Jaime Priede, director de la Feria del Libro de Gijón: «El modelo más mediático no nos convence, no genera cultura»

El próximo 19 de junio dará comienzo la octava edición de la Feria del Libro de Gijón. Un evento cultural y comercial que se desarrollará hasta el 23 de junio cargado de actividades literarias como mesas redondas, coloquios o talleres. Jaime Priede, director y coordinador de los eventos de la Feria del Libro, explica todas las novedades de este año.

—¿Cuál es la importancia de un evento cultural como la Feria del Libro para la ciudad de Gijón?

—La Feria del Libro comenzó en 2017, pero la organizaban libreros y editores. Ellos fueron los que, en un principio, tuvieron esa iniciativa y, con el apoyo del gobierno que estaba en aquel momento, comenzaron todo desde cero. Era una feria pequeñita. En el 2020 hubo un cambio, una nueva etapa en la que entra en juego el papel de un director externo, que soy yo, y un equipo de organización de la Fundación Municipal de Cultura.

La verdadera importancia de este evento, lo que aporta fundamentalmente a la ciudad de Gijón, digamos que es el comercio en torno al libro. Eso ha ido creciendo paulatinamente, sobre todo en los últimos cuatro años. Además de eso, nosotros, en este nuevo proyecto que empieza en el 2020, quisimos hacer paralelamente un programa cultural que realmente lo sea. Es decir, que vaya en paralelo a lo que es esa dimensión comercial y que ese programa cultural tenga una entidad propia. Queremos que la Feria del Libro de Gijón, aunque sea modesta y tenga recursos limitados, tenga una personalidad propia. Para eso, lo que hacemos es un programa que está basado en hilos temáticos y no en autores.

Para Gijón, supone tener un evento cultural anual donde realmente los lectores puedan estar en contacto con los autores. Nosotros no basamos los actos en un encadenamiento de firmas mediáticas, en la que los autores y autoras están un momento en la ciudad y se van. Pretendemos hacer coloquios, talleres, entrevistas, etc. Que haya un contacto de la ciudad con esos autores y también con los libreros y con editores que forman parte de esta feria. Generar un evento cultural en torno al libro que tenga actividades muy diversas para todo tipo de público y donde todo el mundo pueda sentirse partícipe. Queremos generar una feria para todo Gijón y también, por supuesto, para la gente que viene de fuera.

—¿Cómo se complementan ambos aspectos? Es decir, ¿cómo hacéis para desarrollar paralelamente la actividad comercial y el evento cultural?

—Durante todo el año estamos en contacto con los libreros y editores que participan. Yo creo que la suerte que tenemos aquí en Gijón es que todo el mundo va en la misma dirección. Desde las instituciones, la Fundación Municipal de Cultura, la Concejalía de Cultura, pasando por el sector del libro y el equipo de organización, todos estamos en muy buena sintonía. Cuando se trata de la Feria del Libro vamos todos a una. Eso genera un ambiente muy positivo. Incluso, las editoriales que vienen de fuera, que este año son casi la mayoría, unas treinta, de alguna manera también se unen o se contagian de ese buen ambiente y de ese compañerismo. Se genera un ambiente diferente al de otros eventos de este tipo. Nuestra idea desde el principio era precisamente esa, complementar lo que es una actividad comercial con un aire cultural. Hay muchas ferias, y es un modelo muy respetable, que se basan en autores y autoras mediáticos que firman ejemplares durante una hora o dos y ahí se acaba su presencia en el evento. Nuestro objetivo es que el autor deje cierto poso a través del acto que se celebra en la feria y que además puedan tener otros eventos dentro de la ciudad durante esos días, o bien en librerías, o bien en bibliotecas.

—En relación a los hilos temáticos que comentabas al principio, ¿cuáles nos vamos a encontrar este año?

—Este año tenemos tres: El periodismo que cuenta, Literatura y tecnología y Mucho cuento. Mucho cuento es un homenaje a la editorial Páginas de Espuma que cumple 25 años y que se dedicó desde el principio exclusivamente al cuento.

—¿En qué espacios se desarrolla la Feria del Libro este año? ¿En qué lugares de Gijón se van a llevar a cabo estas actividades?

—Tenemos un doble emplazamiento: el Paseo de Begoña y la calle de Tomás y Valiente. Este año, digamos que el espacio en Tomás y Valiente, que siempre era un poco más conflictivo porque era minoritario, va a contar con unas treinta y dos casetas. Por lo tanto, queda muy equilibrado con el paseo de Begoña. Ese doble emplazamiento surgió un poco obligado por la pandemia, pero decidimos mantenerlo porque nos parecía que así la Feria del Libro se desplegaba en más espacios dentro de la ciudad. La feria se desarrolla también en lugares como el patio del l Centro de Cultura Antiguo Instituto, donde se desarrollarán los actos que puedan tener más público, o la Escuela de Comercio, donde normalmente se realizan los talleres. Ambos espacios se conectan directamente con la feria. Luego, en Begoña, tenemos un par de carpas donde también se realizaran los actos.

—¿Qué actividades destacarías de este año? ¿Cuál crees que puede resultar más interesante?

—A mí lo que me parece realmente interesante es la diversidad. Tenemos unos cuantos talleres infantiles, algunos de ellos están conectados a lo que supone el mundo virtual y la inteligencia artificial en el arte. Nos parece muy interesante que desde edades tempranas vayan conociendo un poco de todo ese mundo que va a ser el suyo en unos pocos años.

Este año, hemos potenciado también la sección de zona joven, donde traeremos autores y autoras que leen la gente joven. Es decir, no forzamos a que los jóvenes se atraiga por otro tipo de lecturas, sino que queremos traer aquí lo que ellos leen para que puedan hablar con sus autores, para poder generar mesas redondas y para que sientan que la Feria del Libro también es para ellos. A esa edad se suele estar un poco en tierra de nadie.

Respecto a la más interesante, seleccionar una sola es complicado. A mi, lo que me hace especial ilusión este año es el hilo temático de El Periodismo que cuenta, porque se basa en un periodismo de fondo, un periodismo de reportaje con un trabajo de investigación a pie de terreno importante y que además utiliza los elementos propios de la novela para contar una historia real. Esto tiene mucho éxito, por ejemplo, en Hispanoamérica, donde hay revistas especializadas y donde tienen un número muy amplio de lectores.

Por ejemplo, va a estar aquí Martín Caparrós, que un es maestro y referente de este género de la crónica de no ficción en Argentina. Estarán también Manuel Jabois, Guillermo Altares, Pilar Bonet, Federico Bianchini, Lydia Cacho; periodistas tanto españoles como hispanoamericanos que trabajan este género y que me parecen muy interesantes.

—En la página web de la Feria del Libro se explica que queríais presentar una propuesta con un criterio más independiente y alejada de las editoriales más comerciales o de los libros más vendidos. ¿Cuál es el objetivo de este cambio? ¿A quién se le va a dar más visibilidad?

—Precisamente queremos llegar a autores más desconocidos y que la gente conozca nuevos nombres. El modelo más mediático tiene algo que a nosotros nos nos convence, que es la rapidez. ¿Para qué queremos tener una cola de 120 personas firmando que eso dure hora y media y que el autor, muy amable, seguro, pero que acaba esas firmas y se va a otro evento en otra punta del país? Eso no genera cultura. Por eso, más que por nombres, nos hemos basado en temas. Y después, dentro de esas temáticas hemos procurado que los autores sean de primer nivel. Unos pueden ser más conocidos y otros menos, pero seguro que van a interesar a cualquier persona que esté a lo largo del año más o menos habituada a la lectura y la literatura contemporánea. Lo importante es que todo el mundo encuentre algo que le interese en la feria. A partir de ahí, las diferentes casetas y editoriales tienen un catálogo impresionante y diverso.

—Este año, ¿hay algún autor destacado o algún autor que la gente espere con muchas ansias?

—Pues mira, este año tenemos sobre todo autores y autoras panamericanos que no habían estado en Gijón en ningún evento todavía, además de otros autores que tienen una estética muy diferente, como puede ser Mikel Santiago, que es un autor muy popular y que tiene muchos lectores. Tenemos a Blue Jeans, un referente de la literatura juvenil, que podrá hablar con sus lectores y lectoras. También estará Irene Solá que me parece una de las escritoras más interesantes que hay ahora en la narrativa española. Y luego, a través de ese homenaje que te comentaba a la editorial Páginas de Espumas, contaremos con la presencia de escritoras como Mónica Ojeda, Fernanda García Lao o Eloy Tizón. En general, hay nombres muy interesantes.

—Dentro del evento cultural de la Feria del Libro, ¿hay algún espacio reservado a la temática de Asturias o a la ciudad de Gijón?

—Entre los noventa autores que hay este año, unos 43 son escritores y escritoras de Asturias, tanto en castellano como en asturiano. Nos parece que sí debemos tener el compromiso de mantener el equilibrio entre la literatura local y la literatura externa, pero quizá no tanto referido a una temática de la ciudad. Nos parece interesante que una vez al año se puedan ver cosas diferentes, cosas que difícilmente podrían venir a Gijón si no es a través de un evento de este tipo. Queremos mantener ese equilibrio, pero siempre dentro del criterio de la calidad.

—Por último, ¿crees que la Feria del Libro tiene una buena acogida por parte de la ciudad?

Sí, desde 2020 se ha notado un crecimiento, casi te diría que muy rápido. Cuando empezamos, teníamos unas 50 casetas, ahora tenemos 87. En poco tiempo se ha producido un crecimiento importante, por ejemplo, el año pasado se doblaron las cifras de ventas de libros respecto al año anterior. Creo que la gente valora, por un lado, nuestra puesta en escena y, por otro, la calidad que intentamos siempre lograr en el programa. Gijón es una ciudad muy agradecida a nivel cultural. Los eventos culturales, y aquí hay muchísimos de diferentes temáticas, siempre son muy bien acogidos. La Feria del Libro está disfrutando un poco también de esa recepción y poco a poco va calando.

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