Carmen Moriyón: «Tenemos la ventaja de que los gijoneses ya nos conocen y saben que podemos gobernar para todos»

La cirujana Carmen Moriyón (Gijón, 1966) vuelve al ruedo político en la ciudad de la que fue alcaldesa durante ocho años. Candidata de Foro a la alcaldía de Gijón, aspira a obtener una mayoría suficiente para gobernar en solitario y, entre sus prioridades, menciona la contaminación, una movilidad «que de alternativas a la gente» e impulsar la participación ciudadana a través de la escucha. «Tenemos que escuchar a las personas y tener en cuenta que muchas veces saben mejor que la Administración lo que hace falta», asegura. 

-¿Qué sensaciones le está dejando esta campaña electoral?

-Sensaciones muy buenas. Estoy muy contenta con la campaña, porque creo que nos ha dado la oportunidad de trasladar a la ciudadanía un modelo de ciudad completo, muy pensado, muy trabajado y en el que hemos intentado dar respuesta a los problemas que tenemos al mismo tiempo que planteamos proyectos que ilusionen y que hagan ciudad para los próximos años.

-¿Es realmente una incógnita lo que ocurra el 28-M en la ciudad? ¿Qué resultado esperan obtener?

-Siempre es una incógnita porque hay que ser respetuosos con la ciudadanía. Siempre digo que no hay más encuestas que la del 28 de mayo, que es cuando la gente cada uno en su colegio y en su urna toma una decisión. Todo lo demás es especular.

-¿Dónde estarían sus líneas rojas si tuviera que establecer pactos o acuerdos para gobernar?

-Nosotros salimos a ganar las elecciones con una mayoría suficiente para gobernar en solitario. En 2015 gobernamos con minoría absoluta y ahora queremos demostrar lo que podemos hacer con una mayoría. Nuestras líneas rojas son bien conocidas y nosotros vamos a gobernar para todos. La ventaja que tenemos es que la gente ya nos conoce y sabe que podemos hacerlo.

-¿Qué valoración hace de esta legislatura que termina? ¿Qué intentaría cambiar a corto plazo si gobernase?

-Ha sido un mandato muy complejo. Por muchas razones, todas ellas conocidas, un mandato muy complicado. Lo primero que hay que cambiar es dejar de hacer las cosas sin escuchar a las personas, sin escuchar a los vecinos, sin escuchar a la ciudad. Eso es lo primero.

-¿Cuáles son las principales diferencias entre su planteamiento de modelo de ciudad y el del candidato del PSOE?

-Primero, tenemos un modelo de ciudad. Un modelo en el que no se adoptan las decisiones por imposición, en el que no se deciden las cosas a las bravas, y un modelo que como le decía al principio tiene claras tanto las soluciones como la ciudad que queremos dentro de 10, 20 o 40 años. Un modelo a corto, a medio y a largo plazo. Yo sinceramente tengo que decir que no veo eso en el PSOE y eso me preocupa, porque sin modelo de ciudad no se puede debatir, ya lo hemos visto.

«Tenemos un problema de contaminación muy importante que hay que atajar ya, entre otras cosas porque además de ser un problema de salud pública, es que Europa no tolera más la situación»

-¿Cuáles son los principales retos que tiene ahora Gijón por delante?

-No sorprenderá a nadie que diga que la contaminación es el primero. Tenemos un problema de contaminación muy importante que hay que atajar ya, entre otras cosas porque además de ser un problema de salud pública, es que Europa no tolera más la situación. Pero es que acto seguido tenemos la movilidad: la ciudad se ha vuelto loca, la han vuelto loca estos cuatro años, y ahí entra el soterramiento del Muro, entra una ordenanza que no prohíba, entra revertir algunas cosas que se hicieron muy mal, y entra un cambio en el modelo de transporte público y la situación de Emtusa. Además de eso: cuidado de la zona rural, mantenimiento de los barrios… Tenemos por delante retos grandes a largo plazo, y retos más inmediatos. La clave está en saber afrontarlos de una manera coordinada.

-¿Cuáles serán prioritarios si gobierna? ¿Le quedó pendiente algún proyecto en su etapa como alcaldesa que ahora le gustaría retomar?

-El proyecto de Tabacalera, sin duda. Es el que dejamos a punto en 2019 y es el que tenemos ahora más al alcance de la mano poner en marcha. Es un proyecto ilusionante, que creemos que puede ser un revulsivo para el barrio de Cimavilla, por supuesto, pero también para toda la ciudad. Si logramos convertir Tabacalera en ese gran centro de arte referencia de colecciones del nivel de Pérez Simón, Masaveu o Arango, colocamos Gijón y Asturias en otra liga. Estoy convencida.

-El empleo siempre está a la cabeza en las preocupaciones de la ciudadanía. ¿Cómo se plantea generar condiciones idóneas para impulsar la creación de empleo y un mayor desarrollo económico? ¿Y para apoyar al comercio local?

-Mire, en el año 2013 a Gijón le cayeron dos jarros de agua fría terribles: el pico de personas en desempleo y la segunda anulación del Plan General. En ese momento no sabíamos cómo íbamos a dar la vuelta a esa catástrofe. Pues bien, lo hicimos. En 2019 se aprobó el Plan Couto que ya está blindado y Gijón tiraba del empleo de Asturias. Tener un Plan General y tener un tejido empresarial como el que nos aporta el Parque Científico, por ejemplo, es fundamental para crear esas condiciones otra vez. Ahora queremos poner en marcha el Plan Azul, en los terrenos de Naval Gijón y con la colaboración del Acuario para generar un polo de actividad económica que no tenemos y que va a generar muchos empleos, directos e indirectos. Si además de la zona oeste logramos revitalizar zonas como Cimavilla y el Muro de San Lorenzo, vamos a tener mucho hecho; el comercio local, el primero que se va a beneficiar de esa reactivación.

-El soterramiento del Muro, la agilidad burocrática en el ayuntamiento o un gran pulmón verde en el Solarón son algunos de los proyectos y medidas de su programa electoral. ¿Cuáles de los proyectos de su programa podrían ser inmediatos? ¿Y cuáles considera irrenunciables?

-Irrenunciables son todos porque todos son la forma que tenemos de entender Gijón. No entendemos el desarrollo de la Ería del Piles sin el soterramiento del Muro, ni entendemos Tabacalera sin la residencia para artistas en el Albergue de Contrueces, ni el Plan Azul sin el Solarón… Son todas las piezas de un puzzle. No son retales ni cosas que se puedan disociar, son un proyecto de ciudad. Ahora bien, unas son más inmediatas que otras. Para poner en marcha el Solarón necesitamos acuerdo en Gijón Al Norte y eso se puede empezar a trabajar el día uno del mandato, por ejemplo. Hay proyectos más complejos, como el Muro, lógicamente; y otros, como parar las prohibiciones arbitrarias a los coches, que se pueden hacer ya.

-Considera que la contaminación es el principal reto de la ciudad. ¿Qué medidas tomará en ese sentido? ¿Cree que es necesario adoptar medidas más drásticas?

-Mire, yo fui la responsable de Medio Ambiente durante nuestros años de gobierno y sé las limitaciones que tiene el Ayuntamiento, que no es la administración competente, es el Principado. Y pese a eso, fuimos capaces de medir la contaminación de la zona oeste (no nos olvidemos de que lo que no se mide no existe) y de aprobar una ordenanza que no se ha tumbado en ningún tribunal. Ahora nos toca exigir al Principado que se involucre, nos toca ejecutar inmediatamente el vial de Jove ahora que parece que la campaña electoral lo ha vuelto a poner en el mapa, y nos toca garantizar que las empresas que vengan a Gijón contribuyan a solucionar el problema, no a empeorarlo.

-¿Cómo se plantea consensuar, en el actual escenario de emergencia climática, la transición hacia una movilidad sostenible? ¿Qué medidas impulsará para dar alternativas que favorezcan esa inevitable transición?

-La clave, que yo creo que nos va a diferenciar muy claramente del gobierno socialista, es que hay que dar alternativas a la gente. ¿A qué me refiero con alternativas? A que un aparcamiento disuasorio no es un cartel, es un servicio que tiene que cumplir su función: estar conectado a la red de transporte, estar bien comunicado, estar donde corresponde. A que si un vecino no puede cambiar de coche no se le puede prohibir que aparque, se le tiene que dar facilidades. A que si queremos que las personas se acostumbren a otros medios de transporte, tienen que verlos como una buena alternativa, no como una imposición. Es evidente que vamos hacia otros modelos. Nadie nos puede llamar negacionistas con el historial que tenemos en políticas medioambientales en Gijón.

«Cometeríamos errores y haríamos unas cosas bien y otras peor, pero lo que no hicimos nunca fue cerrar el ayuntamiento a cal y canto»

-¿Qué prioridades está encontrando en los encuentros que viene manteniendo con asociaciones y otros colectivos? ¿Cómo impulsará la mejora de los barrios?¿Y la participación ciudadana?

-La escucha. Mire, nosotros cometeríamos errores y haríamos unas cosas bien y otras peor, pero lo que no hicimos nunca fue cerrar el ayuntamiento a cal y canto. Por allí pasaba todo el mundo y eso no se puede perder solo porque hay una pandemia. Tenemos que escuchar a las personas, a las entidades, a las asociaciones, y tenemos que tener en cuenta que muchas veces ellos saben mejor que la Administración lo que hace falta. Desde luego el modelo de participación de Gijón de las últimas décadas, los Consejos de Distrito, está agorado y tenemos que sentarnos con todos los colectivos y articular unos nuevos. Eso va a ser un trabajo importante de la próxima Corporación.

-¿Qué otras propuestas de su programa considera que también son fundamentales en su modelo de ciudad?

-Pues más allá de las grandes propuestas que ya le he comentado, yo estoy muy orgullosa de las centenares de propuestas que hemos recibido en el Plan Asturias, que es una iniciativa pionera que pusimos en marcha a nivel autonómico y en la que la ciudadanía ha puesto muchísimas ideas, grandes y pequeñas, que nosotros vamos a tener en cuenta a la hora de gobernar. En Gijón hay de todo, desde quien nos pide acabar ya la estación de tren hasta quien sugiere cosas muy pegadas al suelo, desde parques cerrados para los perros hasta renovar adoquines. Esas pequeñas propuestas que son tan útiles para nosotros son una parte muy importante de nuestro programa, porque el Plan Asturias ha sido todo un ejercicio de realidad del que estoy muy orgullosa. 

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