La sección de la CSI en el hospital denuncia la «inoperancia» de la gestión de esta sexta ola en el centro
31 dic 2021 . Actualizado a las 08:34 h.Un enorme SOS en la fachada trasera del Hospital de Cabueñes en Gijón con las luces sincronizadas por el personal del centro que se sumó a la protesta convocada por la sección de la Corriente Sindical d’ Izquierda (CSI) en el equipamiento sanitario para «pedir socorro» después de dos años de pandemia. Desde esta sección de la CSI, que también ha convocado otra protesta el 2 de enero en el paseo de Begoña a las 12 horas reclamando más personal, medios, trato digno y contratos dignos, aseguran que «tras casi dos años de pandemia, y tras numerosas reivindicaciones, seguimos como estábamos. El personal extenuado y hartas de un trato poco humano por parte del equipo directivo, que ha demostrado su inoperancia a la hora de gestionar un situación crítica como esta pandemia», indican.
«Cabueñes lleva muchos años con menos personal del necesario», indican, explicando que el ratio ideal es de 9 pacientes por enfermera y en Cabueñes, «con suerte llevamos 9». Vuelven a pedir también la dimisión del equipo directivo del área sanitaria V e indican que la directora del hospital habría enviado un escrito a los sanitarios pidiendo que fuesen «solidarios» mientras, denuncian, el gerente sigue «dándonos bofetadas en la cara cada día con sus tuits y declaraciones en prensa».
Desde el sindicato recuerdan que que todos los sanitarios han arrimado el hombro por el momento de pandemia, pero la situación de maltrato que sufren viene desde tiempos anteriores al covid, «se trabajaba bajo mínimos a un ritmo endemoniado», pero la llegada de la pandemia ha supuesto que las trabajadoras del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) estén «exhaustas y nos dejamos incluso la salud en muchos casos».
Después de la primera ola, recuerdan que pidieron una «formación exprés» voluntaria para enfermeras que el hospital rechazó. Ahora, en la sexta ola, indican que todavía continúan sin un protocolo para la utilización de los EPI. Entre otras de las protestas están la falta de EPI, de ropa y de calzado para los sanitarios que trabajan tanto en UCI y realizando PCR. Además, señalan las idas y venidas del hospital con las visitas a los pacientes. «Pasamos de cerrar la puerta del hospital, dejando a pacientes en grave estado sin la compañía de, al menos un familiar, a un total descontrol de las visitas, con el riesgo de contagio que ello supone».
La Corriente Sindical d’ Izquierda ha solicitado la dimisión de todo el equipo directivo del hospital, al igual que habían hecho en octubre de 2020. Según argumentan, la falta de previsión ante pasadas olas podía estar justificada, pero en esta ocasión la causa de esta situación es la mala organización. «No es posible que continúen gestionando la salud de la ciudadanía del área V un equipo que no esperaba que llegara una sexta ola, cuando era bastante fácil sospecharlo, y abandonaron cualquier medida relacionada con los recursos humanos, retomando la situación (ya penosa) que teníamos antes de la pandemia», critican.