La primera modelo «curvy» de España es de Gijón: «En campañas de tallas grandes me han pedido que adelgace»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Eva María Pérez Llano
Eva María Pérez Llano Miguel Angel Fernández

Eva María Pérez Llano comenzó en el mundo del modelaje gracias a su participación en una campaña para combatir desórdenes alimentarios, desde entonces la gijonesa no ha parado de romper moldes dentro de la industria de la moda

16 oct 2024 . Actualizado a las 11:50 h.

Hace ya 26 años que Eva María Pérez Llano rompió los moldes del mundo del modelaje. Consagrada como la primera modelo de tallas grandes de España, la asturiana continúa a día de hoy reivindicando una mayor amplitud de tallas y una mayor representación de todos los tipos de cuerpos en las pasarelas. A pesar de que, en las redes sociales, el movimiento body positive ha supuesto un gran avance, «aún queda mucho por hacer dentro de la propia industria», asegura la modelo.

Natural de Gijón, Eva María Pérez Llano tuvo muy claro desde pequeña a qué se quería dedicar. Su gran oportunidad llegó hace 26 años a través de la televisión: «En el telediario vi que buscaban chicas de tallas grandes para realizar un anuncio para combatir la bulimia y la anorexia». Con 40.000 pesetas —240,40 euros— en la cartera, Eva María salió por primera vez de Asturias en busca de sus sueños que no iban a ser fáciles de conseguir. «Ni te pagan el viaje ni la estancia. Además, tenías que llevar la ropa que ellos te decían, y yo no la tenía, porque hace 26 años era imposible encontrar ropa moderna», recuerda la modelo.

El primer cásting de la asturiana se convirtió desde el inicio «en toda una odisea. El día que llegué a Barcelona me pilló una tormenta, me cayó un salero encima de la comida, me pasó de todo ese día. Me acuerdo pensar que aquello iba por mal camino». Sin embargo, Eva María fue una de las cinco elegidas, entre las 190 participantes, para formar parte de la campaña. Un hecho que marcaría el principio de una carrera estelar en el modelaje.

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Tras su éxito en el cásting, la asturiana comenzó a estudiar en la Escuela Europea de Modelos, pero los comienzos nunca fueron sencillos. «Estaba muy contenta, porque cuando eres joven piensas que todo es jauja, pero cuando llegué de nuevo a Barcelona y avisé a la agencia de que ya estaba allí, me dijeron que me buscara la vida. Me quedé tirada, con poco dinero y sola. Al principio lo pasé fatal, no tenía casi para comer y estuve durmiendo en la calle». Pero Eva María encontró en la propia escuela un salvoconducto. «Allí conocí a mi profesora de fotografía. Ella me pagó mi book de fotos para empezar a buscar trabajos. A partir de ahí, cuando ya llevaba unos 15 días, empecé a trabajar como modelo».

Una fotografía de Eva María Pérez Llano que forma parte de un calendario por la lucha contra la anorexia y bulimia
Una fotografía de Eva María Pérez Llano que forma parte de un calendario por la lucha contra la anorexia y bulimia Hervas & Archer

Sin embargo, las cosas seguían sin ser sencillas. En un mundo desconocido para la asturiana, adaptarse a sus dinámicas fue complicado. «Cuando empecé a trabajar, me engañaron. Se quedaron con mi dinero diciendo que era todo para hacer publicidad y para aprender. Con el tiempo me fui enterando de que las mismas agencias se quedaban con mi dinero». No obstante, estos contratiempos no detuvieron a la de Gijón en su carrera profesional como modelo.

Eva María Pérez Llano se convirtió así en la primera modelo de tallas grandes de España, «así me lo hicieron saber en la agencia cuando entré». Esta peculiaridad despertó el interés de los medios de comunicación y la convirtió en la protagonista de uno de los programas de Televisión Española de la época. «Se llamaba Vidas Paralelas. Rodaban mi vida en directo. Era algo extraordinario que una chica con talla grande quisiera ser modelo. Empecé a ser conocida y a la gente le enganchó. Después de que salieran los cuatro programas que habían grabado, me volvieron a llamar porque la gente quería saber qué había sido de mi vida», recuerda.

Desde entonces, el éxito de la modelo asturiana no ha decaído. A lo largo de su gran trayectoria profesional, Eva María ha formado parte de importantes desfiles como la Semana de la Moda de Milán, entre otros. «Empecé a moverme, pero hubo mucha lucha detrás. Aún a día de hoy, cuando digo que soy modelo, la gente me cuestiona; te puedes imaginar hace 26 años».

Eva María Pérez Llano
Eva María Pérez Llano Miguel Angel Fernández

Y es que, aunque el auge del movimiento body positive en redes sociales ha sido un gran avance para aquellas mujeres de tallas grandes «que pueden empezar a sentirse identificadas», la industria de la moda apenas ha cambiado un cuarto de siglo después. «Es una vergüenza que antes se consideraba a una persona de talla grande a partir de la 48, pero ahora se empieza a considerar modelo curvy a partir de la 40. Tú me dirás si hemos avanzado o retrocedido», denuncia.

La falta de representación de cuerpos no normativos se extrapola más allá del mundo de la moda. «No hay representación en la televisión. En las portadas de las revistas tampoco se ve una modelo de talla grande; como mucho, puede aparecer alguna que sea más ancha de caderas, que tenga una 40». Una situación que se da, asegura, «por la sociedad machista en la que vivimos. A los hombres se les permite tener barriga, ser de talla grande, pero a las mujeres no. A las mujeres, cuando ya pasan de cierta edad y tienen una talla grande, directamente se les deja de dar visibilidad».

Las tiendas a pie de calle también reflejan esta realidad de la que no podemos escapar. Los maniquíes de los escaparates son, normalmente, de una talla 36 o 38, una situación que, según la asturiana, «atenta contra la salud pública. No entiendo por qué no obligan a las empresas a que haya representación en los maniquíes de las tallas que tienen dentro».

La situación no mejora cuando entramos dentro de los locales. A pesar de que algunas tiendas aseguran tener ciertas tallas, en muchas ocasiones, solamente se encuentran en la página web, lo que imposibilita a cierto público probarse la ropa antes de comprarla. «A mí, personalmente, no me influye, pero he dado charlas en institutos y muchas niñas acaban con anorexia o bulimia porque, cuando van de tiendas con sus amigas, no pueden comprar con ellas y terminan apartándose. Dejan de comer para ser una más».

Eva María Pérez Llano
Eva María Pérez Llano Miguel Angel Fernández

La industria de la moda está llena de incongruencias, según narra la propia Eva María: «En campañas de tallas grandes me han pedido que adelgace porque estaba muy gorda. Incluso en una ocasión, en un desfile, me senté donde la maquilladora y me dijo que ella solo maquillaba a modelos. Cuando le dije que era una de ellas, me miró de arriba a abajo con cara de sorpresa».

Por todo ello, Eva María Pérez Llano, conocida en internet como @yonosoy906090, utiliza sus redes sociales como medio para mostrar la realidad de una modelo de tallas grandes y dar visibilidad a su cuerpo y su trabajo. «Pongo mucho hincapié en dejar mi granito de arena». Aunque en muchas ocasiones la modelo asturiana se encuentra con grandes trabas en su lucha. «Me ha pasado de ir a una tienda y que me digan que no me pruebe ciertas cosas por si las puedo llegar a romper. No quiero que la gente se sienta inferior por no tener los cánones que la industria impone. No pienso tirar la toalla; con que a una persona le ayude, me vale».

«El cuerpo no lo es todo». En multitud de ocasiones, Eva María recibe comentarios como «¡ay!, qué guapa eres» o «¡vaya ojos tienes!». Sin embargo, «el quererme a mí misma y tener amor propio es cosa mía. A todos nos gustan los piropos, pero cuando yo no esté en este mundo, nadie se va a acordar de los ojos que tenía, pero sí dirán: “Oye, ¿te acuerdas de aquella chica que, gracias a ella, me vestí, me cambié...?”».

Fotografía de Eva María Pérez Llano en la película «Donde el viento me lleve»
Fotografía de Eva María Pérez Llano en la película «Donde el viento me lleve» Miguel Angel Fernández

Y es que la trayectoria profesional de Eva María no solo ha roto moldes dentro de su propia historia. Volviendo a sus inicios como modelo, la asturiana recuerda a una antigua amiga. «Era una chica que siempre andaba con ropa deportiva, camiseta ancha. Era la típica gordita acomplejada, no se arreglaba nada. Yo la insté a sacarse partido y, a día de hoy, aún me agradece aquel cambio radical que dio a su vida. Dejó de preocuparse por la talla y empezó a centrarse en sacarse partido y verse bien». Una historia que aparece reflejada en la película que la modelo gijonesa estrenó el pasado año, Donde el viento me lleve, y en la cuenta cómo ha sido su vida y trayectoria hasta el momento. 

Eva María insiste y reivindica en su lucha que «las mujeres somos más que números, más que unas arrugas o una cara bonita, más que una cuestión estética». Un mensaje que la asturiana espera termine calando en la sociedad y, también, en la industria de la moda que ha día de hoy continúa rigiéndose por unas «medidas perfectas», pero en ocasiones irreales.