Fresca, seca y preservada, una nueva forma de entender el mundo de la floristería en Gijón

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Floristería Botambi
Floristería Botambi

Botambi abrió sus puertas hace ya casi cinco años, desde entonces se ha convertido uno de los negocios de éxito de la ciudad

20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las flores son un clásico, se dan en San Valentín, como regalo en alguna celebración y también decoran en Halloween. Las flores son luz, color e incluso olor. Pueden ser un bonito recuerdo de un momento especial. Aunque sea un regalo de los de toda la vida, no significa que el mundo de la floristería no pueda evolucionar. En los últimos años han surgido nuevos tipos de ramos hechos a partir de flor seca o preservada, una opción que no necesita de agua y que se conserva mejor en el tiempo. Es la alternativa por la que Lucía Fuertes optó hace ya cinco años cuando decidió abrir su negocio en Gijón. 

En noviembre del 2019, Lucía Fuerte abrió las puertas de Botambi, una floristería especializada en flor seca y preservada, un negocio que rompía con lo establecido y que resultaba una gran novedad en la ciudad. Desde el inicio su carrera profesional estuvo relacionada con la naturaleza, aunque nunca llegó a pensar que su destino sería abrir un pequeño comercio en Gijón. Lucía Fuertes pertenece a la última promoción de licenciados en Biología, un hecho que trastocaría su inicio en el mercado laboral. «Me pilló el cambio de plan, fue todo un poco confuso y un poco agobiante. No veía estudiar un máster y tampoco el hecho de opositar. Estaba un poco agobiada por como fue el final de carrera. Luego, por motivos personales y familiares, el tema laboral tardó un poco en arrancar», explica Fuertes.

Lo que esta joven asturiana no sabía es que una esporádica visita a una floristería de la capital asturiana marcaría el resto de su trayectoria. «Casualmente, un día entré en una floristería de Oviedo a preguntar si tenía eucalipto seco. De aquella todavía no conocía la flor preservada. Fátima, la dueña del negocio, quien después fue mi mentora, me explicó la diferencia». Fue en este momento en el que a Lucía se le despertó el interés por el mundo de la flor. Sin embargo, formarse en este ámbito «es complicado, hay pocos cursos y son caros. Fátima me advirtió de que el mundo floral engañaba un poco, que era muy guapo pero también muy duro y que conllevaba mucho esfuerzo. Pero me abrió las puertas de su negocio y me enseñó lo necesario».

Floristería Botambi
Floristería Botambi

El amor que sintió Lucía por esta profesión la llevó a crear su propio negocio. Pero antes de empezar a emprender debía escoger dónde hacerlo. Siendo ella de Oviedo y su pareja de Langreo, ambos decidieron comenzar un nuevo proyecto de vida en Gijón. «Nos gustó Gijón porque ofrece todo lo bueno de una ciudad, pero mantiene la esencia de comunidad, se ve mucho barrio. Hay mucho pequeño comercio. Además, se apoya mucho al comercio local con iniciativas como los bonos».

Finalmente, en noviembre del 2019 nació Botambi con un nuevo modelo de floristería que apenas se había visto anteriormente en Gijón y en la que se pretendía trabajar de una forma diferente a la tradicional. El compromiso de Lucía con el medio ambiente fue una de las claves. «Desde el principio tenía claro que no quería trabajar con esponja porque es muy contaminante, tampoco con plástico. Esto complica un poco la logística, sobre todo para las bodas o para eventos. Lleva mucho trabajo extra, pero compensa porque el impacto ambiental es muchísimo menor».

Otro de los factores que diferencian a Botambi de una floristería tradicional es el trabajo por encargo, aunque los inicios no fueron fáciles. «No quería tener que esperar a que la gente entrase y pidiese. En la floristería tradicional se desperdicia mucha flor, por eso trabajo un 90 % por encargo. Quería combinar el trabajo a puerta cerrada con la atención cara al público, aunque al principio es complicado porque tienes que fidelizar la clientela».

Floristería Botambi
Floristería Botambi

Por ello, Lucía optó por hacer uso de las redes sociales, que aunque suponen un trabajo extra, «es una forma de llegar a más gente». A través de las redes, la joven florista ha creado una gran comunidad. La colaboración con los comercios de la zona, a través de los calendarios de Adviento también ha ayudado a la proliferación del negocio. El boca a boca fue otro de los grandes aliados para la ovetense, «la mayoría de la gente que viene es porque repite o porque les han regalado algo de aquí».

Flor fresca, seca y preservada

Pero su compromiso con el medio ambiente y su trabajo por encargo no es lo único que diferencia a Botambi. Al contrario que la mayoría de floristerías tradicionales que solo trabajan con flor fresca, Lucía decidió incluir también la flor seca y la preservada. ¿Pero cuál es la diferencia entre los tres tipos? «La flor fresca tiene un movimiento y una luz que el resto no tienen, sin embargo, también se diferencia en la durabilidad. Lo fresco es lo que menos dura; lo seco, lo intermedio; y lo preservado, lo que más. El precio también va en escala. A veces la gente prefiere invertir un poco más y conservar, por ejemplo, su ramo de novia, durante más tiempo».

Una nueva era para Botambi

Con el inicio del otoño, Lucía Fuertes ha decidido iniciar una nueva etapa en la floristería marcada por los mercadines y los talleres, aunque ya los había llevado a cabo en anteriores ocasiones, «ahora la idea es hacer uno cada mes».

Floristería botambi
Floristería botambi

Tras casi cinco años en funcionamiento los conos Botambi, los jarrones personalizados o las letras de musgo ya se han convertido en unos de los grandes clásicos de los regalos entre los gijoneses. Aunque las campañas de temporada son otros de los grandes éxitos de la floristería, Halloween o Navidad son fechas señaladas para Botambi, pero sí hay una se lleva la palma, es el día de Ramos. «Es mi mayor campaña, hago palmas personalizadas y siempre busco que sean algo diferente e intento ofrecer diferentes opciones. Lo hago todo con mucho mimo».

A escasos días de su quinto aniversario, Lucía Fuertes se muestra satisfecha con su emprendiendo, aunque asegura, su gran asignatura pendiente es «la página web, se que eso va a facilitar las cosas, pero también tengo claro que no quiero perder el trato más personal con el cliente: Estoy segura de que no será una web para meter las cosas al carrito y ya», explica Fuertes.