La descafeinada y más pelota entrevista de Pablo Motos a Isabel Pantoja en «El Hormiguero»

La Voz

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La tonadillera acudió al programa de Antena 3 donde fue tratada como una verdadera diva y ni respondió algunas preguntas ni pronunció varias palabras tabús

31 ene 2017 . Actualizado a las 18:05 h.

Isabel Pantoja regresó a un plató de televisión con una entrevista descafeinada, enlatada y con palabras tabús, llena de preguntas amables y cierto peloteo por parte de un Pablo Motos que confesó que había disfrutado mucho escuchando un disco «lleno de canciones». 

Con un look totalmente negro, formado por un top de lentejuelas, pantalón pitillo y zapatos de tacón, Isabel Pantoja entró saltando en el plató y fue ovacionada por las fans que llenaban el plató. «¡Isabel, Isabel, Isabel!», coreaban, mientras sonaba de fondo la canción Se me olvidó otra vez

Pablo Motos resaltaba que era la única entrevista que iba a hacer en España y destacaba que «sé que te han ofrecido muchas cosas y dinero, y te agradezco que hayas venido aquí gratis». A continuación le preguntaba cómo estaba después de estos años. «Han sido dos años difíciles, intensos, dolorosos, aún estoy saliendo psíquicamente, a través de mi trabajo y la gente que me adora. Estoy mejorando día a día», confesaba Isabel Pantoja. 

Como si de una broma se tratase (que no lo era), ya que la relación de Isabel Pantoja con su madre Ana ha sido parodiada hasta la saciedad y es uno de los tópicos que rodean a la tonadillera, Motos le preguntó si su madre le estaría viendo. Pantoja le mandó un beso y explicó que sí, que se llaman cada dos horas. «¿Y de que habláis?», inquirió Motos. «Cuando viajamos en coche para saber que vamos bien, saber si hemos parado, para ella es una tranquilidad, explicaba Isabel Pantoja. 

«Aún me habla como si tuviese cinco años, para ella soy su niña. Para mí, mi madre es lo más importante junto a mis hijos», explicó. También recordó a los que seres queridos que le faltan: «He tenido mucho tiempo para hablar, para pensar, para saber lo bueno, lo malo lo regular...».

Motos habló de cuando murió mi padre, y explicó que un día se dio cuenta de que «ahora soy yo más mi padre». «Ahora soy yo, mi padre y Paco, están ahí por siempre, nadie se va del todo mientras se recuerde día a día», apostilló Isabel Pantoja.

También recordó a Juan Gabriel, fallecido de forma repentina en agosto. «Ha sido el tercer más palo más fuerte de mi vida, yo y Juan Gabriel éramos compadres, tuve la gran suerte de ser compañera artística, amiga íntima, admiradora, enamorada eterna de sus canciones, de su forma de ser, he amado a Juan Gabriel en todo, fue un golpe muy duro, él me estaba esperando...», afirmó.

La entrevista estuvo cargada de palabras tabús como «ese lugar de cuyo nombre no quiero acordarme», refiriéndose a la cárcel. Y siguió hablando de Juan Gabriel. «Él eligió los temas. Dejé temas grabados como para tres discos. Eligió el título, los temas, la portada del disco... Quedé con él en el mes de septiembre para irme para ya pero ya no pudo ser...».

«Hablar de Alberto sin emocionarme es muy difícil porque me quedé con las ganas de verle, pero no pudo ser... pero le llevaré siempre en mi corazón y en mis canciones», prosiguió una Isabel Pantoja emocionada.

El disco fue una de las partes fundamentales de la entrevista, en la que Isabel Pantoja explicó que «me marché a Cancún, lo grabé hace tres años y han hecho un disco de sinfónica que es una maravilla, es impagable para los artistas, y me la ha regalado».

La entrevista tenía una sorpresa: la llamada de un Kiko Rivera en plena campaña de lavado de imagen, donde pretende dejar su imagen de vida ajetreada y de excesos, para convertirse en un padre de familia asentado y dedicarse a su música. «Solo quiero decirte que te amamos, nos sentimos superorgullosos de ti. Me encanta verte feliz, y verte pasándotelo tan bien con mi amigo Pablo», afirmó Paquirrín.

Y a continuación se escuchó el rap de Kiko Rivera que se incluye en el disco. «Jamás me hubiese imaginado, nos dedicamos a género totalmente diferentes. La vamos a liar, la vamos a liar», explicaba

Isabel Pantoja sacó la madre que lleva dentro y hizo un alegato a favor de su hijo. «Tiene un mérito increíble, lo que ha logrado, dos discos de oro, lo ha logrado solito».

Y Pablo Motos recogió el testigo de los disco de oro de Kiko Rivera para entregarle a ella su disco de oro por las ventas de Hasta que se apague el sol.

Kiko Rivera se despedía con otro pasteleo entre madre e hijo: «Me siento orgullo, es un ejemplo a seguir como madre, persona y artista, es la número uno. Ha sido muy complicado para toda la familia, y verla ahí tan a gusto como ella se merece, es inevitable emocionarse», insistía.

Pablo Motos pronunciaba una de las frases más bizarras de la noche. «Un país culto tiene que cuidar a sus artistas. Y yo que te sigo... a veces se mezclan tu arte con otras cosas que te pasan con tu vida», explicaba el presentador. Isabel Pantoja esquivó la pregunta y prosiguió explicando sus rituales antes de salir al escenario: «Yo pienso me encomiendo, tengo mi preámbulo antes de salir, lo que pretendo es darle a mi público lo que realmente quieren que es escucharme cantar y que todo salga bien».

Y a continuación, en otro de los despropósitos de la noche, narró los problemas para cenar ella y su equipo después de los conciertos, que claro, todos los restaurantes están cerrados y tiene que tomar un «sandwich en el room service». Un verdadero drama, por supuesto.

No faltó la promoción de su gira ni el momento en que Isabel Pantoja se arrancó a cantar a capella el tema con el que inaugurará sus conciertos, Del olvido al no me acuerdo.

Motos se convirtió en un fan más y hasta le dio un pico a Pantoja. Ante preguntas que no le gustaban, Pantoja contestaba con el nombre del disco Hasta que se apague el sol. Y tiró de tópicos para no responder a las preguntas, nada incómodas, que le hizo Motos. «Lo más importante es la salud», explicó.

Repasó su relación con los paparazzi. «Todos los días no te levantas igual, pero hay preguntas que luego no las ponen y que son para chincharte, para cabrearte y lo que ponen es la respuesta que tu das, no le tengo miedo a mis respuestas, hay que tener miedo a lo que preguntan ellos».

Pablo Motos habló de algunas de sus frases que han pasado para la historia como la «¡cómprate una vida». «La chavala era educada pero era un poco 'jartible', le dije 'eres muy jovencita, y dedicarte a esto tan joven, ¿tu tienes vida?, ¡cómprate una vida cariño, cómpratela, y déjala la mía!', dijo de ese polémico Isabel Pantoja.

Y sobre la de «Dientes, dientes, que es lo que les jode», la inolvidable recomendación que le hizo a Julián Muñoz cuando eran pareja y los perseguía la prensa rosa, tiró de nuevo de tópicos. Hay que reírse las tristezas vienen solas, para tres días que vamos a vivir... lo pasado pasado... y quiero pasar el mayor tiempo sonriendo, tengo tres nietos, dos hijos, mi madre con salud, tengo un público que me ama, no lo siguiente no, lo ante siguiente. Solo le pido a dios salud para disfrutarla. A mi sobrina que la amo, a mi sobrina», insistió d enuevo.

Pablo Motos le preguntó si en ese corazón había sitio para el amor. «¿Dónde está la puerta? Tengo mi corazón tan lleno de amor, que ese tipo de amor no me pasa por la cabeza. No entra ni un hilito de luz, de momento. Porque no puedo decir que de este agua no beberé», afirmó.

El presentador explicó que habían cenado hacía unos días y que Isabel Pantoja le había confesado en lo que se fija de los hombres. «En los dientes y en los zapatos lo primero», le dijo Motos. «Es que para mí la limpieza es fundamental, soy un poquito maniática, si veo unos zapatos sucios salgo corriendo».

Isabel Pantoja confesó que era para ella un día feliz: «Es estar en casa, estar con mi familia, despertarme y ver a mi madre con salud, es lo máximo, después de todo lo que se ha pasado, poder abrir las puertas de mi casa y salir al caso, dar un paseo, encender la chimenea, comerme un potaje de lentejas, o un bocadillo. Ir a la playa no puedo, ya sabéis, las más cotidianas ahora mismo le doy muchísimo valor a todo. No se sabe hasta que no se pasa».

Y cómo son los días malos le preguntó Pablo Motos: «Eso de la noche a la mañana no se te puede quitar, aunque me vean tan fuerte, tan echada para delante, soy una mujer muy frágil pero sí soy valiente. Pero no me puedo permitir el lujo de vernirme abajo, no le puedo hacer eso a mi familia ni a mi publico. En mi cuarto doblo la ropa, cambio el armario, escucho música, miro lo del vestuario, entretengo mi mente, que aún está a medio camino», explicó.

Tras la familia, Isabel Pantoja también recordó a su perra, Sisí. «Le queda un solo diente. Me la regalaron en un programa de televisión hace 14 años, duerme conmigo, sabe cómo estoy», explicó. Y recordó que su hija le puso Isabel Pantoja Martín, pero lo acortaron.

El programa varió sus típicas secciones para centrarse únicamente en la visita de Isabel Pantoja, que bailó, hizo gazpacho y hasta cantó dos temas. Se despidió de una forma muy emotiva de Pablo Motos, que le hizo una de las entrevistas más pastelosas que se recuerdan de El Hormiguero, donde no hubo ni una sola pregunta incómoda y en la que la trataron como una verdadera diva, a la que parece que no se la podía importunar.

«Ha sido un honor estar en tu programa. Me salio del corazón venir, me he sentido muy feliz, da a gusto cantar en directo, todo en directo. Me ha encantado conocerte. Voy a venir más veces. Y para España, un beso muy fuerte para todos, espero que haya sido del agrado de todos he podido cantar mi disco y me siento superfeliz... Gracias», se despidió Isabel Pantoja.

Pablo Motos parecía un fan enloquecido más de Isabel Pantoja, y no el presentador gracioso y con cierto aire impertinente al que tiene acostumbrado al público del programa. Nada que ver con la entrevista a Mercedes Milá la semana pasada, por poner un ejemplo reciente.