Vanessa García, la mujer que se casará consigo misma en Gijón: «Ese día me reafirmo como persona que tiene amor propio»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Vanessa García
Vanessa García

El próximo 6 de julio tres mujeres asturianas contraerán matrimonio con ellas mismas en una ceremonia que tendrá lugar en el hotel 1907 Villa Gijón

03 jul 2024 . Actualizado a las 09:33 h.

A sus 37 años, Vanessa García ha decidido casarse consigo misma el próximo 6 de julio en el hotel 1907 Villa Gijón. Será una ceremonia pequeña, que contará con unos 30 invitados y que estará oficiada por Teresa Estay. La sologamia se basa en contraer matrimonio con uno mismo y, a pesar de no tener ningún tipo de efecto legal, para Vanessa supone «fomentar mi amor propio y compartirlo con mis seres queridos».

Vanessa García, natural de Oviedo y pintora de profesión, descubrió la sologamia a través de Tersa Estay, una de sus compañeras en la Asociación Cultural y quien será la encargada de oficiar el acto. «Un día me comentó que se había casado consigo misma, me pareció algo impactante. Desde ese momento comencé a indagar y a interesarme por el tema hasta que decidí que yo también quería hacerlo», recuerda Vanessa.

Su iniciación en este aspecto del amor ha sido todo un descubrimiento, desde entonces, en sus momentos de soledad la ovetense se continúa sintiéndose acompañada, «es como estar sola, pero seguir estando contigo misma. Es algo difícil de explicar, pero cuando viajas con tu pareja o con tu mascota, sientes que tienes a alguien ahí contigo. Esto es lo mismo, pero esa otra persona también eres tú». Por ello, hace tan solo dos meses Vanessa comenzó a organizar el evento nupcial, en el que no solo participará ella, serán en total tres mujeres las que se casen el próximo mes de julio. «Quería que fuera un evento en el que pudiera participar todo el que quisiera», comenta. No se tratará de una boda al uso, aunque sí contará con ciertos elementos tradicionales como el anillo o el ramo.

La celebración será una oda al amor propio. «Me encanta el amor, no solo conmigo misma, sino también con los demás. Tengo 37 años y sé lo que es tener pareja y convivir, pero he descubierto que me encuentro muy bien conmigo misma». Para Vanessa la celebración de la boda no es solo un acto simbólico, «ese día me reafirmo como persona que tiene amor propio y que me amo, me respeto y me cuido. La ceremonia es una forma de engañar al cerebro y de hacerlo tangible, para que en vez de quedar solamente en el cerebro, se siente realmente como un compromiso contigo mismo».

Los preparativos llevan su tiempo y, como es normal ante un evento como este, la novia se encuentra nerviosa. «Al principio se siente mucha euforia es como «ay madre que me caso», luego te das cuenta de todo lo que tienes que preparar». Vanessa ya ha encontrado el vestido de sus sueños. Al igual que la ceremonia, el color de su vestido de novia también será singular. «Voy a ir de rojo. Me probé vestidos de novia, pero sentía que no era lo que quería llevar. No me apetecía casarme de blanco». La alianza también está lista. «El hecho de comprar un anillo y grabarle mi nombre y la fecha le fue dando veracidad a todo esto. Empecé a sentir que lo iba a hacer de verdad. En ese momento sentí los pequeños efectos, está siendo muy impactante».

A pesar de la boda consigo misma, Vanessa no se cierra al amor tradicional. «Ninguno de los extremos es buenos y, aunque sí sé que hay gente que se cierra, la mayoría seguimos abiertos. Para mí esto es una forma de sentirme más empoderada. Desde que tomé la decisión siento que tengo más fuerzas y que estoy más comprometida. Me siento más segura a la hora de tomar decisiones».

Una ceremonia tradicional pero sencilla

Desde el primer momento, Vanessa gritó a los cuatro vientos su compromiso. A pesar del desconocimiento, la pintora encontró apoyo en los más allegados y, aunque en un principio les pilló de sorpresa, «ahora todos están muy ilusionados».

La ceremonia será el próximo 6 de julio en el hotel 1907 Villa Gijón, un lugar que enamoró a Vanessa desde el primer momento. «Amo el mar y este era el sitio ideal para casarme». Junto a ella llegarán al altar otras dos mujeres que también han decido llevar a cabo la sologamia. El acto comenzará a medio día y se alargará hasta las cinco de la tarde. «Primero se casará una de las chicas que ha decido optar por la intimidad pura y dura. Después, abriremos las puertas para que pasen los invitados y la familia. Yo seré la última en casarme porque quiero que todo esté organizado a la perfección». La celebración contará también con la participación de un Dj. «Al final, es como si fuera una boda tradicional pero sencilla. También hemos contado con la participación de dos wedding planners y con el apoyo de la directora del hotel, que desde el primer momento le interesó muchísimo la propuesta», explica.

Y como en toda boda que se precie, no faltará la luna de miel. Aunque Vanessa aún no ha decidido cuál será su destino, tiene claro que quiere «algo de montaña, de mar, de desconexión o en Asturias o en Cantabria. Solo quiero disfrutar un poco».

A pesar de que la ceremonia no tendrá ningún efecto legar, la ovetense no descarta que un futuro «se pueda legalizar, al igual que en algunos países está aceptada la poligamia». Vanessa invita a todo aquel que tenga dudas de si casarse con uno mismo a hacerlo, «la vida pasa, son momentos y este momento que yo estoy experimentando ahora es maravilloso».