Miguel Watio, ilustrador afincado en Gijón: «Me gusta que todas mis obras cuenten una historia»
GIJÓN
Las ilustraciones de este artista sevillano reflejan el encanto de cada uno de los rincones de la ciudad
25 dic 2024 . Actualizado a las 18:19 h.Su peculiar estilo, su reconocible paleta de colores y el reflejo de la ciudad de Gijón a través de su arte, han hecho que las ilustraciones de Miguel Watio, originario de Sevilla y afincado en Asturias desde hace más de 20 años, conquisten el corazón de los gijoneses. Este año, el artista sevillano ha sido el encargado de ilustrar el cartel de la 42ª edición del Concurso de Escaparates de Navidad de Gijón.
Miguel Watio aterrizó en Gijón hace ya más de 20 años. Tras varios meses buscando trabajo como electricista sin éxito, decidió darle una oportunidad a su gran pasión, la pintura. «Intente probar suerte y empecé a exponer donde podía, centros culturales, cafeterías...». Hasta que un día se presentó su gran oportunidad, Amador Fernández, descubrió las pinturas de Watio y desde entonces, «he podido hacer hasta cuatro exposiciones en la que para mí es la mejor galería de Asturias, la galería Cornión».
Aunque la carrera profesional de Miguel Watio comenzó desarrollándose en la pintura tradicional, la ilustración pronto llamó su atención, aunque asegura «fue algo casi casual». «Siempre me ha encantado la fotografía, principalmente la callejera. Empecé haciendo fotos por ahí y al ser dibujante y pintor, pensé en darles a las fotografías un enfoque distinto». Bebiendo de su estilo pictórico favorito, el pop, Miguel comenzó a crear nuevas obras de artes llenas de historias.
Si algo caracteriza las láminas de este artista es que son creadas a través del dibujo digital. «Es igual que dibujar en papel, pero en esta caso se utiliza una tablet. Tiene sus ventajas, por ejemplo, si te equivocas no desperdicias tanto papel. Además es una herramienta muy útil a la hora de componer y de seguir la gama de colores que yo tengo personalmente establecida y que caracterizan mi obra», explica el artista.
El mercado del sur, el Molinón, la playa de San Lorenzo, la librería Paradiso o el Savoy, sus obras dan vida a los lugares más emblemáticos de la ciudad. Para Watio su fuente de inspiración se esconde entre «los locales y rincones que me transmiten a mí algo personalmente, que tienen un encanto personal o que para alguna persona puedan significar algo».
Aquellos lugares por los que el artista pasea en su día a día se encuentran ahora reflejados en sus reconocibles ilustraciones. «No se trata solamente de una postal para el turista», explica el pintor. «Creo que la mayoría de la gente que compra mis obras son de aquí. Les gustan por les toca la fibra sensible, ven reflejados sus barrios o los establecimientos que llevan viendo toda la vida».
Otra de las grandes características que identifican los personajes que aparecen en sus ilustraciones y que, de cierta manera, llenan de vida la imagen. «Me gusta que todas mis obras cuenten una historia, que tengan algún personaje que camine o pasee por delante los edificios o del paisaje». De su arte tampoco se han escapado La Regenta, de Oviedo, El grito, de Edvard Munch, o La Gioconda, de Leonardo da Vinci.
El alcance del arte de Miguel Watio ha crecido exponencialmente desde sus inicios, hasta llegar incluso «a trabajar con tren tiendas de Gijón e, incluso, trabajar por encargos». Además, una de las imágenes del artista ha sido seleccionada para ser el cartel del Concurso de Escaparates de Navidad de Gijón, organizado por la unión de comerciantes.
Una noticia que el artista recibió con ilusión. «Se pusieron en contacto conmigo porque les gustaba mi trabajo y me propusieron hacer el cartel de este año». En esta ocasión, optó por una reinterpretación de sus obras en la que se refleja el tradicional Árbol de la Sidra, situado en el paseo del puerto deportivo, en esta versión, decorado al más puro estilo navideño.
Ahora el artista sevillano se prepara para la publicación de su primer libro, un ejemplar que recogerá todas sus obras inspiradas en la ciudad y que espera salga a finales del año que viene.