Camilo Benito, piloto acrobático: «Una vez empiezas a volar, no piensas, solamente disfrutas»

GIJÓN

El piloto participará en el Festival Aéreo de Gijón este domingo en un CAP10 en torno a las 13.00 horas
28 jul 2024 . Actualizado a las 11:22 h.Camilo Benito, colombiano de nacimiento y criado en Marbella, se ha consolidado como uno de los grandes pilotos acrobáticos del país. Su palmarés avala su gran dedicación en este deporte. Además, desde 2022, el piloto regenta su propia escuela de formación aérea. Este domingo, se subirá a bordo de un Cap10 para realizar espectaculares acrobacias dentro del Festival Aéreo Internacional de Gijón, que tendrá lugar sobre la Bahía de San Lorenzo a las 12.00 horas.
— El domingo participarás por primera vez en el Festival Aéreo Internacional de Gijón, ¿qué significa para ti poder participar en un festival como este y qué sensaciones tuviste cuando te dijeron que querían contar contigo?
—Sí, es la primera vez que voy a estar en Gijón. Me hace mucha ilusión porque antes de yo hacer ningún festival, era el primero de los espectadores. Siempre me hace ilusión cuando me llaman de un sitio nuevo para un festival. Hace cinco años, soñaba con ver los aviones aquí y ahora soy yo el que está volando. Procuro también decirme a mí mismo «no te olvides que esto que estás haciendo es muy complejo».
Me hace realmente mucha ilusión, es muy especial. Además, es volar muy lejos de casa, yo vivo en Málaga y esto es en la otra punta de España. Realmente, para mí es como ir a otro país. Es decir, voy a volar en el otro extremo de España y para otras personas.
—¿Cómo comenzaste en el mundo de la aviación? ¿En qué momento decides que quieres dedicarte a la aviación acrobática?
—Realmente lo de la aviación fue un poco a raíz de un trabajo que yo tenía. Hacía simuladores de vuelo en Madrid y pensaba que aprender a volar estaba solo reservado a gente que tenía familiares pilotos de línea aérea o ese tipo de cosas. No sabía que una «persona normal» se podía sacar la licencia. Con este trabajo de simuladores de vuelo me di cuenta de que hay escuelas en las que se puede hacer y, aunque no es barato, tampoco es algo prohibitivo.
A partir de ahí fui probando distintas modalidades de vuelo para ver qué existía. Estaba el vuelo a motor, el vuelo sin motor, el vuelo de montaña, etc.. Lo fui probando todo hasta que un día fui a Sabadell a probar el vuelo acrobático y me di cuenta de que volar boca abajo era lo que me gustaba de verdad. Y ya me quedé ahí, decidí seguir este camino, explorarlo y comprobar hasta dónde podía llegar.

—En tu carrera profesional como piloto acrobático has ganado varios títulos, como el de Campeón de España en categorías Advance y Deportiva y subcampeón por equipos. ¿Cómo se llega hasta esos niveles? ¿Cuál es la clave?
—El vuelo acrobático son cinco niveles y hay que ir paso a paso. Empiezas en el nivel que se llama elemental y vas subiendo. Luego va deportivo, intermedio, avanzado y, por último, ilimitado. Lo que hay que ir haciendo es entrenar. Esto es un deporte más, hay que ir a los aeródromos, buscar aviones acrobáticos adecuados, buscar instructores, etc. Yo me tuve que ir a Francia porque no encontré aviones para aprender aquí en España. Y cada mes y medio me iba. Con determinación, con perseverancia, iba año tras año subiendo de nivel.
Después, empecé en las competiciones y fui ganando algunos trofeos. Realmente, es mejor no ponerse ningún objetivo, sino ver hasta dónde eres capaz de llegar, porque el vuelo acrobático es muy complejo. Es un deporte de alto nivel en el que si te pones un objetivo demasiado alto te acabas frustrando y psicológicamente te vienes abajo. Por eso, hay que ver dónde puedes llegar, pelear contra ti mismo y, poco a poco, si te lo tomas con naturalidad y trabajas y te esfuerzas, llegarán las victorias, los trofeos y acabarás llegando al máximo nivel.
—¿Qué podemos esperar de tu actuación de este domingo? ¿Qué se van a encontrar los espectadores que se acerquen hasta San Lorenzo para disfrutar del espectáculo?
— El avión que voy a volar es un CAP10, un avión francés que lleva volando 40 años y es de los mejores aviones de formación que existe en el mundo. Es un avión que los pilotos tienen que aprender a manejar bien para darse cuenta cómo funcionan todos los efectos del avión. Yo lo que voy a hacer es una demostración de este tipo de avión en el cual te puedes empezar e iniciar en el vuelo acrobático y que, a partir de ahí, puedes llegar muy lejos.
Mi intención también es que la gente vea ese vuelo acrobático clásico de figuras bonitas, de bailar en el aire, de moverse en todos los ejes, pero con suavidad, con armonía. Son figuras acrobáticas, pero a la vez bonitas de ver. Hay otros compañeros como Juan Valverde, que también va a estar ahí, que va a demostrar los límites de la aviación pura y dura. Vais a ver a Juan Valverde volar en posiciones inverosímiles. Por mi parte, será mostraros todo el catálogo de vuelo acrobático, qué tipo de figuras se pueden hacer: verticales, looping, toneles, líneas de 45, resbales de cola. Que la gente lo descubra todo, que vea lo bonito que es y que se anime a probarlo.

—¿En qué piensa un piloto antes de montarse a avión para realizar este tipo de acrobacias? Y cuando ya está en el aire, ¿qué sensaciones se experimentan?
—Antes de volar, realmente, es un momento en el que estás concentrado porque son muchas las cosas que hay que preparar y tienes que hacerlas todas a la perfección. No puedes olvidarte nada, hay que hacerlo todo con seguridad.
Siempre es una especie de ritual en el que hacemos la inspección pre-vuelo del avión, comprobamos que el aceite está bien, que las superficies de control están bien y que el motor está correcto. Y ya nos vestimos con un mono de vuelo ignífugo. En este caso, al ser un vuelo encima del mar, tenemos que llevar también un chaleco salvavidas y, normalmente, también llevamos un paracaídas. Es un momento de mucha preparación. No te da tiempo a sentir esa emoción de que vas a ir a volar.
Una vez despegas, es como que ya te has quitado esa mochila de encima, en el momento de despegar ya es cuando empiezas a disfrutar. Una vez estoy en el aire, estoy tranquilo, me siento a gusto. Todo es llegar a la playa, visualizar la zona y luego empezar a volar. Una vez empiezas a volar, no piensas, solamente disfrutas. Y cuanto más disfrutas tú como piloto, más disfrutan las personas que te ven en el suelo.