«Es innegable que una parte importante de los fallecimientos prematuros son consecuencia de las condiciones de vida y de la polución», denuncia Manuel Cañete, presidente de la FAV
15 mar 2021 . Actualizado a las 16:57 h.El presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) de Gijón, Manuel Cañete, cree inaplazable hacer frente al problema que algunos barrios de la ciudad padecen en relación con la elevada tasa de mortalidad ligada a las condiciones socioeconómicas. Lo hace después analizar los resultados adelantados por La Voz de Asturias de la última actualización del Atlas de Mortalidad del Proyecto Medea 3, desarrollado por la fundación valenciana Fisabio y el Instituto de Salud Carlos III.
Un estudio que prueba que Jove, Portuarios, Contrueces, partes de El Cerillero, Cimavilla, Montevil y la zona rural son las áreas de la ciudad en las que coincide un mayor riesgo de fallecimiento para hombres y mujeres, relacionado con las limitaciones económicas o de tipo social: mayor desempleo, salarios más bajos, consumo de alcohol o tabaco, menor actividad deportiva o viviendas deficientes
«Aunque los estudios empíricos como el que muestra el Atlas de Mortalidad Medea 3 sobre la mayor incidencia de fallecimientos en algunos barrios y zonas de Gijón son necesarios, creo que el acervo popular hace tiempo que tiene muy clara la relación entre condiciones de vida y muerte», apunta Manuel Cañete.
Considera que «nunca ha sido fácil, para el común de los mortales, vivir más que sus faraones, reyes o mandamases del momento, pues es el pueblo quien está en el frente de la batalla, aunque son los gobernantes quienes pasan a la historia».
Cree que «informes como el citado en la Voz de Asturias, Medea3, son necesarios para poner otra vez en el candelero el principio de equidad en una sociedad que se pretende definir como justa. El concepto de igualdad alcanza su sentido si va a acompañado del de equidad».
Insiste en que «equidad es lo que permite a las capas más desfavorecidas acceder a servicios públicos que todos tenemos reconocidos, pero que por condiciones económicas resultan inalcanzables. De ahí que se hable de progresividad en las asignaciones, recursos y tributos».
«Que Gijón esté entre las 26 ciudades estudiadas seguramente tiene que ver con su tamaño poblacional y no con otros condicionantes, pero se agradece que salgan estos datos para volver a fijar el debate que muchas entidades sociales, la FAV entre ellas, estamos fijando como criterios generales de salud», asevera el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales.
Añade que «si la Covid, esta pandemia inesperada en la que estamos inmersos, ha supuesto la muerte de miles de personas en Asturias, muchas de ellas en Gijón, es innegable que otra parte importante de los fallecimientos prematuros son consecuencia de las condiciones de vida y de la contaminación que nos rodea».
En su opinión, la pobreza es un condicionante fundamental de la salud «y, por lo tanto, de la vida. Las administraciones han de hacer todo lo posible, y lo imposible, por lograr cambiar esas condiciones».
«Esto empieza por hacer que estos barrios, hoy marcados por el estudio, logren accesos a la cultura, la salud, la vivienda y el trabajo que permitan salir de esta situación indeseada. Las ciudades y las condiciones de vida de sus habitantes cambian si se intenta», añade.
Explica que la zona Oeste de Gijón, con casi una cuarta parte de la población en ella, «vive en un cóctel de condicionantes de la salud que requiere de las administraciones una implicación máxima en el asunto. Y no es que lo digan los vecinos afectados, es que lo dicen los datos del estudio, lo decía Rafa Cofiño: el código postal mata más que el código genético. Y lo dice la consejería de Salud en sus informes. La contaminación y otros condicionantes socio sanitarios mata y lo hace con más crudeza que el propio coronavirus en algunas zonas de la ciudad».
«Tenemos los datos, tenemos las variables que inciden en ellos, tenemos soluciones para cambiar esto, pero nos faltan las medidas políticas para cambiarlo», lamenta Manuel Cañete. Asimismo, cree que resulta paradójico que la «infinidad de estudios e informes que las administraciones encargan sobre este tema queden, en la mayoría de los casos, para llenar estantes en los bajos de las consejerías correspondientes sin que nadie, meses después, se acuerde de ello».
Pone el ejemplo de las medidas previstas para intervenir en la amortiguación de la contaminación en el oeste de Gijón «que llevan miles y miles de euros en informes, pero que no ha visto implementadas medidas significativas acordadas. Sólo con estudios no cambiamos nada»
Otra de las causas que, a su juicio, influyen en ello es «la privatización a la que se ha llevado a la atención sanitaria, reduciendo la inversión en sanidad pública o deteriorando la atención primaria con falta de personal y de recursos». Cañete añade que a estos condicionantes, «que son de sobra conocidos», se suma la «ausencia de políticas sociales redistributivas, los recortes en educación y ayudas mediante becas» que, a su juicio, «son parte del sistema que eterniza la pobreza del futuro»
Cree imprescindible resaltar la necesidad de mantener una política impositiva progresiva y equitativa «para que pague quien más recursos tiene y la persecución, sin contemplaciones, de quienes eluden el fisco con mil estratagemas o la evasión a paraísos fiscales. Implantar esto como ejemplo ha de empezar por el propio Jefe del Estado».