La iniciativa para abrir la fábrica en El Musel, a menos de un kilómetro del barrio de El Muselon, ha desatado una fuerte contestación por la afectación que tendrá en la salud pública y el medio ambiente
18 sep 2023 . Actualizado a las 12:27 h.El proyecto para instalar una planta de pirólisis para el reciclado de residuos plásticos en la zona oeste de Gijón ha concitado un amplio rechazo del movimiento vecinal y ecologista y de parte de la clase política por el impacto que, alertan, tendrá en una zona ya castigada por la contaminación.
La iniciativa para abrir la fábrica en el puerto de El Musel, a menos de un kilómetro del barrio de El Muselín, por parte de la multinacional Proyectos de Economía Circular (Preco) ha desatado una fuerte tormenta por la afectación que tendrá sobre la salud pública y el medio ambiente y por la desinformación que existe sobre el proceso, según sus detractores.
El colectivo ecologista ha denunciado que se trata de un procedimiento «peligroso» que puede producir residuos sólidos o líquidos «altamente tóxicos» y, como tales, aumentarían la polución en una zona «que ya presenta los peores datos de contaminación de partículas de toda España».
El movimiento vecinal ha protagonizado movilizaciones y ha desarrollado una campaña de recogida de firmas para paralizar esta instalación de «incineración», como han calificado, cercana a las viviendas, y han reclamado a lo largo de las últimas semanas más información a los responsables políticos, dado el desconocimiento que existe sobre sus consecuencias.
La planta para la obtención de combustibles líquidos y gaseosos a partir de la valorización de residuos plásticos industriales mediante pirólisis se encuentra en fase de estudios técnicos por parte del Gobierno del Principado.
El Ejecutivo asturiano ha asegurado que el impacto que tendrá la entrada de 200.000 toneladas anuales de residuos, a partir de los que la compañía estima producir unas 150.000 de aceite de pirólisis, será valorado con una legislación ambiental «muy garantista».
La Viceconsejería de Medio Ambiente y Cambio Climático recalca que, hasta que no esté completada toda la documentación que se le requiere a la empresa, el proyecto no se someterá a información pública, un proceso que será «largo», puesto que es una iniciativa que tiene una «alta preocupación social», en palabras de su titular, Nieves Roqueñí, informa Efe.