tendría para enfrentarse a sus gastos sin problema, puede gastarse algo más de 300 euros al mes en ocio, regalos o viajes y ahorraría lo suficiente (215 euros) para cubrir las necesidades que vayan surgiendo.
Si eres de los que está inmerso en la treintena, vives con tu pareja y tienes un hijo que no hace más que sacudirte la cartera, vivís de alquiler y tenéis un coche, Ivonne Pousa cree que en casa tendrían que entrar alrededor de 2.600 euros. La cifra asciende a los 4.150 euros «en una pareja de unos 45 años, de clase media alta que tienen dos hijos en edad escolar que comen en el cole y van a actividades extraescolares, cuentan con dos coches y tienen una hipoteca de 180.000 euros». En este caso, además de asumir facturas, gastos relacionados con los vehículos, comida y ocio, el ahorro a corto y medio plazo «debería incluir el cambio de los dos coches en unos años y una partida para la liquidación anticipada de la hipoteca. Además, debería guardarse dinero «en el que estuviese presente un plan de ahorro para cada hijo y para la jubilación», comenta Pousa. Así, el ahorro mensual debería oscilar en torno a los 1.000 euros.
Si todo esto resulta complicado, espera a que el dinero se empiece a ir por lo que los expertos denominan el «agujero negro». Sí. Ese dinero que se va en cañas, primitivas, la O.R.A del coche... y no sabes qué pasa con él. Pues a partir de ahora, para triunfar, hay que tenerlo muy presente.
PRESUPUESTOS MENSUALES TIPO
Pareja con 2 hijos
45 años, hipoteca, 2 coches
4.150€
Pareja con 1 hijo
35 años, viven de alquiler, 1 coche
2.650€
Persona que vive sola
28 años, alquiler, 1 coche
1.600€