Lola, la perra «influencer» de Gijón que nació sin patas delanteras: «Pueden ser felices con una discapacidad»
GIJÓN
Carmen y Jaime no dudaron en adoptarla hace casi tres años pese a su malformación. Tuvieron que hacer oídos sordos a los comentarios que sugerían que lo mejor era no continuar con su vida, pero no se arrepienten: «Nos transmite una energía muy guay, es pura alegría y no tiene límites»
16 mar 2024 . Actualizado a las 09:22 h.Lola es la perra más famosa de la playa de San Lorenzo y se ha convertido en toda una influencer tratando de demostrar desde Gijón que no existen límites, tampoco para los canes que tienen una discapacidad. Nació sin patas delanteras a causa de una malformación dentro de una camada no deseada, por lo que fue sentenciada a muerte. Hasta que aparecieron dos asturianos dispuestos a darle una oportunidad y evitar ese final.
Carmen Grau y Jaime Álvarez ya tenían otra perra, Bimba, cuando decidieron adoptar a Lola y aumentar su familia. Conocieron su historia a través de las redes sociales. «La recogieron unos chicos de Albacete que tienen una protectora que se llama Refugio Delobos. Lo publicaron en Instagram y una famosa a la que sigo lo difundió. Enseguida cogí el enlace y me puse en contacto con ellos para saber cómo era una perra sin patas», detalla ella.
Todo coincidió bien para llevar a cabo la adopción de Lola. «Justo nos habíamos mudado a un piso de planta baja súper accesible y estábamos buscando algún animal con alguna discapacidad. Habíamos sido casa de acogida y fue una experiencia muy bonita, por lo que teníamos ganas de tener otro animal en casa con alguna necesidad especial. Así que la adoptamos sin pensarlo», recuerda Carmen.
Se van a cumplir tres años desde que dieron el paso para que Lola fuese una más de la familia. No se arrepienten. «Lola es una perra con una energía preciosa y que no tiene límites», celebra su dueña. Una actitud que demuestra en las redes sociales de Lola sin límites, en las que acumula miles de seguidores. A través de vídeos en Instagram y TikTok, tratan de normalizar la discapacidad animal. En ellos se ve a Lola subiendo de un salto al sofá, corriendo sobre su silla de ruedas por la playa o metiéndose de otro brinco en su carro.
Lo más difícil en todo este proceso fue encontrar las ruedas para que Lola se pudiese desplazar. «Creamos su perfil en redes sociales porque no encontrábamos sillas de ruedas. Normalmente son para patas traseras y fue muy difícil. Empezamos a contactar con gente y con protectoras a través de Instagram porque estábamos un poco perdidos. Gracias a las redes encontramos a unos chicos de Alicante que hacían las ruedas y, aunque nunca las habían hecho para patas delanteras, nos dijeron que lo intentaban», celebra Carmen. De esta forma consiguieron el dispositivo para que la perra se mueva con mayor autonomía.
También han tenido que hacer oídos sordos a los comentarios que se han encontrado por el camino. «No nos hablaron de complicaciones en el veterinario porque en estos casos suelen poner inyección, no les dejan continuar con la vida», asegura la responsable de Lola. De hecho, recuerda que al principio la llevaron a un traumatólogo especializado: «La verdad que fue un poco triste, porque no me dijo "estás loca" pero bueno, con las miradas y la actitud lo pareció. Me dijo: "¿Quieres continuar con esta perra?" Y dije que sí», cuenta. En este punto asevera que se aseguró que «estaba sana y no había molestias ni dolor» y tiró para delante. «Normalmente estos perros no llegan a estar en ninguna casa y se quedan en las protectoras, porque nadie los quiere. Pero bueno, afortunadamente ahora está cambiando un poco el chip», admite.
Por eso no duda en animar a otras familias que quieran adoptar un perro a dar una oportunidad a los canes que sufren algún tipo de discapacidad. «Si es un perro que no tiene dolor o le erradican el dolor, sí animaría. Con dolor no, con dolor no quiero que viva nadie, ni un perro ni una persona. Pero hay muchos animales con hernias que se quedan parapléjicos o no controlan los esfínteres pero pueden ser felices igual. Lola sin límites demuestra que se puede ser feliz con una discapacidad», defiende.
Lola se ha convertido en una más de la familia. «A mí y a mi marido nos transmite una energía muy guay y mucha alegría, porque es pura alegría. Además nos ayuda a bajar un poco el ritmo del día a día. A veces saco a las perras con poco tiempo porque tengo que ir a trabajar y Lola te dice "espera, que yo voy a mi ritmo". Yo voy andando deprisa y me doy cuenta de que ella viene detrás con sus ruedas y me ayuda a bajar ese ritmo tan loco que llevamos», cuenta Carmen.
Además, Lola tiene muy buena relación desde el principio con su hermana perruna, Bimba. «Desde pequeña la sigue mucho y aunque son muy diferentes, por ejemplo cuando Lola se cae aparece la otra cerca de mí para que me dé cuenta de que hay que levantarla», señala. La salida favorita de ambas es la playa. Carmen cuenta que van mucho a San Lorenzo, donde Lola ya es famosa: «Bajamos mucho porque cuando empezamos a hacer la adaptación para la silla de ruedas, el hecho de que pueda apoyar en la arena le fue muy bien para coger confianza y avanzar».
Aparte de la silla de ruedas Lola necesita una serie de cuidados especiales para tener una buena calidad de vida. Cuando no lleva las ruedas, Carmen y Jaime le colocan una especie de jersey para proteger la piel de posibles erosiones, puesto que al no tener patas delanteras arrastra el pecho. También tiene una sesión de fisioterapia al mes y unas pastillas condroprotectoras que sirven de protección «extra» para evitar posibles contracturas y otros problemas articulares.
Lola sin límites es toda una influencer y, además, una de las protagonistas del libro Héroes sobre ruedas, que recoge la historia de 25 perros paralíticos de toda España. Su autora, Susana Mollá, estará este domingo 17 de marzo en Gijón para presentar una obra que, además, es solidaria. Pues todo lo recaudado irá destinado a las protectoras de animales especializadas en estos perros con necesidades especiales. El acto tendrá lugar a las 13.00 horas en la librería La Revoltosa —calle Juan Alonso, 12— y contará con la presencia de Lola sin límites y de otros protagonistas como Chester, un perro ovetense que tiene silla de ruedas por culpa de una hernia.