El grupo gijonés Pauline en la Playa presenta «Los días largos», su último trabajo: «Parece que cinco años son suficientes para que te echen de menos»
GIJÓN
Las hermanas Álvarez volverán a los escenarios gijoneses el próximo mes de enero
03 dic 2024 . Actualizado a las 13:12 h.Cinco años después de su último lanzamiento las hermanas gijonesas, Alicia y Mar Álvarez, conocidas musicalmente como Pauline en la Playa, regresan al panorama musical con el lanzamiento de un nuevo disco. Los días largos mantiene la esencia poética y cercana que el grupo lleva conservando a lo largo de los años.
Pauline en la Playa es un referente para la música independiente de los años 90, ahora, 25 años después de aquel primer disco, Nada como el hogar, su música continúa arrasando entre su público más fiel. En una entrevista concedida a La Voz de Asturias, Mar Álvarez habla del proceso de creación de este nuevo álbum y del comienzo de su nueva gira.
—Para alguien que aún no haya escuchado Los días largos, ¿qué se puede esperar de este nuevo álbum? ¿Mantiene la misma línea que los anteriores?
—Sí, la línea del Pauline continúa, aunque ha tenido momentos de evolución, en 25 años que llevamos nos ha dado tiempo poco a poco a reinventarnos y a retocar alguna cosa. De disco en disco se va viendo como la cosa cambia un poco, pero en el fondo sigue siendo lo mismo. Son canciones de autor, que cuentan lo que nos pasa y hablan de nuestras vida; siempre desde una mirada un poco poética a lo más cercano.
Exponemos siempre nuestro imaginario un poco personal, nuestras metáforas, nuestra manera de contar las cosas. Son discos de cierta una intimidad también, tranquilos, sosegados, donde cada canción tiene un poco el aire que pide.
Este disco, quizá, es un poco más envolvente, ayudándonos de los sintetizadores y de una producción un poco más ensoñada. Por ahí van los tiros. En otros tiempos, hemos tenido una producción con más arreglos, hemos venido con cuerdas, con vientos, con metales, y esta vez, hemos estado un poco más minimalista, en ese sentido, pero las canciones siguen siendo esencia Pauline, con una mirada a lo cotidiano un poco poética.
—¿Cómo ha sido el proceso de creación de este último álbum?
—Pauline realmente se inspira en lo que le rodea. Nosotras hablamos un poco de lo costumbrista, de lo cotidiano, del amor, del desamor, de nuestra vida. Van pasando los discos cada cierto tiempo, ahora parece que cada cinco años es una frecuencia cómoda para nosotras, somos gente que trabajamos en otras muchas cosas y que tenemos otros proyectos que exigen de nuestra creatividad.
En ese sentido, cuando estás componiendo, estás con la guitarra y de pronto sale algo que dices «uy esto es Pauline», lo ponemos en común y a partir de ahí nos ponemos a trabajar juntas. Es ese momento en el que todo empieza a tomar forma. Cuando ya hay dos o tres canciones en marcha es cuando notamos que quizá haya un disco queriendo emerger.
—¿Qué canciones de Los días largos mantienen la esencia de Pauline y cuáles son más disruptivas o puedes sorprender más al público?
—Creo que ya en el disco anterior se veía venir un poco este. Cada disco es como si fuera un procedimiento casi encadenado, es una cadena de eslabones que se van uniendo uno a otro. Hay algo rupturista y continuista en todos. Siempre encuentras una manera de pasar de un disco a otro con alguna novedad. Por ejemplo, en el disco anterior, el limpiar arreglos de instrumentos, de estos trucos que te contaba de cuerdas y vientos, para irnos más a los sintéticos. Quizá esto fue un posible eslabón nuevo, una novedad y en este último disco, Los días largos ahondamos aún más en ello. Como cada canción tiene lo que pide, no te se decir en una lista de las que son más Pauline y cuáles lo son menos, porque para mí lo son todas.
—Tras 25 años en el panorama musical, ¿cuál es la clave del éxito? ¿Qué factores son claves para que Pauline en la Playa siga adelante?
—Para nosotras el éxito es poder seguir haciendo discos. Nunca hubo un plan en nuestra manera de hacer música. Sabemos que tipo de música hacemos, que no es una música comercial, ni una música deudora de una moda o de un momento. Hacemos una música muy nuestras, que sabemos que tiene un cierto número de seguidores, de fans y de gente a la que le gusta muchísimo y le encanta y que, además, da la casualidad de que son muy fieles. Eso nos permite tener mucha libertad, porque sabemos que lo que hacemos tiene una repercusión en un público que es lo que queremos cuidar.
A partir de ahí, toda la gente que nos descubra es maravilloso. Hay gente muy joven que incluso no había nacido cuando el proyecto comenzó y de pronto te descubre y nos echa la vista atrás en la disgrafía y te dice «es una maravilla, me gusta todo lo que hacéis, voy a ir a vuestros conciertos a comprar vuestro discos y a seguirnos». Eso siempre suma, pero en el fondo para nosotras la clave es que sigan saliendo canciones para Pauline, es lo fundamental.
—En anteriores ocasiones habéis sacado los discos de mano de productoras como Subterfuge, pero en estos dos últimos discos habéis optado por la autoproducción, ¿por qué habéis tomado esta decisión? ¿Ha sido un cambio para mejor?
—Entramos en Subterfuge porque nosotras teníamos otro grupo antiguamente que era Undershakers, fue la banda con la que empezamos en esto de la música. Era una banda íntegramente formada por mujeres, éramos todas amigas y teníamos entre 14 y 19 años, te lo puedes imaginar. Con ese grupo firmamos el primer contrato discográfico con esta productora.
Pauline nace en paralelo a esta banda, un poco en el contexto de Subterfuge, de hecho, Carlos Subterfuge es el primero que nos ofrece grabar. Nos hace un contrato y grabamos unos primeros discos con él. A partir de ahí,cuando nos mudamos de Madrid a Gijón, el proyecto se queda en manos de Siesta, que es otra discográfica independiente con la que sacamos un par de discos. Estábamos a gusto, pero en el penúltimo disco, en El Salto, tomamos la decisión de hacerlo absolutamente todo por nuestra cuenta.
Actualmente, somos nuestra discográfica, nuestra editorial, nuestra productora y decidimos todo: pensamos cómo va a ser la portada, cómo va a ser el vídeo, cómo va a ser la producción, dónde lo vamos a masterizar y eso nos da mucha paz. Es muchísimo más trabajo, pero, por otro lado, somos las dueñas de todo lo que rodea lo que sacamos y eso es algo que para nosotras es importante; poder tener la última decisión en todo.
—Asturias y Gijón se ven reflejadas en vuestra música.
—Sí, mucho. De hecho, Pauline nace con un primer EP que titulamos Nada como el hogar, que lo hacemos en Madrid. Allí estuvimos emigradas cerca de 10 años entre una cosa y otra y es ahí donde empezamos a echar mucho de menos Asturias y Gijón. Aunque veníamos constantemente, nos hizo más artística.
Gijón es nuestro hogar, nuestra casa, donde está la casa familiar, es nuestro entorno musical. Tenemos el cantábrico ahí batiendo, delante de casa literalmente; hasta el amor, la familia, los amigos, los padres, todo tiene un poco para nosotras un poso suficientemente importante para que tiña todo lo que es el universo Pauline.
—Volviendo un poco al inicio de todo, ¿cómo entra la música en vuestra vida? ¿Qué importancia cobra la Librería Paradiso en vuestro desarrollo musical?
—Alicia y yo —Mar— crecemos en una casa llena de libros y de discos. Nuestro padre es el dueño de la librería Paradiso. Desde pequeñas éramos unas crías muy creativas, jugábamos muchísimo. Tuvimos una infancia de mucho juego, hacíamos imitaciones, obras de teatro; tenemos vídeos que menos mal que no había redes y se quedarán siempre en la intimidad. Hemos jugado mucho, hemos visto millones de películas.
Al final, nuestros padres no era una gente que nos metiera a calzador o nos obligara a ir a millones de actividades, pero, por ejemplo nosotras aquí en Gijón estuvimos en Quiquilimón, una escuela de teatro para críos un poco estrella. Allí los márgenes para la creatividad y para la libertad eran enormes. Luego, estuvimos en el grupo de teatro del instituto. Y cuando empezamos con toda la movida de los grupos, enseguida empezamos a ir a conciertos.
Por Paradiso para todo el mundo. La librería recoge la música de los años 70, de los 80 y la de los 90. Es algo que al final te hace estar en contacto con toda la vida cultural de tu ciudad. Gijón es una ciudad en la que la cultura y eso se nota. Nosotras en nuestra casa fuimos testigo de todo esto gracias a la librería. Por poco creativo que sea uno, parece que todo el contexto te lo pone a favor.
—¿Sentís que Los días largos ha tenido una buena acogida?
—Sí, yo creo que sí. Siempre nos sorprende la cantidad de gente a la que llega y a la que le gusta esto que hacemos. Al final, no dependemos de la respuesta, por lo que no estamos muy pendiente de ella. Tenemos una vida profesional al margen, mejor dicho, paralela, mi hermana con la editorial, La Fabriquina, yo con la escuela musical, Sonidópolis. Pero cada vez que Pauline tiene una nueva vida en un nuevo disco la respuesta es maravillosa. Siguen ahí porque realmente nos echaban de menos.
Entre eso, que los medios responden bien y que el disco tiene su hueco nos da mucha alegría. Como tampoco es una frecuencia grande, parece que cinco años son suficientes para que te echen de menos.
—De cara al futuro, ¿tenéis algún proyecto entre manos?
—Ahora estamos con este disco y el proceso siempre es largo, no de manera pretendida, pero es el ritmo que claramente nos encaja con el resto de nuestra vida. Estos últimos cinco años han sido estupendos porque hemos podido ir con mucho mimo, mucha paz y mucha tranquilidad, ir confeccionando unas canciones que juntas conforman este disco.
Se han quedado canciones fuera, obviamente, pero esas canciones que se quedan fuera, no sé si quedan para otro disco o ya se quedan para que se las lleven los ríos y se queden por ahí flotando. Cuando va saliendo un disco de Pauline lo vamos viendo y no nos metemos ninguna prisa.
Ahora nos apetece llevar Los días largos al directo. La primera fecha potente es el miércoles 8 de enero en el Teatro Jovellanos, enseguida se podrán ver las entradas a la venta. Ese es nuestro punto de partida para intentar pasar un 2025 de conciertos, pudiendo movernos con la banda que hemos grabado: con David Casillas, al bajo y al contrabajo, con Eva Díaz a la batería; y con Cristina Montull. Vamos a intentar montar un directo que nos permita movernos por todas las salas y los festivales que podamos. El directo es mágico y es cuando la gente te puede venir a ver, charlamos con ellos y pasamos un rato maravilloso.