«Inculcar el cariño por la música a través del disfrute», así es la escuela de jazz Meidinerz

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Manuel Molina, Cristina Montull, Raquel García, Diego Parada y Horacio A. García, profesores de la escuela de música Meidinerz
Manuel Molina, Cristina Montull, Raquel García, Diego Parada y Horacio A. García, profesores de la escuela de música Meidinerz

Centrada en la música moderna y el jazz, esta escuela ubicada en Gijón ofrece clases de diversos instrumentos musicales

14 abr 2025 . Actualizado a las 17:12 h.

La música es para muchos un acompañamiento fundamental en su día a día, está presente cuando hacen deporte, en sus celebraciones o en sus fiestas, les acompaña de fondo durante las comidas y les emociona en otras muchas ocasiones. Pero hay quienes no se conforman con escucharla y deciden sumergirse de lleno en el mundo musical. Existen muchos géneros musicales, la música clásica, el pop, el rock, la música moderna o el jazz. Estas dos últimas son el eje central de la escuela de música gijonesa Meidinerz, que este año celebra su décimo aniversario.

Hace diez años que un trío de músicos asturianos decidió juntarse para crear lo que hoy se conoce como la escuela de música Meidinerz. Se trata de Manuel Molina, destacado en su carrera como baterista en múltiples grabaciones discográficas y giras nacionales e internacionales realizadas con el cantautor Nacho Vegas desde 2001. A él se sumaba Cristina Montull, quien inició su carrera musical desde pequeña con el método Dalcroze, que combina el lenguaje musical con la expresión corporal. Completaba el trío el músico Horacio A. García, quien tras varias experiencias como guitarrista y teclista en grupos de rock a principios de los años noventa y tras trabajar como técnico de sonido e iluminación, así como de compositor, comenzó a estudiar contrabajo con los maestros Andrey Feigyn y Fulgencia Crespo.

Fueron estos tres asturianos quienes comenzaron a dar vida a la actual escuela de música. «Tocábamos juntos desde hacía muchos años y teníamos un grupo de jazz en conjunto», explican. Y aunque a lo largo de estos diez años han sido varios los músicos que han acompañado al trío original al frente de las clases, sus últimas incorporaciones fueron Diego Parada y Raquel García. Diego Parada comenzó a tocar la guitarra en su infancia y rápidamente se interesó por la música afroamericana, el jazz, el rock and roll y soul y formó parte de bandas locales como Pussy Lovers o Los Osos. Por su parte, Raquel García, estudió dos años de canto en el Conservatorio Profesional de Oviedo y desde los doce años se ha formado en técnica vocal.

Ensayo de la escuela de música Meidinerz
Ensayo de la escuela de música Meidinerz

La música como labor social, este fue el objetivo desde el principio de estos fundadores de Meidinerz; acercar la música a todo aquel quienes pueda interesar. Por ello, a día de hoy, esta escuela musical oferta multitud de clases individuales y colectivas en las que la música jazz y la música moderna son el eje principal. En lo que a lecciones individuales se refiere, Meidinerz oferta clases de bajo y contrabajo, de la mano de Horacio García, a clases de batería, junto a Manu Molina. No quedan atrás las lecciones de piano bajo la dirección de Cristina Montull, las de guitarra con Diego Parada, o las de canto con Raquel García. Aunque esta escuela cuenta además con algunas clases colectivas, como la música en movimiento, las clases de cajón, la armonía,improvisación y composición o los asesoramientos para grupo.

Otras de las asignaturas «fundamentales en la formación musical» son las clases de combo o conjunto musical, a través de las cuales los alumnos de esta academia gijonesa pueden poner en práctica los conocimientos adquiridos. Con el objetivo de mostrar sus dotes, una vez al trimestre los alumnos de esta escuela musical se reúnen en su propio club de música para dar pequeños conciertos frente a sus familiares y compañeros. Aunque el plato grande viene a final de curso. El próximo 22 de junio, los músicos de la escuela Meidinerz ofrecerán su concierto anual en el escenario del Jardín Botánico de Gijón, un recital de música abierto a todo el público, que tan solo conlleva el pago de la entrada al recinto.

La escuela Meidinerz da cabida a alumnos de todas las edades, «nuestro alumno más pequeño tiene siete años, pero también tenemos mucha gente jubilada», explican los profesores. Esta escuela gijonesa, es además una oportunidad para toda aquella gente que «ya había tenido un acercamiento con la música, pero que lo habían dejado aparcado y que ahora, tiempo después, lo quieren retomar».

«Intentamos inculcar el cariño por la música a través del disfrute», comentan. Meidinerz ofrece un vínculo con la música más cercano en el que sus alumnos pueden compartir sus aprendizajes y disfrutar de cada una de las notas musicales. Además, «nuestro objetivo es que la gente descubra el jazz y la música moderna».

Las jam session son otra de las actividades claves de esta escuela musical. En ellas los alumnos pueden demostrar todo aquello que llevan preparando durante meses. «Las organizamos desde la escuela, pero son abiertas. Nuestra idea principal es hacer afición y atraer al público al jazz, que es una música minoritaria». Según reconocen los propios profesores del centro, muchos de sus alumnos, «sobre todo los más jóvenes, nos traen canciones que les gustan y ni siquiera saben que es jazz».