Automóviles más seguros y duraderos con garantía asturiana

OFRECIDO POR FICYT

IN ASTURIAS

Este proyecto, financiado por el Principado de Asturias a través de FICYT, permite desarrollar ensayos para agilizar las comprobaciones de seguridad de los componentes de los vehículos

25 jun 2024 . Actualizado a las 08:21 h.

En un mundo donde la seguridad en el transporte es una prioridad ineludible, los automóviles ocupan un lugar destacado en los esfuerzos por proteger vidas humanas. Cada vez que una persona se pone al volante, deposita su confianza en una compleja combinación de componentes y sistemas diseñados para asegurar que su viaje sea lo más seguro posible. Desde los frenos hasta los sistemas de suspensión, pasando por la estructura del vehículo, cada pieza juega un papel vital en la integridad del automóvil.

La innovación y la mejora continua de estos componentes no solo incrementan la seguridad, sino que también garantizan la durabilidad y la eficiencia económica de los vehículos. En este contexto, proyectos como el financiado por el Principado de Asturias a través de la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación de la Investigación Científica Aplicada y la Tecnología (FICYT) y con la colaboración de PMG Powertrain R&D Center SLU, son esenciales para el desarrollo de métodos que aseguren la rápida comprobación y mejora de los componentes automovilísticos.

El equipo de trabajo que ha puesto en marcha este proyecto, liderado por Cristina Rodríguez, está formado por el grupo de investigación SIMUMECAMAT, de la Universidad de Oviedo. SIMUMECAMAT está formado por profesores e investigadores de diferentes ámbitos (materiales, estructuras, ingeniería mecánica) cuyo principal objetivo es la investigación del comportamiento en servicio de componentes y estructuras y la posterior transferencia de ese conocimiento a las empresas. Así, en función del tema concreto que sea necesario afrontar, el miembro del grupo con el perfil más apropiado actúa como investigador principal, pero contando siempre con el apoyo del resto de integrantes. «También contamos con la participación de alumnos de doctorado, de máster e incluso de grado que de este modo comienzan a familiarizarse con problemas industriales reales y que son contratados mediante la financiación obtenida», detalla Cristina.

Cristina Rodríguez también destaca la estrecha colaboración mantenida, durante todo el proyecto, con investigadores de la empresa PMG Powertrain R&D Center SLU. Su papel de empresa asociada es crucial porque «es la que plantea el problema inicial, la que ayuda a la toma de decisiones en aspectos que tienen que ver con la fabricación de los productos y la que recibe el fruto final de dicha investigación». Todos los miembros de PMG que formaron parte de la investigación han estado pendientes en todo momento de su evolución y se involucraron en todas las tareas que se han ido realizando.

El triángulo de cierra con la aportación de FICYT, cuya financiación ha permitido -además de poder asumir la contratación de una joven investigadora encargada de la caracterización experimental- cubrir el 80% del presupuesto necesario para afrontar la investigación. «Sin dicha financiación habría sido imposible el desarrollo y fabricación de una máquina específica para la realización de los ensayo de fatiga».

Mejora continua: clave para la seguridad en el automóvil

La seguridad al volante no es un estado estático; es el resultado de un proceso dinámico de mejora continua de los componentes del automóvil. Este enfoque de mejora constante permite que las innovaciones tecnológicas se implementen rápidamente, asegurando que los vehículos en las carreteras estén equipados con las últimas y más efectivas tecnologías de seguridad. El objetivo primordial de proyectos como este -apoyado por el Principado de Asturias- es desarrollar métodos de ensayo que permitan una comprobación ágil y precisa de los nuevos componentes. Esto no solo acelera su incorporación a los vehículos, sino que también garantiza que cada nueva pieza cumpla con los estándares más altos de seguridad y rendimiento.

En el competitivo y exigente sector automotriz, la fabricación de vehículos debe equilibrar tres premisas fundamentales: ligereza, economía y, sobre todo, seguridad. La búsqueda de este equilibrio es un desafío constante que impulsa a la industria a innovar continuamente en sus procesos de fabricación. Los componentes deben ser lo suficientemente ligeros para mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones, pero también deben ser robustos y fiables para asegurar la protección de los ocupantes. Mantenerse a la vanguardia en esta industria requiere una dedicación incesante a la mejora de procesos y materiales.

El desafío de la innovación en componentes complejos

Uno de los ejemplos más representativos de este desafío se encuentra en la fabricación de componentes para las cajas de cambio de los vehículos. Estas piezas, caracterizadas por sus complejas geometrías, exigen métodos de producción avanzados como la pulvimetalurgia, un proceso que, a partir de polvos finos y tras su compactación, proporciona piezas de cualquier geometría, mediante calentamiento en una atmósfera controlada para la obtención de una pieza concreta, generalmente piezas pequeñas de gran precisión.

Cada modificación en el proceso, por muy pequeña que sea, necesita ser rigurosamente comprobada para garantizar que no comprometa la integridad del componente. Si el cambio no cumple con los estándares deseados, debe ser rechazado. Sin embargo, si la modificación representa una mejora, es esencial que se incorpore al proceso de fabricación lo antes posible para mantener el vehículo en la vanguardia de la seguridad y la eficiencia.

El proceso de verificación de estos componentes puede ser largo y costoso, lo que representa un desafío significativo para las empresas que buscan minimizar estos tiempos sin sacrificar la calidad. El proyecto financiado por el Principado de Asturias aborda este problema mediante el desarrollo de técnicas experimentales que permiten una caracterización mecánica mucho más rápida de los componentes. Esta innovación no solo acelera el proceso de mejora continua de los vehículos, sino que también incrementa su seguridad y fiabilidad, asegurando que cada nuevo avance tecnológico llegue al mercado de la forma más eficiente posible.