Más espacios escénicos para Gijón y «que la cultura tome la calle»

Marcos Gutiérrez ASTURIAS

GIJÓN

La Universidad Laboral de Gijón
La Universidad Laboral de Gijón J.L.Cereijido

Referentes del movimiento cultural y vecinal piden que la candidatura de la ciudad a Capital Europea de la Cultura en 2031 sirva para reubicarla como un referente, sin olvidar implicar a toda la ciudadanía

23 feb 2022 . Actualizado a las 12:09 h.

Referentes del asociacionismo, entidades y movimiento vecinal de Gijón consideran que la candidatura de la ciudad a Capital Europea de la Cultura 2031 es una «oportunidad» para aumentar su visibilidad en todos los ámbitos. No obstante consideran que dicha candidatura ha de contemplar la necesidad de «llevar la cultura a los barrios», optimizar e incrementar la escasa oferta de espacios e implicar a toda la ciudadanía, más allá de ciertos círculos.

Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero, explica que ante el horizonte de la designación de una ciudad española como Capital Europea de la Cultura en el 2031, Gijón puede ser «una candidata ideal y con elementos diferenciadores del resto de candidaturas. Evidentemente, cada ciudad tiene suficientes méritos para serlo, pero nuestra villa aporta características propias importantes». Hace referencia a, por ejemplo, las infraestructuras culturales, «una política museística, una red de museos consolidada, una red de bibliotecas públicas establecida en todo el concejo, múltiples espacios para el desarrollo de actividades,… ».

También cree que hay que poner en valor «eventos de consolidada trayectoria y prestigio», como el Festival Internacional de Cine de Xixón, la Feria Europea de Artes Escénicas para niños y niñas o la Semana Negra. «A esto se suma un amplio y variado repertorio de otros eventos de carácter público o de iniciativa privada. No debemos olvidar el peso de la iniciativa ciudadana independiente, que proviene de nuestro cercano pasado contemporáneo y que pervive en nuestros días con un numeroso movimiento asociativo, elemento propio y singular de nuestra ciudad», añade.

Todo ello, a su juicio, «conforma un repertorio de méritos suficientes para optar al título concedido por las instituciones europeas». Apunta que Gijón «debe poner en valor, como característica propia, su perfil de una ciudad crecida en torno a un pasado industrial y de diversificación en múltiples sectores económicos. Una ciudad de tamaño medio, accesible para la propia población y el visitante, con las infraestructuras necesarias para facilitar las perspectivas futuras».

En definitiva, la candidatura debe «aprovechar las ventajas de un año de capitalidad cultural para situarnos con fuerza en el mapa europeo y posicionarnos transversalmente entre todos aquellos factores que redunden en un progreso cultural, social y económico beneficioso para nuestra ciudad».

Una «excelente oportunidad»

Pedro Roldán, presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa, considera que la candidatura de Gijón para ser Capital Europea de la Cultura, puede ser «una buena oportunidad para tratar de relanzar las políticas culturales de nuestra ciudad, además de dar a conocer la misma a nivel europeo».

Cree que «una ciudad viva» debe de tratar de tener como eje central de su estrategia cultural «no exclusivamente el poner en valor su patrimonio arquitectónico e industrial, pese a la importancia del mismo, sino en  reconocer y potenciar el carácter dinámico de su sociedad civil, que ha generado históricamente un vida cultural muy dinámica e innovadora desde el movimiento ilustrado burgués de los siglos XVIII y XIX al tejido social y cultural del movimiento obrero de finales del siglo XIX y gran parte del XX».

Estima que esta es una «excelente oportunidad» para repensar y relanzar la vida cultural de Gijón, analizar sus «fortalezas y debilidades», así como articular propuestas para resolver estas últimas, «que pasan por analizar la ausencia de espacios culturales y la limitación en los usos de los existentes y a la necesidad de una mayor inversión en política cultural que, racionalizando nuestra oferta, posibilite modelos de contratación a nuestros profesionales de la cultura en condiciones dignas».

Teatro Jovellanos de Gijón
Teatro Jovellanos de Gijón

«Si esta candidatura puede servir como revulsivo para relanzar la vida cultural de Gijón, el resultado de la misma ya habrá sido un éxito rotundo», anticipa Pedro Roldán. El presidente de la Sociedad Cultural Gijonesa recuerda que el modelo cultural de una ciudad «debe de estar centrado, por encima de otras consideraciones, en construir una ciudadanía crítica y protagonista de la misma, pues esta es el verdadero cimiento de una sociedad democrática».

Extender la cultura a los barrios

Manuel Cañete, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales de Gijón (FAV Gijón), considera que el hecho de que Gijón opte a la capitalidad europea «es una opción interesante». «Gijón fue una ciudad referente en el estado durante muchos años, tanto en inversión como en la capacidad de los espectáculos, algo que hemos ido perdiendo con el tiempo», destaca.

Considera que a día de hoy es imprescindible «replantear el modelo, descentralizar sin perder la esencia, extender la cultura a los barrios y hacer más participe a la sociedad». Añade que «esto no es un problema de competencias con otras ciudades, sino que es cuestión de tener una senda propia. Ahí tenemos el ejemplo reciente de Mieres».

Apunta que Gijón lo tiene todo para mejorar «pues hay ya toda una base social y entidades de calidad trabajando en Gijón desde hace muchos años». En busca de una candidatura ideal también estima necesario «que la cultura tome la calle».

«FETEN es un buque insignia que debemos poner como referente, algo que dista mucho de serlo ahora mismo», asevera. Manuel Cañete cree que la ciudad también necesita «un modelo de potenciación de los Centros de Cultura» y «aclarar que quiere con Laboral Arte y con Tabacalera».

A esto añade la necesidad de «potenciar la cultura popular, de calle, el teatro, también el amateur…». También apunta como una idea interesante que los alumnos del conservatorio puedan mostrar su música fuera de las aulas, «llenar las plazas de actividades culturales de pequeño formato, potenciar arte en la calle». «Sin duda es una oportunidad para recuperar lo que Gijón fue durante muchos años», anota.

El presidente de la FAV insiste en que «desde hace unos años hay un runrún ciudadano de que nos hemos anclado, que las fiestas de Gijón necesitan una redefinición, un nuevo modelo…». Considera que, a la hora de potenciar la imagen de Gijón como ciudad amiga de la cultura, la idea de «llevar actos a los barrios es muy interesante. Sabemos que los recursos son los que son, pero también tenemos que ver la cultura con mayúsculas. La cultura enriquece tanto en el aspecto humano como en el económico puro y duro».