Los curiosos objetos que se encuentran los serenos en sus rondas nocturnas por Gijón

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Un sereno de Gijón por el Paseo de Begoña
Un sereno de Gijón por el Paseo de Begoña Serenos Gijón

Los móviles, las llaves y las carteras son las pertenencias más extraviadas por los gijoneses

27 ago 2024 . Actualizado a las 09:30 h.

Al caer la noche, la ciudad de Gijón se encuentra salvaguardada por los serenos. Entre las labores principales de estos trabajadores nocturnos, se encuentran las de prestar ayuda a viandantes, vecinos y turistas, revisar las cerraduras de los locales, comprobar las ventanillas de los coches o dar la voz de alarma en caso de robo. Durante las rondas de vigilancia, estos trabajadores se encuentran multitud de objetos perdidos, algunos de ellos, de lo más curioso. Con el fin de llevarlos de vuelta con su dueño, desde hace más de dos años el equipo de servicio publica sus hallazgos en la plataforma X.

De 23.00 a 7.00 horas los serenos de Gijón recorren diferentes zonas de la ciudad con el fin de mantener el orden y la seguridad en las calles. A lo largo de sus múltiples paseos, estos trabajadores nocturnos se encuentran con una gran variedad de artefactos extraviados. Todos ellos son publicados en el perfil de Serenos Gijón (@serenosgijon) en X con el objetivo de devolvérselos a sus respectivos propietarios. A través de estos post, los serenos indican en qué lugar se ha encontrado el objeto y dónde lo han depositado.

Echando un rápido vistazo a su red social, fácilmente nos damos cuenta de que existen tres grandes protagonistas. Parece ser que las llaves, las carteras y los móviles son los tres objetos más perdidos en la ciudad de Gijón. Con el fin de facilitar la labores de búsqueda, los serenos publican en X fotografías de los DNI, tarjetas ciudadanas, tarjetas sanitarias, bancarias o cualquier otro tipo de documentación perdida extraviada dejando a la vista el nombre de los propietarios, sin comprometer ningún otro tipo de dato personal. Las gafas, los bolsos y alguna que otra prenda de ropa, como los guantes o los sombreros, son otros de los objetos más encontrados, aunque no son los únicos.

Estamos convencidos de que si usted perdiera los dientes se daría cuenta, no fue el caso del ciudadano que perdió su prótesis dental el pasado 3 de junio en la calle Ezcurdia. La dentadura, según indican, fue entregada a la Policía Local.

Hay incluso quien con las prisas se olvida de subir la compra a casa. El pasado mes de enero, los serenos se encontraron en la calle San José con un carrito de la compra de la compra junto a un bolso, los cuales fueron llevados a comisaría. Después de un largo entrenamiento, hubo alguien incapaz de llevar de vuelta su mochila del gimnasio hasta casa y dejó su petate militar, en el que portaba su equipo de boxeo, en medio de la calle Julio.

Un bastón para andar y un bastón para personas ciegas han sido otros de los curiosos hallazgos de este grupo de trabajo. Los objetos encontrados son, en algunas ocasiones, de carácter internacional, como el permiso de conducir británico hallado en junio de 2023.

Las historias de los serenos de Gijón son interminables, algunas de ellas con finales felices. En una de sus rondas nocturnas, uno de los trabajadores llegó a encontrarse un perro que se encontraba solo, aunque rápidamente pudieron localizar a la sueña, según contaban a través de la red sociales.

Entre las múltiples labores que los serenos desarrollan durante su servicio, se encuentra también evitar que se produzcan robos, comprobando, por ejemplo, que todos los negocios de la zona han echado bien el cierre. Aunque también lo hacen avisando a la policía si se encuentran algún coche con la ventanilla bajada o alguna bicicleta sin candar o si, como sucedió en la calle Agua, se topan con una moto con las llaves puestas. 

Los objetos personales no son los únicos extraviados. En más de una ocasión, los serenos de Gijón se han encontrado alteraciones en el mobiliario urbano de la ciudad, desde papeleras tiradas en el suelo, cabinas telefónicas rotas, cristales en el suelo, contenedores incendiados, pivotes derribados e incluso, hasta aspersores municipales fuera de control.

La historia de los serenos

Aunque, en España, este histórico oficio desapareció casi en su totalidad a finales del siglo XX, en 1999, Gijón fue la primera ciudad del país en recuperar la figura del sereno. El Servicio de Serenos de Gijón se creó con el objetivo de poner en marcha un servicio de empleo dirigido a colectivos desfavorecidos como mujeres, parados o inmigrantes. La idea de la recuperación de este peculiar oficio ha sido replicada en otras ciudades como Vitoria, Barakaldo, Vigo, Torrelavega o Murcia.

El equipo de trabajadores ofrece su servicio 364 noches al año, la única fecha en la que no recorren las calles gijonesas es el 18 de octubre, festividad del sereno. Su labor se desarrolla desde las 23.00 hasta las 7.00 horas y los barrios beneficiados en Gijón son el Centro, La Arena, Cimadevilla, La Calzada, El Natahoyo, Laviada, El Llano y El Coto, hasta la calle Feijoo.

Entre sus prestaciones, los serenos ofrecen servicios a los ciudadanos facilitándoles información, acompañamiento o auxilio, cuidando de los vehículos o ayudando a los transeúntes e indigentes. También prestan servicios a los establecimientos comerciales, controlando las luces, las ventanas o las puertas, acompañando a los dueños de los establecimientos o avisando en caso de urgencia. Además, prestan ayuda a los turistas, a las comunidades de vecinos y ponen su trabajo al servicio público.

Durante la pandemia del covid-19, los serenos salieron de la oscuridad de la noche y fueron los encargados de controlar y administrar el aforo de las playas cuando las restricciones sanitarias estaban en su máximo auge.